El PP logra unir a toda la oposición contra su plan para los inmigrantes
El Gobierno se quedó ayer solo en el Parlamento. Únicamente recurriendo a la mayoría absoluta del PP consiguió sacar adelante su Programa de Regulación de la Extranjería, conocido como Plan Greco. Los demás grupos parlamentarios, incluidos sus socios habituales, se negaron a respaldar con su voto un documento que carece de presupuesto concreto para ser aplicado. La oposición votó en bloque a favor de todas las enmiendas presentadas, como un gesto de protesta por la actitud intransigente de los populares.
A partir de ahora, las medidas que se tomen para abordar el problema de la inmigración son responsabilidad exclusiva del Gobierno. Ésta es la interpretación más extendida entre la oposición, tras la sesión celebrada ayer por la Comisión de Justicia e Interior, en la que el Plan Greco fue aprobado sólo con los votos del PP.Varios diputados calificaron con dureza la actitud del Partido Popular en los últimos días. La más contundente fue la diputada socialista Consuelo Rumí, quien declaró a EL PAÍS: "La intransigencia del PP en los debates ha sido una vergüenza, una falta de respeto y un desprecio ya no sólo para las fuerzas políticas, sino también para las administraciones, expertos en materia migratoria, sindicatos y organizaciones sociales que han comparecido en la subcomisión y cuyas aportaciones han sido ignoradas".
Tampoco se anduvieron con rodeos los representantes de IU, Francisco Frutos, y de CiU, Carles Campuzano. El primero se refirió al plan como "un arreglillo, un parcheo y una chapuza". El segundo precisó: "Después de fomentar el alarmismo en relación a la inmigración, el Gobierno ha optado por lo más fácil, que es cambiar las leyes y hacer un programa de buenas intenciones". Tanto estos tres grupos como CC, PNV y EA (18 votos en total) votaron a favor de todas las enmiendas presentadas, que fueron rechazadas por los 21 votos del PP.
En los pasillos, los diputados de la oposición comentaban que la marginación de los demás partidos y de las organizaciones sociales es un error táctico del Gobierno. Con su postura, el Ejecutivo se ha quedado solo frente al problema de la inmigración.
Comisiones Obreras, SOS Racismo y la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes de España coincidieron en interpretar la aprobación del Plan Greco como una muestra del "criterio autoritario" del Ejecutivo y de su partido en esta materia. Las tres organizaciones manifestaron su decepción por el informe aprobado por la Comisión, informa Europa Press. Dicho informe sólo incorpora al texto 13 enmiendas de carácter técnico y un nuevo punto relativo a la financiación del programa, pero omite cualquier referencia a la habilitación de un presupuesto concreto.
La ausencia de este presupuesto para respaldar las 72 medidas que anuncia el plan elaborado por la Delegación del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración fue el principal punto de discusión del debate. Aunque la portavoz del PP, Ángeles Muñoz, reiteró que el dinero saldrá de los ministerios implicados y será cargado en los Presupuestos Generales del Estado, sus explicaciones fueron rechazadas por la oposición.
El PSOE opina que el documento se ha quedado en "una carcasa vacía". Parecida opinión sostienen Coalición Canaria y Eusko Alkartasuna. La representante del PNV, Margarita Uría, dijo que "la financiación se ha quedado extraordinariamente coja", y el portavoz de CiU sentenció: "Si el Gobierno cree que la nueva ley de Extranjería y el Plan Greco van a resolver algo sin dinero, se equivoca".
En cuanto a las enmiendas y votos particulares presentados, la representante del PP justificó su rechazo en que muchas de ellas, principalmente las del PSOE, no eran propuestas alternativas, "sino matizaciones a la ejecución del plan. El PSOE", añadió, "pretende usurpar la labor del Ejecutivo".
Entre las enmiendas a las que se refería Ángeles Muñoz figuraban, además de la habilitación de un presupuesto de 30.000 millones, la firma de convenios con los diez países de los que se reciben más inmigrantes, la creación de diez dispositivos de atención socio sanitaria en las costas de Cádiz, Málaga y Almería, la construcción de cuatro centros de acogida (dos en el Campo de Gibraltar y dos en Canarias) y la habilitación de 5.000 plazas para temporeros.
El Plan Greco entrará en vigor, en forma de real decreto, a principios del año próximo.
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