Las dos grandes centrales sindicales internacionales anuncian su fusión

La unión hace la fuerza. Los secretarios generales de las dos confederaciones internacionales de sindicatos, la CIOSL y la CMT, anunciaron ayer en el Fórum su intención de fusionarse -aunque la decisión debe ser aún aprobada por sus respectivos congresos- para alumbrar a una única organización mundial, con un respaldo de unos 150 millones de trabajadores. Tras la iniciativa, apoyada por CC OO y UGT, subyace la necesidad de fortalecer el movimiento sindical para hacer frente a la globalización.

En el transcurso del diálogo Las culturas del trabajo, celebrado durante esta semana en el Fórum de Barcelona, las centrales sindicales hicieron patente que tienen ante sí el reto de internacionalizar sus acciones para actuar como contrapeso al modelo neoliberal de globalización. Los máximos representantes sindicales mundiales recogieron el guante y coincidieron en señalar la necesidad de aunar esfuerzos con la creación de un gran organismo sindical que aglutinará la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), que representa a unos 114 millones de trabajadores y de tendencia socialdemócrata, y la democristiana Confederación Mundial de Trabajo (CMT), con 36 millones de afiliados.

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"El proceso va por buen camino", afirmó Guy Ryder, el líder de la CIOSL. Ryder explicó que la ejecutiva de esta confederación ya dio el visto bueno a la propuesta la semana pasada, aunque está pendiente de aprobación en el congreso que celebrará en diciembre. Su homólogo de la CMT, Willy Thys, no escondió ciertas reservas ante la fusión -la ejecutiva de esta central aún no ha debatido esta posibilidad-, pero aseguró que las conversaciones que se han mantenido hasta el momento "han generado esperanzas".

El diálogo se cerró con la Declaración de Barcelona, que reclama a la Unesco que el trabajo sea declarado "patrimonio de la humanidad".