Expertos piden que se obligue a los agricultores a medir el impacto ambiental de prácticas "agresivas"

El primer peldaño para dotar a Andalucía de un modelo de desarrollo sostenible, una de las recomendaciones de la Cumbre de Río 92, está ya definido. El consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, presentó ayer las propuestas de la Agenda 21 Andalucía, embrión del Pacto por el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, que han sido debatidas por 73 expertos. Este documento, que plantea incorporar la protección medioambiental al desarrollo económico, se trasladará ahora a cada provincia y los agentes sociales para que lo refrenden. Una de las propuestas es la redacción de estudios de impacto ambiental obligatorios en prácticas agrícolas "agresivas" con el medio.

El texto que recoge las propuestas de la Agenda 21 Andalucía entra ahora en una fase de debates en cada una de las provincias, donde se constituirán mesas para que expertos y agentes sociales desarrollen en su territorio el documento. A su vez, el Gobierno andaluz creará el Observatorio Andaluz de Desarrollo Sostenible, un órgano asesor que se encargará de impulsar, evaluar y revisar la Agenda 21 Andalucía, que podría ser la primera aprobada en España por una comunidad autónoma. Para supervisar y coordinar las medidas que competan al Ejecutivo autonómico se constituirá un comité de acciones para el desarrollo sostenible, en el que estarán representadas todas las consejerías. El consejero José Luis Blanco explicó que el comité de seguimiento verificará si se aplican los criterios del documento, aunque hizo hincapié en la importancia de que obtenga "una gran capacidad de consenso".

Protección marina

El documento analiza 23 parcelas y propone una serie de medidas en cada una de ellas. Para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad se plantea, entre otras, fortalecer la red andaluza de espacios naturales, crear corredores ecológicos o la protección de razas autóctonas en peligro de extinción. En relación con los recursos marinos se alerta sobre la necesidad de adoptar "nuevos enfoques" para combatir la contaminación, como la protección del litoral "desde el límite superior de la marea hasta 200 metros de profundidad". El texto defiende, además, que se desarrolle la acuicultura y procedimientos artesanales que no esquilmen los caladeros.

En el sector forestal, el documento aprecia "deficiencias" en las políticas y métodos que se aplican y proponen un esfuerzo en la innovación tecnológica y la profesionalización de recursos. En materia de agua se aboga por fomentar "una nueva cultura" que incentive un uso racional e instaurar políticas "de contención de la demanda, sobre todo agrícola", la desalación de agua de mar, la recarga artificial de acuíferos y tarifas que estimulen el ahorro.

El modelo de agricultura y ganadería sostenibles debe, según el documento, fomentar la producción ecológica, desarrollar nuevas tecnologías y reducir prácticas que contribuyan a degradar el suelo. Una de las medidas más novedosas sería la redacción de estudios de impacto ambiental con carácter obligatorio para prácticas agrícolas "agresivas" con el medio.

Para el desarrollo rural defienden la adopción de políticas para fijar la población y la dotación de las zonas rurales de adecuados servicios de atención social y bienestar. En cuanto a los ciudades sostenibles, el documento aconseja la revisión de la normativa urbanística para que incorpore criterios ambientales y medidas que minimicen el consumo de energía. La reducción de residuos o el desarrollo de una arquitectura respetuosa con el medio ambiente constituyen algunas de las medidas aconsejadas.

En el sector turístico, recomiendan diversificar la oferta y diseñar un marco normativo que incentive o penalice a las instalaciones turísticas "en función de su grado de respeto por el medio ambiente". Las bases de la Agenda 21 Andalucía defienden, en la actividad industrial, que se estimulen a las empresas para que adopten energías limpias y procesos menos contaminantes.