'Mientras yo tragaba pólvora en las calles, Alan García tomaba vino en París'

Si pierde las elecciones de mañana, puede darle un infarto. Tal es el ansia de victoria del candidato de Perú Posible, el economista Alejandro Toledo, de 55 años. 'Yo he sido ganador toda mi vida y no pretendo romper mi récord'. No contempla, pues, bajo ningún concepto la hipótesis de la derrota. Y, sin embargo, pese a llevar prácticamente dos años en campaña electoral y ser el candidato con mayores recursos económicos, su rival Alan García le pisa los talones, según las últimas encuestas. En su mitin fin de campaña, el líder del APRA reunió a una ingente multitud en el centro de Lima. El jueves por la noche, Toledo cerró la campaña a más de 2.000 metros de altitud, en la plaza de Armas de la ciudad imperial de Cuzco, como 'expresión más simbólica de la peruanidad profunda' y 'para invocar a los apus [dioses]' que le den la victoria. Invoca el papel de víctima de una guerra sucia, pero el candidato Toledo no se anda por las ramas a la hora de dirigir dardos envenenados a su rival, a quien acusa de connivencia con Vladimiro Montesinos. Asegura que si es elegido presidente de la República no vivirá en palacio, aparentemente para estar más cerca del pueblo, pero no revela si mantendrá su residencia en el barrio residencial limeño de Camacho. EL PAÍS conversó con Toledo en Cuzco minutos antes del último mitin de la campaña.

Pregunta. ¿Podría apuntar tres razones para convencer a los miles de peruanos que a dos días de las elecciones desconfían de los dos candidatos?

Respuesta. Creo que tienen que votar por el cambio, pensar en el futuro y reconciliar ellos mismos su natural y comprensible apatía política con la necesidad de no debilitar la gobernabilidad. La campaña por el voto en blanco y nulo ha sido de una enorme irresponsabilidad. Yo les digo: atrévete a apostar por el cambio y por el futuro, no apuestes por el pasado; nos hemos preparado para gobernar, tenemos un equipo solvente y un programa claro; el fortalecimiento de las instituciones democráticas le dará continuidad a un país herido moral, económica e institucionalmente; creo que he hecho los méritos suficientes para merecer el beneficio de la duda. Entiendo la apatía, la desilusión y la desconfianza, pero yo no la he creado. Yo me he fajado para tener democracia y libertad, para que Alan García pueda regresar y ser candidato. Mientras yo tragaba pólvora en las calles, Alan García tomaba vino en París.

P. Usted dijo el año pasado que Fujimori le había robado las elecciones y que había obtenido más del 50% de los votos en aquellas elecciones fraudulentas. Sin embargo, ahora que ha habido unos comicios con garantías, sólo le ha votado un tercio de la población.

R. Señor periodista, le invito a manejar las cifras. Usted está comparando papas con camotes [batatas]. La elección del año pasado con Fujimori era entre dos candidatos. Esta vez, en la primera vuelta éramos siete candidatos. En consecuencia la población electoral se distribuye. Concurrían Lourdes Flores, Fernando Olivera...

P. Pero si usted hubiera logrado la mayoría en la primera vuelta se habría evitado un segundo turno.

R. No. Muchos de los que votaron por Lourdes era gente que venía del fujimorismo, como ahora esta misma gente vota por Alan García, porque están tratando de comprar la impunidad.

P. ¿Cómo explica el ascenso de Alan García en las encuestas a pesar de que su Gobierno terminó siendo blanco de muchas críticas?

R. Clarísimo. El APRA representa hoy entre el 10% y el 12% de los peruanos. La diferencia con lo que tiene ahora es la gente del fujimorismo, que busca impunidad a través de él. Martha Chávez, Martha Hildebrandt, Carmen Lozada, los halcones de Vladimiro Montesinos votan por Alan García. ¿Por qué?

