'Si todo funciona, no sé por qué hay que cambiar de entrenador'
A sus 30 años, separado de su hermano gemelo Ronald y con Van Gaal alejado
A Frank de Boer, que en mayo cumplirá 31, tres años le dan para mucho. Primero, maravilló en el Campeonato del Mundo de Francia, en 1998; después, en enero de 1999, fichó por el Barcelona junto a su hermano Ronald luego de que Louis van Gaal le considerara la piedra angular para clonar en el Camp Nou el Ajax que conquistó la Copa de Europa a costa del Milan en 1995. Pero el plan no cuajó: Van Gaal se fue a la selección holandesa, Ronald acabó en el Glasgow Rangers, escocés, y Frank hizo un acto de contricción al confesar que se había dejado arrastrar por las tentaciones de la vida de Barcelona.
Ahora, sin embargo, Frank es el jugador que se suponía que era. El reconocimiento le ha llegado de la mano de Llorenç Serra Ferrer. Hoy es indiscutible como defensa libre y, por añadidura, marca goles trascendentes, como el que le metió a Cañizares en Mestalla hace dos jornadas.
En cualquier caso, Málaga ha vuelto a ser maldita para los De Boer: allí se rompió su hermano hace un año y allí se lesionó Frank el sábado pasado, aunque no parece que de gravedad. 'Lo malo, el paso atrás', apunta, 'fue el empate. Lo demás es llevadero'.
Pregunta. A juzgar por su actitud, está muy decepcionado con la igualada en La Rosaleda.
Respuesta. Sí, porque desperdiciamos una ocasión única para recortar distancias en la clasificación y presionar al Real Madrid. Yo mismo tuve una oportunidad al final del encuentro en el lanzamiento de una falta. Fue una lástima. Un punto es muy poco.
P. El equipo, eso sí, lleva una racha de imbatilidad difícil de prever tras un arranque de campeonato muy doloroso. ¿A qué atribuye esos 15 partidos sin perder?
R. La clave estuvo en haber empezado a jugar en noviembre, en Brujas, con cuatro defensas y olvidarnos de la línea de tres. El equipo está mucho más arropado y tranquilo, sin dejar tantos espacios y sin correr tantos riesgos. Y Cocu hace un trabajo inagotable para recuperar balones.
P. Hay algo ciertamente sintomático: con Van Gaal se perdía en Valencia alineando a tres defensas y, por contra, con Serra Ferrer se ha ganado con cuatro.
R. Sí, fue una liberación ganar en Valencia. Pero también quiero recordar que, pese a perder en los últimos años muchas veces, siempre jugamos bien y metimos muchos goles.
P. ¿Cree desfasada la zaga de tres pese a que se asocie con la leyenda del dream team y la del Ajax de 1995?
R. Son tiempos, equipos y momentos distintos. La Liga española es más fuerte que la holandesa. No se puede reproducir en el campeonato español el esquema del Ajax porque en el Barcelona no disponemos de un futbolista de las características de Blind, un defensa muy técnico y táctico y que construía el juego igual que lo cerraba. Ahora jugamos con un doble pivote y tengo claro que Guardiola, un gran conductor del juego, no tiene que preocuparse de defender. Pero jugar con cuatro atrás no quiere decir que seamos menos creativos. Somos un equipo muy ofensivo: Simão y Overmars abren el campo, Kluivert está delante y Rivaldo actúa con libertad. Creo que, en ese sentido, hemos ganado respecto a la temporada pasada.
P. ¿A qué se refiere?
R. Pues a que Overmars es un número uno en su puesto y muy difícil de controlar y a que Simão lo está bordando. Tanto Figo como Rivaldo bajaban demasiado al medio del campo y se producía un inflación de jugadores. Y ahora, no.
P. No deja de ser curioso que defienda que Rivaldo juegue en la media punta cuando Van Gaal opinaba justamente lo contrario.
R. Bueno, Rivaldo triunfó en la banda. No le habrían dado, entonces, el Balón de Oro. Es un futbolista excepcional y tiene una gran capacidad para marcar las diferencias. Sí que es cierto que baja mucho a defender, pero no tiene la profundidad de Overmars. Coge la pelota y va directo a la portería. Pero ése es su estilo y compensa. Es insustituible.
P. Hay otro caso para la reflexión: el del doble pivote. Frente al Valladolid, por ejemplo, después de la expulsión de Abelardo, el Barcelona jugó con un solo medio centro, Guardiola, y, pese a que le costó ganar, se desenvolvió quizá con mayor soltura que con el doble pivote.
