Cabana destaca la modernidad de las ideas económicas de Cambó
Más de 50 años después de su muerte, las teorías del fundador de la Lliga Regionalista siguen despertando interés. El historiador Francesc Cabana destacó ayer la modernidad de las ideas económicas de Francesc Cambó en la presentación del libro que recoge sus artículos y conferencias. El volumen ha sido ordenado por el profesor de Economía Mundial de la Escuela Superior de Comercio Internacional, Alfonso Almendros.
El libro presentado ayer es el sexto de una colección dedicada a la vida y obra de un político, que además de pensador y mecenas, fue también empresario. La obra está dividida en varios capítulos, en los que se recogen sus intervenciones y discursos sobre política agraria, bancaria, fiscal, municipal, industrial y de transportes, internacional, exterior y arancelaria. En el libro están ordenadas las tesis económicas de Cambó, que, según Cabana, han sido muy frecuentemente eclipsadas por sus actividades culturales. Ramon Guardans, yerno de Cambó, también quiso reivindicar la obra política de Cambó y precisó: "Cataluña no es sólo Prat de la Riba, Francesc Macià y Lluís Companys".Cabana destacó tres aspectos "apasionantes" de la figura de Cambó: su gran cultura económica, su visión moderna del mundo de las finanzas y su gran autoridad moral. El historiador explicó que Cambó fue "el primer político catalán y español que incorporó los principios económicos en su actividad política", en una época en la que el papel del político y el del economista estaban muy diferenciados. Respecto a la modernidad de sus tesis, Cabana señaló que la ley arancelaria de Cambó, aprobada en los años veinte, estuvo vigente hasta la década de los sesenta, cuando fue sustituida por la del ministro Alberto Ullastres, y destacó que fue el primero en intentar convencer a la burguesía catalana de crear una banca con su capital, idea que 50 años después intentó materializar Banca Catalana y que tampoco consiguió. Asimismo, Cabana resaltó la estrategia de Cambó de rodearse de un grupo de expertos que le ayudaban a documentarse, un método muy utilizado en la actualidad. Además, el hecho de viajar constantemente y relacionarse con otros países, añadió, le ayudó a aumentar sus conocimientos de economía financiera, que después intentó aplicar en el ámbito español. Cabana también matizó que, a su entender, Cambó era fundamentalmente un político.
Almendros reconoció que a pesar de que han transcurrido muchos años desde que Cambó desarrolló sus teorías, la modernidad de éstas y el hecho de que muchas de ellas sean aplicables en la actualidad había facilitado mucho su trabajo de recopilación.
Pionero de los 'think tank'
"Tenía una verdadera obsesión por la información. Estaba suscrito a los 15 diarios y publicaciones más importantes del mundo y un equipo de expertos y traductores le mantenía puntualmente informado de los acontecimientos políticos más importantes del mundo". Francesc Guardans explicaba así recientemente el destacado papel que su abuelo Francesc Cambó otorgaba a la información. Sin duda, los negocios y operaciones que emprendió el financiero catalán en el ámbito internacional serían muy difíciles de entender sin este background de conocimientos económicos.El sexto volumen de las Obras de Francesc Cambó, Política económica, que acaba de aparecer, es una buena fuente para conocer este y otros aspectos del pensamiento económico del político catalán que más influencia tuvo en la primera mitad de este siglo.
El volumen recoge importantes materiales -conferencias, discursos parlamentarios, intervenciones en el Ayuntamiento de Barcelona- sobre la política arancelaria, el papel de la banca, el del Estado en la industria y la política municipal. Estos materiales han sido recogidos y ordenados por el profesor Alfons Almendros, autor de una tesis doctoral sobre el pensamiento económico de Cambó, a cuyo estudio ha dedicado más de 18 años.
Entre los documentos más sugestivos hay que destacar la conferencia de Cambó La Banca Catalana, dictada en 1915, en la que hace una exposición prolija del funcionamiento de los recién creados "servicios técnicos financieros" de la banca de negocios, embrión de los actuales think tank. Cambó explicaba que se trataba de unos departamentos independientes, bajo el control directo de los consejos de administración y que estudiaban todos los aspectos de la vida económica del país: la hacienda, la estructura industrial, la banca y los valores mobiliarios, así como todas las estadísticas disponibles. El mérito de Cambó no fue sólo divulgar estos centros de estudio, sino ponerlos en práctica aquí. Para ello contó con los mejores economistas: Lluc Bertran, Joan Sardà, Josep M. Tallada, Josep A. Vandellòs y Romà Perpiñà Grau.
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