P. ¿Usted cree realmente que estas personas que acaba de citar estarían más tranquilas con Alan García de presidente?

R. Absolutamente. No por convicción, sino porque es una cuestión de conveniencia. El hombre más cercano y más fiel de García, su secretario privado , le pide 100.000 dólares a Montesinos y recibe 30.000. ¿Usted cree que García no sabía de eso? Lo que trato de decir es que todo apunta a un acuerdo entre los montesinistas y Alan García. Le van a votar los que tienen rabo de paja, los que han estado en la corrupción.

P. ¿Cuáles serán sus tres primeras medidas si resulta elegido presidente?

R. Primero, poner en marcha un programa de reactivación económica en los primeros 100 días, que incluye disminución de impuestos y tipos de interés, una guerra frontal contra el contrabando, disciplina fiscal y monetaria y avances en las privatizaciones; en segundo lugar, agarraré el toro por las astas en el tema del poder judicial y garantizaré seguridad jurídica para las inversiones; por último, quiero iniciar una campaña para firmar un acuerdo de concertación, con todas las fuerzas políticas y la sociedad civil. Incluyendo a las Fuerzas Armadas.

P. Es decir, si usted gana las elecciones, ¿propondrá un acuerdo de unidad nacional que incluya al APRA y a su líder Alan García?

R. Sí.

P. ¿Incorporaría al APRA a su Gobierno?

R. No, no, no, no. Primero tenemos que identificar sobre qué nos ponemos de acuerdo. Yo buscaré el consenso, la gobernabilidad, pero eso es un concepto abstracto si no aterrizamos en una agenda sobre la que nos podemos poner de acuerdo. Si acordamos, por ejemplo, que debemos dedicar el 7% del PIB a la educación para los próximos 20 años, ¿no firmamos? Y allí entramos todos. Necesitamos gobernabilidad y unidad. Ahora estamos en el fragor de la campaña, se han quemado muchos puentes.

P. ¿Qué está dispuesto a hacer para conseguir que Montesinos y Fujimori sean entregados a la justicia de Perú?

R. No soy un juez ni un policía. Daremos todo el respaldo del Gobierno a las instituciones. Queremos reforzar el poder judicial, la Comisión de la Verdad, la iniciativa nacional anticorrupción, la Procuraduría que preside José Ugaz. Yo le aseguro que Vladimiro Montesinos será capturado y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que Fujimori venga ante los jueces. Pero no soy quién para determinar su culpabilidad. Espero que los garzones del mundo ayuden a que la justicia se globalice.

P. Si gana Alan García, ¿encabezará usted una oposición feroz?

R. No contemplo de ninguna manera esta hipótesis. Sólo contemplo hipótesis alternativas en el mundo académico, pero ya hace tiempo que dejé la academia y ahora estoy hablando de política.

P. Usted ha sido acusado reiteradamente de voluble, de no decir la verdad, de perder los nervios con facilidad y de impuntual.

R. Lo rechazo contundentemente. No he perdido los nervios en una guerra brutal frente al poder más siniestro, Fujimori-Montesinos. Nunca he cambiado de opinión. Soy un hombre de firmes convicciones, no soy voluble para nada, y además lo he demostrado. Eso sí, soy terco. ¿Impuntual? Usted tiene que adaptarse a la cultura peruana. Ustedes los españoles nos han dejado ese legado, eso sí.

P. ¿Hubiera preferido enfrentarse a Lourdes Flores en vez de Alan García en esta segunda vuelta?

R. No. Yo hubiera querido ganar en la primera vuelta, pero no fue posible. Claro que siempre es más fácil pronosticar el pasado. Para mí no hay contendiente pequeño, por lo que no subestimo a nadie.

P. ¿Cuál será su primera llamada telefónica si gana el domingo? ¿Ha pensado en ello?

R. No he pensado todavía en esa llamada, he pensado más bien en ir a agradecer a todos los que han colaborado con nosotros. E iré a felicitar a los que compitieron en este proceso electoral.

