Hollinger acusa a su ex presidente de robar 400 millones de dólares
Un informe culpa a los directivos de "cleptocracia corporativa"
Las cuentas de Hollinger están bajo sospecha. La comisión del mercado de valores (SEC) de Estados Unidos está investigando una denuncia que relaciona a su ex presidente, Conrad Black, y a varios directivos del grupo de medios -propietario del Chicago Sun- con el desfalco de 400 millones de dólares. Se les acusa de haber creado una entidad en la que "la corrupción ética era una de las características del liderazgo". Entre los consejeros más criticados se encuentra Richard Perle, antiguo asesor del Pentágono en la Administración de Bush.
La denuncia, que va acompañada de un informe de medio millar de páginas elaborado por un comité especial, acusa a lord Black y a otros directivos de utilizar los ingresos del consorcio para sus propios intereses y en perjuicio del conjunto de los accionistas de Hollinger. "Era sistemático, casi todos los días, de cualquier forma", explica la documentación entregada a la autoridad reguladora estadounidense. Esta "cleptocracia corporativa", como la califican, les permitió desviar hacia sus bolsillos el 95% de los ingresos que el consorcio obtuvo entre 1997 y 2003.
Por ejemplo, Conrad Black usó el avión privado de la compañía para realizar sus vacaciones y pasó los gastos al grupo. Y lo mismo hizo para pagar las fiestas de cumpleaños de su mujer, Bárbara, o cenas de lujo del matrimonio con los Kissinger, junto a otros gastos injustificados. Black, que tiene título de lord, dejó la presidencia de la compañía en noviembre de 2003. Pero sigue controlando el 78% del capital bursátil a través del holding Ravelston, que controla el 68% de los derechos de voto en Hollinger Internacional.Las revelaciones recuerdan a otros escándalos corporativos similares destapados en el pasado tras el colapso de la eléctrica Enron y del gigante de las telecomunicaciones WorldCom.
Los actuales accionistas del gigante mediático, que solicitaron que se investigaran las supuestas irregularidades, quieren recuperar con esta denuncia unos 1.250 millones de dólares. La investigación interna ha llevado 14 meses de trabajo.
La denuncia no señala directamente a los consejeros independientes del grupo, entre los que se encuentra Henry Kissinger, porque parte de la base de que pudieron ser engañados con datos falsos para tapar las irregularidades financieras. Pero esto no impide que se ponga en tela de juicio la ineficacia del conjunto de directivos del grupo por no haberse dado cuenta del problema.
Entre los más criticados se encuentra Richard Perle, uno de los hombres del ex presidente Ronald Reagan y que ahora forma parte del Consejo de Administración de la empresa. Perle admitió ante el comité de investigación que no solía leer los documentos ni prestó atención a las transacciones antes de aprobarlas, hasta el punto que dijo no entenderlas en muchas ocasiones. Por no mencionar la pérdida de memoria sobre algunos préstamos suscritos por el grupo que el mismo firmó y que ahora están bajo sospecha. Perle, uno de los defensores de la invasión a Irak, era, además, presidente del Defense Policy Board, un grupo que asesora al Pentágono y al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
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