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Descubierta una joven de 16 años que se prostituía en la Casa de Campo

El Grupo de Menores (Grume) de la Brigada Judicial del Cuerpo Nacional de Policía tomó declaración, hace unos días, a una joven de 16 años procedente de la provincia serbia de Kosovo (Yugoslavia) que se prostituía en la Casa de Campo, según afirmó ayer Andrés Salagre, jefe del grupo. Este caso confirma las denuncias de los residentes en Batán y Alto de Extremadura sobre la presencia de menores inmigrantes entre las meretrices que ejercen en la zona. La joven fue trasladada desde el Grume a un centro de acogida en Hortaleza. La concejal de Policía, María Tardón, había asegurado que, desde octubre a febrero, dos jóvenes meretrices de la Casa de Campo, sospechosas de ser menores, habían pasado por el Grume. Pero el caso de esta joven kosovar es el primero que se confirma.

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Los agentes de policía llevaron a la muchacha al Grume. La menor no poseía ningún documento, así que un médico le realizó una radiografía en la muñeca que determinó que sólo tiene 16 años. 'Esta prueba es infalible. Sólo da un margen de error de seis meses ', afirmó Salagre.

La joven kosovar, que fue trasladada después a un centro de acogida de la Comunidad, fue descubierta gracias al nuevo dispositivo policial organizado en la zona tras las protestas de los vecinos.

Los vecinos de Batán y Alto de Extremadura, al conocer la noticia de que la policía había descubierto a una joven inmigrante de 16 años que se prostituía en la Casa de Campo, advirtieron de que hay muchas más menores que ejercen en la zona como meretrices. 'Si la policía hiciese de verdad un seguimiento exhaustivo se vería que, aunque se maquillan y se visten como señoras, hay muchas chicas que no han cumplido 18 años', aseguró Juan Díez, presidente de la Asociación de Vecinos Alto de Extremadura. Los vecinos piden, además, que se investigue cómo han llegado a Madrid estas muchachas y que el Gobierno regional las proteja, como se ha hecho con la joven kosovar. 'No tenemos nada en contra de ellas, al revés, queremos que tengan una vida digna', afirmó Díez.

Estas jóvenes de aspecto aniñado ofrecen sus servicios las 24 horas del día en la Casa de Campo. En ropa interior de colores chillones y con botas de plataforma, se dejan ver desde las inmediaciones de Batán y se adentran hacia el interior del parque. Las africanas se sitúan en el límite del barrio de Batán con la Casa de Campo. Las que proceden de los países del este de Europa, como la joven kosovar descubierta por la policía, trabajan en la zona del lago, junto a los bares y debajo de la luz de las farolas. Al paso de los coches intentan abrir las puertas para conseguir algún cliente. Los vecinos aseguran que las mujeres están vigiladas por mafias.

Los residentes en los alrededores de este parque han denunciado estos hechos en repetidas ocasiones, la última vez el pasado miércoles con el respaldo de 20.000 firmas que llevaron al Ayuntamiento y al Gobierno regional. Mañana, para continuar con sus reivindicaciones, se concentrarán a las 12.00 en el lago de la Casa de Campo, convocados por la Plataforma Salvar a la Casa de Campo.

Ante las quejas de los vecinos y las peticiones de la oposición, la concejal de Seguridad, María Tardón, prometió formar una comisión en la primera quincena de marzo para tratar el tema de la prostitución en el pulmón verde madrileño. Los vecinos, de momento, no han tenido ninguna noticia sobre esta comisión.

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