P. ¿Teme que el país se polarice extremadamente, quienquiera que sea el ganador?

R. Espero que no.

P. Pero ahora lo está.

R. Sí, sin duda lo está. Por eso propongo esa necesidad de la concertación y el diálogo. Necesitamos reconciliarnos, cerrar heridas y construir el Perú. El país está muy debilitado. Tengo uno de los mejores equipos de gobierno. Sin embargo, no será suficiente.Si pierde las elecciones de mañana, puede darle un infarto. Tal es el ansia de victoria del candidato de Perú Posible, el economista Alejandro Toledo, de 55 años. 'Yo he sido ganador toda mi vida y no pretendo romper mi récord'. No contempla, pues, bajo ningún concepto la hipótesis de la derrota. Y, sin embargo, pese a llevar prácticamente dos años en campaña electoral y ser el candidato con mayores recursos económicos, su rival Alan García le pisa los talones, según las últimas encuestas. En su mitin fin de campaña, el líder del APRA reunió a una ingente multitud en el centro de Lima. El jueves por la noche, Toledo cerró la campaña a más de 2.000 metros de altitud, en la plaza de Armas de la ciudad imperial de Cuzco, como 'expresión más simbólica de la peruanidad profunda' y 'para invocar a los apus [dioses]' que le den la victoria. Invoca el papel de víctima de una guerra sucia, pero el candidato Toledo no se anda por las ramas a la hora de dirigir dardos envenenados a su rival, a quien acusa de connivencia con Vladimiro Montesinos. Asegura que si es elegido presidente de la República no vivirá en palacio, aparentemente para estar más cerca del pueblo, pero no revela si mantendrá su residencia en el barrio residencial limeño de Camacho. EL PAÍS conversó con Toledo en Cuzco minutos antes del último mitin de la campaña.

Pregunta. ¿Podría apuntar tres razones para convencer a los miles de peruanos que a dos días de las elecciones desconfían de los dos candidatos?

Respuesta. Creo que tienen que votar por el cambio, pensar en el futuro y reconciliar ellos mismos su natural y comprensible apatía política con la necesidad de no debilitar la gobernabilidad. La campaña por el voto en blanco y nulo ha sido de una enorme irresponsabilidad. Yo les digo: atrévete a apostar por el cambio y por el futuro, no apuestes por el pasado; nos hemos preparado para gobernar, tenemos un equipo solvente y un programa claro; el fortalecimiento de las instituciones democráticas le dará continuidad a un país herido moral, económica e institucionalmente; creo que he hecho los méritos suficientes para merecer el beneficio de la duda. Entiendo la apatía, la desilusión y la desconfianza, pero yo no la he creado. Yo me he fajado para tener democracia y libertad, para que Alan García pueda regresar y ser candidato. Mientras yo tragaba pólvora en las calles, Alan García tomaba vino en París.

P. Usted dijo el año pasado que Fujimori le había robado las elecciones y que había obtenido más del 50% de los votos en aquellas elecciones fraudulentas. Sin embargo, ahora que ha habido unos comicios con garantías, sólo le ha votado un tercio de la población.

R. Señor periodista, le invito a manejar las cifras. Usted está comparando papas con camotes [batatas]. La elección del año pasado con Fujimori era entre dos candidatos. Esta vez, en la primera vuelta éramos siete candidatos. En consecuencia la población electoral se distribuye. Concurrían Lourdes Flores, Fernando Olivera...

P. Pero si usted hubiera logrado la mayoría en la primera vuelta se habría evitado un segundo turno.

R. No. Muchos de los que votaron por Lourdes era gente que venía del fujimorismo, como ahora esta misma gente vota por Alan García, porque están tratando de comprar la impunidad.

P. ¿Cómo explica el ascenso de Alan García en las encuestas a pesar de que su Gobierno terminó siendo blanco de muchas críticas?

R. Clarísimo. El APRA representa hoy entre el 10% y el 12% de los peruanos. La diferencia con lo que tiene ahora es la gente del fujimorismo, que busca impunidad a través de él. Martha Chávez, Martha Hildebrandt, Carmen Lozada, los halcones de Vladimiro Montesinos votan por Alan García. ¿Por qué?

P. ¿Usted cree realmente que estas personas que acaba de citar estarían más tranquilas con Alan García de presidente?

R. Absolutamente. No por convicción, sino porque es una cuestión de conveniencia. El hombre más cercano y más fiel de García, su secretario privado , le pide 100.000 dólares a Montesinos y recibe 30.000. ¿Usted cree que García no sabía de eso? Lo que trato de decir es que todo apunta a un acuerdo entre los montesinistas y Alan García. Le van a votar los que tienen rabo de paja, los que han estado en la corrupción.

