El AVE cruzará el Llobregat por un puente y no por debajo el río
Las administraciones firmarán el viernes el pacto que desencalla la llegada a Barcelona
El viernes será el gran día. Las administraciones central, autonómica y local alcanzarán el pacto que desencalla la llegada del AVE a Barcelona. El acuerdo, logrado la pasada semana por los técnicos, establece que el soterramiento de la línea férrea se prolongue unos 300 metros a partir de la estación situada en el centro de El Prat y salga a la superficie, ya fuera del núcleo residencial, para cruzar el Llobregat por un puente. El Gobierno catalán y el Ayuntamiento de El Prat deseaban un túnel, que Fomento rechazaba por los costes y la duración de la obra.
A las cinco de la tarde, hora torera donde las haya, empezará mañana viernes en el Ministerio de Fomento, en Madrid, la reunión que tiene que poner punto final a los desencuentros sobre el último tramo del AVE a Barcelona. Los técnicos se reunieron la pasada semana y alcanzaron un principio de acuerdo que tiene que ser revalidada por los políticos, según insistió en explicar un portavoz del Departamento de Política Territorial, que dirige Felip Puig.
Puig estará en la reunión, así como las dos personas del ministerio que más han trabajado en las diversas soluciones que se han dado al trazado: Benigno Blanco y Manuel Niño, responsable de las infraestructuras ferroviarias. Estarán también los representantes del mundo local, tanto el alcalde de El Prat, Lluís Tejedor, como el presidente en funciones del Consejo Comarcal del Baix Llobregat, José Luis Morlanes.
El acuerdo incluye tres asuntos, dos relacionados con el paso por El Prat y el tercero con el problema suscitado por la Agencia Catalana del Agua (ACA) por el trazado de la línea en Santa Coloma de Cervelló. Si no hay imprevistos y cambios de postura de última hora, el acuerdo es total sobre los tres puntos.
El primero de los litigios, y el que suscitaba más discrepancias, era el paso del tren por el Llobregat, un problema que era determinante para el resto del trazado en el interior de la población.
La línea de alta velocidad exige una rigidez y una rectitud notables, de modo que el cruce del Llobregat por túnel soterrado suponía problemas añadidos. El tren no puede bajar y subir de golpe, y necesita un prolongado tramo para ambas cosas. Algunos técnicos incluso sugerían que no había espacio suficiente para que remontara entre el cauce del río y la estación de Sants, aunque esta opinión no era universalmente compartida.
En cualquier caso, el nivel de paso por el Llobregat era un factor determinante para el lugar en el que debía estar colocada la estación. Una vez decidido que el paso se haga por un puente, es decir, a cota cero respecto al nivel del mar, buena parte del resto del trazado queda definido por necesidad. No obstante, los técnicos han conseguido un dibujo que permite que la línea circule soterrada hasta 300 metros después de la estación, que estará situada junto a la actual, aprovechando el amplio terreno dejado libre por una vieja fábrica derruida. Con esta solución quedan suficientemente colmados los deseos del alcalde de El Prat de evitar que la línea fuera una cicatriz que rompiera la población.
El tercer problema se daba en la zona de Sant Joan Despí y Santa Coloma de Cervelló ya que la ACA había planteado algunas objeciones al paso del tren junto al Llobregat. Finalmente se ha alcanzado una solución satisfactoria para todas las partes. Ayer no había nadie en el Departamento de Medio Ambiente que estuviera autorizado a comentar el acuerdo alcanzado entre la ACA y el resto de las administraciones.
El pacto permite salvar el último problema para la llegada del AVE a Barcelona. El paso por El Prat era un problema desde hacía años. El Ministerio de Fomento no quería que la línea pasara por el aeropuerto y sostenía que debía entrar en Barcelona por L'Hospitalet y Cornellà. Luego, el presidente Jordi Pujol pactó un enlace en bucle para el aeropuerto que fue rechazado por la práctica totalidad de la sociedad catalana y acabó siendo repudiado por el propio Gobierno catalán, que ha tenido que negociar una solución distinta. Finalmente, se ha llegado a una solución de compromiso: el AVE no llegará al aeropuerto, pero desde la estación situada en el municipio de El Prat se podrá facturar el equipaje y una lanzadera llevará a los pasajeros a las terminales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.