Dos ex directivos de Ona Catalana niegan ante la juez anomalías económicas

Los ex directivos de Ona Catalana Bartomeu Espadalé y Jordi Martí declararon ayer como imputados en el Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona y negaron haber falseado las cuentas de la cadena radiofónica en beneficio propio, contrariamente a lo que sostiene una querella presentada contra ellos por el Grupo Z. Fue precisamente esta querella lo que motivó su comparecencia en el juzgado durante varias horas, en las que defendieron su gestión en la compañía.

Pablo Molins, abogado de Espadalé, admitió que su cliente pudo cometer alguna acción 'estéticamente fea', como la utilización de 7,5 millones de pesetas de las líneas de descuento de la sociedad para acudir a una ampliación de capital, cantidad que luego fue devuelta, aunque precisó que esta actuación no tiene relevancia penal. Molins también admitió que los representantes del Grupo Z en el Consejo de Administración se enteraron con posterioridad de la concesión de un crédito de 5,4 millones de euros por parte del Instituto Catalán de Finanzas, pero negó cualquier intervención de Espadalé en esta gestión.

En la querella del Grupo Z, que es propietario del 35% de las acciones de Ona Catalana, se acusa a Espadalé y Martí de los delitos de falsedad, estafa y delitos societarios por una supuesta falsificación de las cuentas y manipulación de las actas del Consejo de Administración. El abogado de los querellantes declinó realizar cualquier comentario y considera que la querella debe seguir tramitándose con la declaración de los testigos propuestos. Ona Catalana intentó personarse en la causa, pero la magistrada María Concepción Martín lo rechazó al entender que no es parte perjudicada.