El Atlético se hunde (1-3)
El equipo de Marcos cae ante el Murcia y Kiko es agredido por un grupo de hinchas radicales
La derrota trajo el caos. La continuación del pobre espectáculo deportivo que dio el Atlético de Madrid en el campo fue la ira de sus aficionados en las gradas y en el perímetro del estadio. 'Por tu culpa estamos en Segunda', vociferaban en la calle unos diez cabezas rapadas próximos al Grupo Bastión dirigiéndose a Kiko. El jerezano salía tras el encuentro a buscar a su padre. En ese momento, el grupo lo increpó e incluso uno de sus miembros lo zarandeó al tiempo que presionaba su dedo corazón contra su cuello. Los otros nueve energúmenos agredieron a los periodistas que acompañaban al delantero rojiblanco y uno recibió un fuerte puñetazo en la mandíbula.
Un epílogo indeseable para un partido surrealista. El Atlético es un equipo misterioso. Pero de un misterio desagradable, tan difícil de descifrar como la famosa piedra Roseta. Uno de esos conjuntos que siempre facilitan la ilusión de que se enfrenta a un escuadrón de privilegiados estilistas en vez de a once jugadores normalitos. Loreto y Zárate, dos delanteros apañados pero nada más que eso, apañados, jugaron con una defensa insegura en la que destacó la nulidad de Juan Gómez. La banda izquierda era un camino sin peaje para Loreto. Desde allí llegó el córner que supuso el primer tanto, que convirtió Zárate y desde ese costado marcó Loreto el gol que sentenciaba al Atlético, dejaba muchas dudas sobre el ascenso rojiblanco y colocaba al técnico de los madrileños, Marcos Alonso, contra las cuerdas: los asesores deportivos de Jesús Gil, con Paulo Futre a la cabeza, se reunieron de inmediato. Un Marcos que, sin arrojar la toalla, declaraba: 'No nos ha salido nada de nada'. Y pedía 'apoyo para los jugadores'.
ATLÉTICO 0| MURCIA 3
Atlético de Madrid: Sergio; Njegus (Correa, m. 59), Juan Gómez (Mena, m. 70), Hibic, Fagiani (Dani, m. 50); Aguilera, Hugo Leal, Wicky, Luque; Kiko y Salva. Murcia: Viña; Méndez (R. Torres, m. 81), Carrero, Vaqueriza, Meloño; Luis Gil, Godino, Monteagudo, Kortina (Santis, m. 58); Zárate (Aguilar, m. 52) y Loreto. Goles: 1-0. M. 25. Córner desde el lado derecho que remata de cabeza Zárate. 2-0. M. 63. Jugada de contraataque que culmina Godino. 3-0. M. 80. Luis Gil, en otra réplica. Árbitro: Téllez Sánchez. Amonestó a Hugo Leal, Aguilera, Mena, Salva, Luis Gil, Meloño y Monteagudo. Unos 50.000 espectadores en el estadio Calderón.
Más misterios que añadir a la tragedia atlética. Mientras el Murcia jugaba con un balón perfectamente esférico y obediente, los rojiblancos se manejaban con una pelota oblonga imposible de controlar. Kiko, Hugo Leal, Luque... Daba igual quién lo intentara. Ninguno conseguía domesticar el cuero. El mismo Kiko desperdició la mejor ocasión del Atlético nada más reanudarse el encuentro tras el descanso, cuando recogió un balón rebotado y se plantó solo ante Viña. Kiko, entonces, perdió la pelota y retozó por el césped dando volteretas hasta la línea de fondo. La jugada acabó en córner.
El Murcia destapó la máscara de equipo solvente que el Atlético se había fabricado en la segunda vuelta del campeonato con una receta sencilla. Presión en el campo contrario, respeto por el balón y velocidad por las bandas. Así llegaron sus goles. Unos tantos que abren una nueva crisis en los rojiblancos y pueden acabar con Marcos y con las ilusiones de los aficionados de abandonar el sótano de la Segunda.
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