Polémica por la conveniencia de exhibir a 'Copito' en los últimos días de su vida
Los visitantes serán informados de la exhibición o no del gorila
Tarde o temprano tenía que pasar. Copito de Nieve se muere y ha estallado la polémica sobre la conveniencia o no de seguir mostrando en público al animal enfermo. La aparición ayer en varios medios de comunicación de crudas imágenes del gorila que mostraban con sumo dramatismo el grado de deterioro del antropoide, especialmente por la gran llaga que le cubre el pecho, ha producido un gran impacto entre los barceloneses.
El zoo no permitió ayer que los visitantes del parque vieran a Copito, cuya jaula fue ocultada tras unas persianas, como ya se ha hecho en otras ocasiones. En las taquillas de entrada, tras informar al público de la imposibilidad de contemplar al gorila, se alegaban para ello "razones técnicas". De momento, sin embargo, no se ha tomado la decisión de retirar definitivamente de exhibición al animal.
Mientras el segundo teniente de alcalde y presidente del zoo de Barcelona, Jordi Portabella, lleva semanas repitiendo que se está actuando "a favor del bienestar y la dignidad de Copito", el presidente del grupo municipal del Partido Popular, Alberto Fernández Díaz, criticó ayer vivamente que se exhiba al desahuciado primate. El único ejemplar de gorila albino que existe en el mundo se encuentra en fase terminal a causa de un cáncer de piel.
Visiblemente menguado, a la delgadez de Copito se suman hemorragias prácticamente diarias, muy espectaculares dado el albinismo del animal.Pese a que ayer se decidió no exhibir al gorila, Copito, según fuentes del zoo, no estaba peor que en días anteriores. Estas fuentes señalaron que ha sido más bien la alarma social producida por las impactantes imágenes del animal enfermo la que ha aconsejado la medida. En las taquillas del parque se informaba ayer con una sucinta nota que el gorila blanco no se exhibía "por razones técnicas". Pero los empleados reconocían rápidamente que la causa verdadera era la deplorable imagen que Copito arroja estos días e incluso mostraban una publicación en la que aparecía el gorila en portada a todo color mostrando la espantosa llaga del pecho. "Vuelva usted mañana, a ver si tiene suerte y se le puede ver", aconsejaban.
Un portavoz municipal anunció ayer que cada día se decidirá si se exhibe o no el gorila, en función de su estado de salud.
Las opciones con Copito son tres: que se le exhiba con normalidad, pese a las heridas; que permanezca en su recinto junto a la familia pero a resguardo de las miradas de los visitantes mediante el uso de persianas; o que se le confine en el espacio contiguo que habitualmente el gorila blanco emplea como dormitorio.
El presidente del grupo municipal popular, Alberto Fernández Díaz, reclamó que "no se haga de su muerte un espectáculo". Y agregó: "No se puede exhibir públicamente al gorila si los efectos de su avanzada enfermedad están alcanzando un grado de evidencia tan elevada que está deteriorando su aspecto".
La irrupción ayer del PP en el delicado asunto de la manera en que Copito de Nieve tiene que pasar sus últimos días elevó la cuestión al grado de debate político. No en vano toda la información referente al animal es suministrada por la presidencia del zoo -un cargo que desempeña el segundo teniente de alcalde, Jordi Portabella, de ERC- y no por los empleados del parque.
Mientras, entre los apesadumbrados cuidadores de Copito se empieza a considerar como una opción cada día más sensata el sacrificio del gorila si su estado sigue deteriorándose al ritmo de las últimas semanas, y sobre todo si se aprecia sufrimiento.
Copito de Nieve es el único caso de gorila albino que se conoce. El animal fue capturado en 1966 en Guinea por cazadores fang que mataron a su madre. La edad de Copito equivale a unos 80 años en un ser humano. El cáncer de piel que padece se le detectó hace tres años y muy posiblemente tiene que ver con su albinismo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.