Garzón impone fianzas de 12.000 euros a 18 dirigentes de las cúpulas de Batasuna

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón impuso ayer fianzas de 12.000 euros a 18 dirigentes de las cúpulas de Batasuna o de las formaciones políticas similares que la precedieron con distinta denominación. El magistrado destacó en su resolución que los imputados por un delito de integración en organización terrorista ingresarán en prisión si no depositan en metálico el importe exigido en un plazo máximo de 48 horas. Los imputados, además, deberán comparecer semanalmente en el juzgado más próximo a su domicilio.

Los 18 imputados son: Jon Idígoras, Josu Iraeta, Adolfo Araiz, Juan Carlos Rodríguez González, Mikel Arregi, Esther Agirre, Karmelo Landa, Sabino del Bado, Miren Jasone Manterola, José Luis Elkoro, Joseba Permach, Floren Aoiz, Juan Pedro Plaza Lujanbio, Santiago Hernando Sáez, Juan Cruz Aldasoro, Kepa Gordejuela, María Isabel Mandiola y Segundo López de Aberasturi.

José Antonio Egido, también imputado, únicamente deberá comparecer los viernes en el juzgado, pero no deberá depositar fianza "a la vista de su declaración (...) y las circunstancias que rodean su caso".

Mientras los otros 18 señalaban ante Garzón que pertenecieron a Batasuna pero no a ETA y se negaban a declarar sobre sus actividades políticas, Egido precisó que se desvinculó de la formación abertzale desde 1991 porque estaba marginado. Además, Egido formuló una condena expresa del terrorismo.

El fiscal Enrique Molina, que había asistido a la declaración de los imputados, solicitó la libertad provisional, pero con la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado. La Asociación de Víctimas del Terrorismo reclamó la imposición de fianzas de 12.000 euros.

Siguen en ETA

Garzón adoptó ambas medidas cautelares señalando textualmente: "La responsabilidad de estas personas, a lo largo del tiempo, en las diferentes Mesas nacionales u organismo de representación de la coalición suspendida les hacen merecedores de una medida grave sobre su situación, que por respeto al principio acusatorio, no puede ir más allá (...) que las solicitadas por las acusaciones fiscal y en especial la popular". Ello quiere decir que Garzón hubiera querido imponer mayores cautelas a los imputados, incluso la prisión preventiva, pero que nadie -ni el fiscal, ni la Asociación de Víctimas del Terrorismo- se lo solicitó.

El auto del juez explica las sospechas de que los imputados "lejos de ser ajenos a la actividad investigada [de cumplir los mandatos de la dirección de ETA] como pretenden, y lejos de desconocer el funcionamiento frentista del complejo terrorista ETA, siguen en él (...) y desempeñan un papel" activo para la banda.

Garzón señala que los imputados participan en las estructuras criminales de la banda como "delegados de ETA", como "enlaces" o como responsables de las estructuras (KAS, Ekin, Xaki, Jarrai-Haika-Segi, Gestoras-Askatasuna y Batasuna), cuyas actividades fueron declaradas ilícitas y están suspendidas por un auto confirmado por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional el pasado 7 de octubre.

En el auto, Garzón destaca que en la causa existen indicios de que "la utilización de Herri Batasuna-Euskal Herritarrok-Batasuna por parte del frente armado de la organización terrorista ETA se ha realizado a través de la participación en sus órganos de dirección (...) a través al menos" de los 18 imputados, "presuntos delegados de aquella organización que lidera todo el complejo terrorista en la formación política", y que , por tanto, está " controlada por ETA".

Batasuna , según el juez , forma parte del diseño táctico de ETA, destinado a generar su particular orden jurídico político. "ETA, además de ejercer la superior dirección, asume el ejercicio de la violencia terrorista necesaria como para que ciudadanos e instituciones asuman la necesidad de aceptar el nuevo orden que ETA reivindica", señala el auto.

Batasuna se orienta a la desestabilización y a la deslegitimación de la institucionalidad y el orden jurídico político vigente, según las investigaciones que sostienen que todas las organizaciones del MLNV mantienen la misma unidad estratégica

Alrededor de medio centenar de ultraderechistas se concentraron ayer frente a la Audiencia Nacional e increparon a los dirigentes de Batasuna que acudían a declarar. La policía, que en todo momento tuvo a los ultraderechistas bajo control, impidió males mayores, quedando reducidos los incidentes a unos gritos de repulsa.