Fele Martínez hace su primer protagonista teatral en 'Sueños de un seductor'
El actor intensifica la neurosis y las obsesiones del personaje ideado por Woody Allen
El actor Fele Martínez se enfrenta a su primer protagonista teatral en Sueños de un seductor, obra de Woody Allen, que también la protagonizó en el cine. Ello supone una dificultad añadida para Fele Martínez, ya que trata de que el espectador se olvide de tan rotundo precedente. Para ello crea un personaje aún más neurótico en este montaje dirigido por David Ottone, que hoy se estrena en el teatro Arlequín, de Madrid.
Fele Martínez está dominado por el pánico escénico. Le consuela que una vez en el escenario desaparecen todas las hormigas del estómago. Es su primer protagonista en teatro, medio que le entusiasma y en el que se sumerge con la compañía Sexpeare, que fundó con otros actores. Son miedos que no ha sufrido en películas como Tesis o Abre los ojos, de Alejandro Amenábar; Los amantes del Círculo Polar, de Julio Medem, o La mala educación, la próxima de Pedro Almodóvar, con quien ya trabajó en Hable con ella.
El sexo, la timidez, la neurosis, la muerte, el psicoanálisis y otras obsesiones de la vida y obra de Allen aparecen en el espectáculo, aunque en esta ocasión todo se ha pasado por el tamiz de Fele Martínez, que dice ser consciente del peso que supone afrontar un papel que todo el mundo tiene en la cabeza con la imagen del cineasta neoyorquino: "En esta versión el ritmo del personaje es muy distinto; además, aquí se ha construido un tipo mucho más neurótico, histérico, hipocondriaco..., todos los defectos se han agrandado mucho. Ello no quita que pueda recordar a Allen, no sólo en gestos o en las gafas, sino en el hecho de que la obra es muy autobiográfica e inevitablemente está él", dice este actor, que vive como un sueño el poder interpretar esta obra con puesta en escena de David Ottone, director artístico del grupo Yllana.
Vuelve a tocarla, Sam (en clara referencia a la frase bogartiana) es el nombre original de esta comedia que escribió Allen en 1968, cuando se dedicaba a recorrer salas estadounidenses arrancando risas al respetable. Quiso estrenarla en Broadway y ofreció el papel protagonista a Dustin Hoffman, quien no pudo aceptarlo por estar rodando Cowboy de medianoche, lo que empujó a Allen a probar él mismo. En un casting decidió que una desconocida Diane Keaton fuera su compañera en escena. Estuvieron dos años en Broadway y arrasaron. En 1972, la Paramount propuso llevar la obra al cine, con los mismos actores, algunos cambios en el texto, el título de Sueños de un seductor y con dirección de Herbert Ross.
La versión de Juan José Arteche, conocedor del mejor teatro anglosajón contemporáneo, es muy fiel al texto original, en el que aparecen otros personajes, interpretados en este montaje por Mar Bordallo, Paco Churruca, Vicente Colomar, Raquel Gribler y Belén González, además del protagonista.
Babelia
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