El aislamiento de Austria se extiende a la OSCE con el plante de Francia y Bélgica

Las delegaciones de Francia y Bélgica boicotearon ayer con su ausencia el discurso de la ministra de Asuntos Exteriores austriaca, Benita Ferrero-Waldner, ante el Consejo Permanente de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) en Viena. Fuentes diplomáticas francesas aseguraron que actuaron en "concordancia" con las máximas autoridades de París para demostrar la "reprobación" y la "distancia" hacia el nuevo Gobierno austriaco, conformado por el Partido Liberal (FPÖ) del ultraderechista Jörg Haider y el Partido Popular (ÖVP).

Las delegaciones se ausentaron únicamente durante la alocución de la ministra de Austria, país que preside este año la OSCE, pero estuvieron presentes en las reuniones de trabajo. Ferrero-Waldner instó a "no ampliar las medidas de los socios de la Unión Europea [contra Austria] hacia la OSCE, porque se pejudicará ante todo a la organización". Su intención es continuar el trabajo de la OSCE que inició su predecesor en el cargo, el ahora canciller austriaco Wolfgang Schüssel, del ÖVP. El pasado 1 de enero, siendo todavía ministro de Exteriores del anterior Gobierno, Schüssel asumió la presidencia de la OSCE con el propósito de impulsar la actividad en zonas de conflicto como los Balcanes, Chechenia y también en la región de Asia Central. En su discurso del 13 de enero, Schüssel elogió la intervención de la OSCE en asuntos internos de terceros países: "La visión de la OSCE es fascinante (...). Interviene cada día con éxito en los así llamados 'asuntos internos' de los Estados".

La nueva jefa de la diplomacia austriaca reiteró que la reacción europea a la entrada del FPÖ en el Gobierno ha sido "precipitada y desproporcionada", y destacó la estabilidad de la democracia austriaca y su respeto a los derechos humanos. Sin embargo, fuentes diplomáticas de la OSCE ponen en duda que la presencia de la ultraderecha en el Gobierno austriaco esté en concordancia con los principios del capítulo Dimensión Humana de la Carta sobre Seguridad Europea. En el artículo 19 de ese documento, los 54 Estados miembros se comprometen "a responder a toda amenaza contra la seguridad que provenga de violaciones de derechos humanos o de libertades fundamentales (...), y, en particular (...), de manifestaciones de intolerancia, nacionalismo agresivo, racismo, patrioterismo, xenofobia y antisemitismo".

El diario francés Le nouvel Observateur publica hoy una entrevista en la que Haider vuelve a atacar al presidente de Francia, Jacques Chirac, diciendo que es un "decidido enemigo de Austria", y le acusa de hacer declaraciones xenófobas.

Mientras, el diario Standard también informa hoy de que la israelí Noemi Merhav, de 73 años, reclamará desde Israel la restitución del Valle Bärental (Valle de los Osos), en Carintia, perteneciente ahora a Haider. "Es una sensación desagradable pensar que Haider está en el poder gracias a mi dinero", dice la hija de Mathilde Roifer. Antes de poder huir a Palestina en 1939, Roifer, judía, fue obligada a vender la propiedad de 1.600 hectáreas por un precio ridículo a un pariente lejano de Haider. En 1988, un tribunal austriaco constató que Roifer tuvo que ceder sus propiedades bajo chantaje.