El presidente de Ucrania destituye al jefe de los servicios secretos
El presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, destituyó ayer al jefe de los servicios secretos, Leonid Derkach, en su primera respuesta concreta a la presión cada vez más intensa para que él mismo dimita. Acosado por el escándalo que le liga a la desaparición y probable asesinato de un periodista opositor, Kuchma recibe hoy en su feudo de Dnipropetrovsk a su homólogo ruso, Vladímir Putin. La oposición interpreta el hecho de que la cumbre no se celebre en Kiev como reflejo del temor a que la arruinen las protestas populares.
El líder del Kremlin tiene un exquisito cuidado en no opinar sobre el Kuchmagate, pero algunos analistas ven en los problemas del presidente ucranio la mejor oportunidad de que el antiguo 'granero de la URSS', de 50 millones de habitantes, comience a volver al redil ruso y abandone los coqueteos con Occidente y con la OTAN de los últimos años.
Kuchma está en la picota por el llamado caso Gongadze, por el nombre de un periodista que dirigía un diario electrónico crítico con el poder y cuyo rastro se perdió el pasado septiembre. El dirigente opositor Alexandr Moroz difundió grabaciones clandestinas efectuadas por un oficial del servicio de seguridad del presidente en las que alguien, cuya voz se parece a la de Kuchma como una gota de agua a otra, hablaba de deshacerse del informador con lenguaje de hampón barato.
Cadáver decapitado
Las pruebas de ADN determinaron con el 99,6% de probabilidad que un cadáver decapitado hallado en noviembre correspondía a Gongadze. Otras grabaciones ligan también a Kuchma con el encubrimiento de un caso de corrupción y amenazas a un juez. El presidente ucranio lo niega todo y se dice víctima de una conspiración que, dice, amenaza la seguridad nacional del país. El fiscal general, que sostuvo que las grabaciones eran falsas, tan sólo dice ya que fueron manipuladas.
En el último mes se han multiplicado las protestas masivas para que dimita Kuchma, desde el montaje de un campamento permanente en el centro de Kiev a marchas que, desde diversos lugares del país, confluyeron el martes en la capital. El lema es siempre el mismo: 'Ucrania sin Kuchma'.
Las cosas se pusieron todavía peor el viernes para el presidente cuando 15 personalidades de la oposición crearon un Foro Nacional de Salvación 'para acelerar la liberación de la sociedad de este régimen corrupto', según el antiguo disidente Levko Lukianenko.
La cadena de televisión privada Uno Más Uno se ha unido a las voces que afirman que la libertad de expresión está bajo constante en amenaza en Ucrania. En un comunicado, el canal denuncia todo tipo de interferencias y presiones desde las estructuras de poder, especialmente desde los servicios secretos, que dirigía el hoy cesante Derkach.
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