Iñaki Larrimbe expone series de fotografías que juegan con la realidad

'Yo trabajo como los grupos de rock. Tengo temas de siempre que sigo tocando y otros nuevos que se van sumando', explica Larrimbe. En la exposición de Bilbao arte figura la vieja serie Diminutos, muñecos que se apoyan en objetos de plástico, que está desarrollando desde 1997 y ya ha expuesto en Barcelona, en Vitoria y en Cuenca, y las series Plasticman -otra vez muñecos pintados a mano, que son fotografiados y alterados por ordenador- Made in ..., Objetos enfermos y Accidentes de tráfico.

En todas las imágenes el artistas plantea una ambigüedad bien calculada. 'En toda mi obra hay un juego de apariencias; lo que parece ser luego no es. Dudar si las imágenes que vemos son reales o no son reales es muy artístico; es una obra muy infantil', explica Larrimbe. 'Los niños son grandes intelectuales. En el fondo, el artista los que hace es recuperar toda su vida el terreno de la infancia. A la mayoría de la gente se le va arrebatando con la edad, pero el artista se nutre de él'.

En cada pieza de Diminutos aparecen los muñecos, de escala reducida, y los objetos -una esponja o una jabonera, por ejemplo- formando una escena. 'Es como hacen los niños; con los muñequitos van montando sus historias'. Su trabajo comienza en la creación de los muñecos y las piezas que pasan después a la fotografía, antes de ser ordenadas en series. 'Tratamos a los objetos como a seres vivos, y yo los he humanizado, tanto que hasta pueden llegar a caer enfermos', añade el artista, formado en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco.

Larrimbe cree que su forma de tratar la fotografía y la escultura, la disciplina con la que inició su carrera artística, están directamente conectadas. 'Cuando hacía esculturas hacía moldes, de mi cara, por ejemplo, que no deja de ser una fotografía en tres dimensiones', explica.

Los esfuerzos de Larrimbe en el terreno de la escultura se centran ahora en la obra pública. 'Me gusta esa unión entre la escultura y el urbanismo, cercana a la arquitectura. Integras la obra en la ciudad, algo que no se puede hacer en una galería', confiesa.

Tras elaborar multitud de proyectos de esculturas públicas y acudir a las convocatorias de concursos, ha logrado instalar en los jardines de las Juntas Generales de Álava, en Vitoria, una obra de homenaje al parlamentario socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA con su escolta. El conjunto escultórico está formado por diez flores de acero inoxidable. Una de ellas reposa sobre el suelo con el rostro de Buesa grabado en el metal.

Plasticman se clausura el 24 de marzo. Después, la obra de Larrimbe se expondrá en Francfort y en Oviedo.