El Gobierno valenciano exige al Tour que admita al Kelme

La Generalitat Valenciana entró ayer de lleno en la polémica creada por las revelaciones de dopaje de Jesús Manzano en el Kelme, equipo ciclista que recibe el patrocinio del Gobierno valenciano. El consejero de Cultura, Educación y Deporte, Esteban González Pons, aseguró en una rueda de prensa que la decisión del Tour de excluir al conjunto alicantino de su próxima edición es "una tremenda injusticia" y que "no hay ninguna prueba" para tal condena.

"Cuando el equipo se ha renovado y cuando hay un esfuerzo por parte de la Generalitat Valenciana para mantener el ciclismo de élite en la Comunidad Valenciana, nos sentimos indefensos jurídica y deportivamente ante este tipo de actuaciones, que se basan en las declaraciones de un ex corredor que no tiene licencia federativa, no corre en ningún equipo y tiene motivos para vengarse de su ex equipo", afirmó ayer Pons. El consejero aseguró que viajará próximamente a París para solicitar una entrevista con los organizadores del Tour con vistas a que reconsideren su decisión, y exigió a la carrera francesa que admita al Kelme entre sus 22 equipos participantes. "Que hagan antes unas mínimas comprobaciones", exhortó. Pons pedirá también el apoyo del secretario de Estado para el Deporte como medida de presión a la ronda francesa.

Sobre las confesiones de Manzano en As, el consejero del Gobierno valenciano aseguró que estudian querellarse contra el ex corredor por unas declaraciones que "crean un precedente muy peligroso" y que pueden restar inversores a los demás equipos ciclistas. "Se está condenando a un equipo por una acusación no comprobada, sin pruebas y sin evidencias. Cuando la mera sospecha sirve para condenar se crea una inseguridad muy grande", añadió González Pons.

La exclusión del Tour puede provocar un efecto dominó respecto a otras carreras como el Giro de Italia, que estudia no invitar al Kelme. El consejero solicitó el apoyo de la organización italiana y de la Vuelta a España para arrinconar al Tour en su medida: "Si hubiera pruebas fehacientes sobre dopaje, comprenderíamos que se tomara esta decisión, pero esperamos que no adopten la postura del Tour. Nos sentimos indefensos".

La Generalitat Valenciana ha dado la cara por un equipo al que respalda económicamente desde hace seis años y cuyos lazos se han mantenido por el valor sentimental del Kelme, el equipo decano del pelotón internacional (fundado en 1979). El Gobierno autonómico acudió en noviembre de 2003 en ayuda del conjunto que dirige Vicente Belda, al que ofreció 800.000 euros para saldar una deuda de la entidad con Hacienda.

Dos meses después, el pasado enero, la Generalitat volvió a socorrer al Kelme, a punto de desaparecer por su crisis económica y descendido a Segunda División por impagos. La administración ofreció un aval bancario que cubría el 25% del presupuesto del equipo, de 3,4 millones de euros, y patrocinó con otros 1,8 millones al grupo ciclista. A cambio, éste pasó a denominarse Comunitat Valenciana-Kelme, incorporó a sus filas al corredor valenciano Ángel Casero, y se comprometió a cambiar su domicilio social de Barcelona a Elche y a nombrar un gerente designado por la Generalitat. Ésta conocía desde hace tiempo las deudas del Kelme y su "nefasta" gestión, pero no intervino "por no desacreditar" al equipo.

La Generalitat Valenciana mantiene así, con su enfrentamiento al Tour, su apoyo al Kelme. González Pons denunció también ayer el agravio comparativo con el Cofidis, que no ha sido excluido del Tour a pesar de que su ex corredor Phillipe Gaumont ha hecho declaraciones parecidas y es investigado junto a otros dos ciclistas y un masajista por supuesto tráfico de productos dopantes.