Rato califica las inversiones vetadas en Cantábrico de 'financieras'

El Gobierno tiene tres meses para decidir sobre el veto impuesto a las ofertas públicas de adquisición de acciones (OPA) de Ferroatlántica-EnBW (hispano-alemana) y Cajastur-Edp (hispano-portuguesa). Sin embargo, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, dio ayer en Bilbao una pista de por dónde puede ir la decisión del Ejecutivo, al asegurar que estas sociedades conocían la legislación española. 'Supongo que serán inversiones de carácter financiero', dijo Rato antes de asegurar que su decisión no es política, sino que se basa en los informes de sus técnicos. Las palabras de Rato dejan entrever que la decisión del Gobierno es firme y que estas compañías en las que cuentan con una participación en su accionariado Francia, Portugal y Alemania no podrán disfrutar de derechos políticos.

Tras hacer una defensa de la legislación española en la que se ampara su decisión -una disposición adicional a los presupuestos de 2000-, Rato dijo que tanto la norma como la decisión estaban en la línea de la doctrina europea expresada en el Consejo de Estocolmo: 'Los mercados monopolísticos no pueden vulnerar la competencia en los liberalizados'. Así, Rato lanzó a Bruselas un reto: 'A ver si la Comisión es tan diligente en este tema como en otras cosas'.