P. ¿Cuáles serán sus tres primeras medidas si resulta elegido presidente?

R. Primero, poner en marcha un programa de reactivación económica en los primeros 100 días, que incluye disminución de impuestos y tipos de interés, una guerra frontal contra el contrabando, disciplina fiscal y monetaria y avances en las privatizaciones; en segundo lugar, agarraré el toro por las astas en el tema del poder judicial y garantizaré seguridad jurídica para las inversiones; por último, quiero iniciar una campaña para firmar un acuerdo de concertación, con todas las fuerzas políticas y la sociedad civil. Incluyendo a las Fuerzas Armadas.

P. Es decir, si usted gana las elecciones, ¿propondrá un acuerdo de unidad nacional que incluya al APRA y a su líder Alan García?

R. Sí.

P. ¿Incorporaría al APRA a su Gobierno?

R. No, no, no, no. Primero tenemos que identificar sobre qué nos ponemos de acuerdo. Yo buscaré el consenso, la gobernabilidad, pero eso es un concepto abstracto si no aterrizamos en una agenda sobre la que nos podemos poner de acuerdo. Si acordamos, por ejemplo, que debemos dedicar el 7% del PIB a la educación para los próximos 20 años, ¿no firmamos? Y allí entramos todos. Necesitamos gobernabilidad y unidad. Ahora estamos en el fragor de la campaña, se han quemado muchos puentes.

P. ¿Qué está dispuesto a hacer para conseguir que Montesinos y Fujimori sean entregados a la justicia de Perú?

R. No soy un juez ni un policía. Daremos todo el respaldo del Gobierno a las instituciones. Queremos reforzar el poder judicial, la Comisión de la Verdad, la iniciativa nacional anticorrupción, la Procuraduría que preside José Ugaz. Yo le aseguro que Vladimiro Montesinos será capturado y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que Fujimori venga ante los jueces. Pero no soy quién para determinar su culpabilidad. Espero que los garzones del mundo ayuden a que la justicia se globalice.

P. Si gana Alan García, ¿encabezará usted una oposición feroz?

R. No contemplo de ninguna manera esta hipótesis. Sólo contemplo hipótesis alternativas en el mundo académico, pero ya hace tiempo que dejé la academia y ahora estoy hablando de política.

P. Usted ha sido acusado reiteradamente de voluble, de no decir la verdad, de perder los nervios con facilidad y de impuntual.

R. Lo rechazo contundentemente. No he perdido los nervios en una guerra brutal frente al poder más siniestro, Fujimori-Montesinos. Nunca he cambiado de opinión. Soy un hombre de firmes convicciones, no soy voluble para nada, y además lo he demostrado. Eso sí, soy terco. ¿Impuntual? Usted tiene que adaptarse a la cultura peruana. Ustedes los españoles nos han dejado ese legado, eso sí.

P. ¿Hubiera preferido enfrentarse a Lourdes Flores en vez de Alan García en esta segunda vuelta?

R. No. Yo hubiera querido ganar en la primera vuelta, pero no fue posible. Claro que siempre es más fácil pronosticar el pasado. Para mí no hay contendiente pequeño, por lo que no subestimo a nadie.

P. ¿Cuál será su primera llamada telefónica si gana el domingo? ¿Ha pensado en ello?

R. No he pensado todavía en esa llamada, he pensado más bien en ir a agradecer a todos los que han colaborado con nosotros. E iré a felicitar a los que compitieron en este proceso electoral.

P. ¿Teme que el país se polarice extremadamente, quienquiera que sea el ganador?

R. Espero que no.

P. Pero ahora lo está.

R. Sí, sin duda lo está. Por eso propongo esa necesidad de la concertación y el diálogo. Necesitamos reconciliarnos, cerrar heridas y construir el Perú. El país está muy debilitado. Tengo uno de los mejores equipos de gobierno. Sin embargo, no será suficiente.