R. Estoy bastante de acuerdo. Guardiola tiene una gran visión del juego y sabe leer los partidos. A veces se basta para conducir al equipo sin necesidad de un escudero. Pero el conjunto también ha funcionado con el doble pivote.
P. ¿Hasta qué punto fue traumática la marcha de Figo?
R. Resultó muy dura. No voy a descubrirle ahora. Pero su sustitución ha sido al final más sencilla. Mi hermano Ronald podría haberle reemplazado porque es muy táctico y desborda por la banda. Pero Simão está haciendo una temporada perfecta, abriendo el campo, regateando, centrando. Creo, sinceramente, que es ahora nuestro referente.
P. Usted mismo viene diciendo que está en su mejor momento desde que llegó al Barcelona. Pero incluso le ha costado amarrar la titularidad.
R. Sí, pero yo estaba seguro de que ahora podía rendir al máximo. Ronald Koeman tampoco lo tuvo fácil al principio y terminó siendo un héroe. Pero llevo dos años aquí, conozco mejor la Liga y estoy más adaptado. Hablé con Serra Ferrer y esperé una oportunidad.
P. ¿Se vio fuera del club cuando se marchó Van Gaal?
R. Tenía un contrato y, por encima de cualquier cosa, quería seguir. Creo que mi primer año en el Barcelona fue razonablemente bueno. Además, ganamos la Liga. Pero el pasado, no. Perdimos demasiados partidos, aunque reaccioné en la Eurocopa, con Holanda, pese a fallar un penalti en la semifinal contra Italia.
P. Cocu, Kluivert, Overmars y usted son titulares. ¿Le sorprende que ahora ya nadie recuente los holandeses que hay en la alineación, salvo Van Gaal cuando acude de visita al Camp Nou?
R. Yo también entiendo que la afición quiera más españoles en el equipo y, a ser posible, más catalanes. Algo similar pasa en el Ajax. Pero ya no nos ve como un colectivo, sino como una suma de jugadores.
P.. Quizá el problema era Van Gaal. O tal vez los socios piensan que ahora vienen jugando los holandeses de calidad.
R. Cuando los resultados no llegan, es normal que el ambiente se crispe. Toda la ira se volcaba contra Van Gaal. De todas formas, le sigo estando muy agradecido.
P. ¿Hasta dónde cree que puede llegar el Barcelona en esta temporada?
R. Estoy seguro de que podemos ganar los tres títulos en disputa: la Liga, la Copa de la UEFA y la Copa del Rey. El equipo está más unido que nunca.
P. ¿No participa de la idea general de que el Madrid tiene mejor plantilla que el Barcelona y, por tanto, es el máximo favorito para el título?
R. No. Ya se vio en el partido Barcelona-Madrid del Camp Nou. La diferencia es sutil: todos los equipos sufren baches y dependerá de lo largo que sea el suyo. El nuestro, francamente, lo fue. Pero al Madrid le puede pasar lo mismo que a nosotros hace un año: tener opciones de ganarlo todo y quedarse sin nada. Tener una gran plantilla no significa ganarlo todo. No creo en las estrellas, sino en los grupos. Nos pasó en el Ajax: estabámos Kluivert, Bogarde, Blind, yo... Quizá Rijkaard era la única estrella reconocida de aquel colectivo.
P. En cualquier caso, ya se especula con que Fabio Capello puede ser el sustituto de Serra Ferrer para la campaña que viene. ¿Qué le parece?
R. Pues no veo por qué hay que cambiar de entrenador si las cosas van bien y ganamos títulos.
P. Pues a Bobby Robson el Barcelona le cambió por Van Gaal pese a que había ganado la Copa, la Recopa y la Supercopa
R. Bueno, son cosas en las que no puedo entrar.
P. Algunos compañeros suyos temen que la junta directiva haga una limpieza o una remodelación de la plantilla al final de la temporada para rejuvenecer el equipo.
R. Pues yo no tengo esa sensación. No había oído nada de eso.
P. Cocu ha ampliado su contrato por dos temporadas más y Kluivert renegocia el suyo. ¿Cuáles son sus planes?
R. Me gustaría retirarme en el Barcelona en 2004, a los 34 años. Mi contrato acaba en 2002 y querría alargarlo dos años más. Estoy muy a gusto. Mi mujer, también. Y mis hijas tienen a sus amigos en el colegio. Los cambios de ciudad son engorrosos. Espero la llamada del club. A mí me contrató Van Gaal, pero yo era consciente de que iba a un club que me gustaba mucho, y sigo pensando lo mismo. La salida del entrenador y también la de mi hermano no tienen por qué condicionar mi opinión sobre el Barcelona. Me siento como nunca y pienso que puedo acabar mi carrera en el Camp Nou.
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