Alternativa rentable a la inversión clásica

En los últimos años, el dinero ha buscado alternativas a las inversiones clásicas como la Bolsa o el mercado de bonos. La crisis bursátil de 2000-2002, una de las más importantes de la historia tras la burbuja tecnológica, y los bajos tipos de interés han empujado al dinero a buscar otros destinos más rentables. Los conocidos como hedge funds, que siguen estrategias inversoras al margen de la tendencia de los mercados, los activos inmobiliarios y el capital riesgo han conformado lo que se viene en llamar inversiones alternativas.

Mark Heappey, consejero delegado de la firma británica de capital riesgo 3i, explica que este tipo de inversiones busca una rentabilidad anual del 30%. "Esto supone tener el dinero inmovilizado en la empresa durante varios años y, además, se asume un riesgo elevado sobre la marcha del negocio en el que se ha invertido". Comparado con la inversión financiera, Heappey indica que al capital riesgo hay que sacarle una ganancia 5 puntos superior a la de la Bolsa y que tiene ese inconveniente de la menor liquidez.

El futuro reglamento de fondos de inversión permitirá que un 10% del patrimonio pueda colocarse en sociedades no cotizadas

Al capital riesgo hay que exigirle una rentabilidad que supere cada año en 5 puntos a la que se obtiene en el mercado bursátil

El capital riesgo ha ido ganando tamaño e interés por parte de los grandes inversores en busca de una mejor rentabilidad que ofrecían las inversiones clásicas. Ahora, tal y como explica el máximo responsable en España de 3i, no es un problema de dinero, sino de oportunidades de inversión. "El mercado del capital riesgo cuenta actualmente con muchos recursos. Hay una sobreoferta y lo que faltan son buenas oportunidades de inversión", explica.

Existen tres caminos para invertir en capital riesgo: la compra de participaciones en los fondos de capital riesgo, la adquisición de acciones en Bolsa de sociedades dedicadas a este negocio y, por último, la inversión directa en proyectos empresariales que, lógicamente, exigen de un elevado patrimonio y que se hizo famosa en pleno apogeo de los negocios de Internet con la denominación de "ángeles de los negocios".

La entrada directa en fondos de capital riesgo está prácticamente vedada para los pequeños inversores, ya que se exigen volúmenes de inversión grandes. El camino más directo y claro es el de la inversión en sociedades que se dedican al negocio del capital riesgo y que, como 3i en la Bolsa británica o Dinamia en la española, se negocian diariamente en los mercados.

Ahora bien, se está abriendo un nuevo camino por el que el ahorro de muchos pequeños inversores puede ir a parar al capital riesgo. El reglamento de los fondos de pensiones permite ya la inversión en este tipo de negocios, aunque con algunas limitaciones. Según indica Ángel Martínez-Aldama, director de Inverco (asociación que agrupa a las gestoras de fondos de inversión y pensiones), los fondos de pensiones sólo pueden invertir el 2% de su partrimonio en capital riesgo, que se amplía hasta el 4% cuando se coloca el dinero en un mismo grupo gestor. La limitación también existe del lado del patrimonio del fondo de capital riesgo. Así, un fondo de pensiones puede adquirir hasta el 20% del patrimonio de un fondo de capital riesgo, cuando antes estaba limitado a sólo el 5%.

Luis Peña, consejero delegado de Fonditel, cuyos fondos de pensiones ya han invertido en capital riesgo, considera que es una opción muy interesante para colocar el dinero. "Creemos que para tener una cartera eficiente, del 10% al 25% de la misma tiene que estar invertida en activos alternativos como el inmobiliario, hedge funds o capital riesgo". Y añade: "En España el capital riesgo no está muy desarrollado y el tamaño de los fondos no es muy grande para realizar inversiones de gran calado como las que precisan los grandes fondos de pensiones estadounidenses".

El futuro está en los fondos

El consejero delegado de Fonditel indica que este tipo de inversiones se debe realizar siempre de manos de expertos que conozcan el mundo de la empresa y que seleccionen los negocios y hablen con sus responsables de sus planes de expansión. Como inversión, Peña destaca la ventaja de que ofrece una rentabilidad superior a la de las inversiones clásicas, pero el inconveniente se encuentra en la escasa liquidez, algo que puede ser problemático para un fondo de pensiones que tenga que atender muchos compromisos de jubilación en un breve espacio de tiempo.

Los fondos de inversión siguen todavía fuera del negocio del capital riesgo. El reglamento de estos fondos, cuya aprobación está prevista para el primer trimestre de 2005, contendrá, según las versiones que han circulado, la posibilidad de que los fondos de inversión coloquen el 10% de su patrimonio en acciones de empresas no cotizadas.

Con ello, se daría el empujón definitivo a este tipo de inversión por los elevados volúmenes que manejan estos fondos, aunque todo dependerá de cómo quede definitivamente el texto legal que regulará las nuevas inversiones de los fondos.