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Entrevista:BEN SIDRAN | Cantante y pianista de jazz

"Son tiempos muy duros en EE UU"

Conoce el negocio desde arriba del escenario y desde el patio de butacas. Como intérprete y compositor, se reconoce en el estilo de los cantantes-pianistas: Fats Waller, Mose Allison, Tom Waits o Bob Dylan. Su experiencia como entrevistador en radio, televisión y prensa escrita -The Rolling Stone- la ha plasmado en un libro indispensable para todo aficionado, Talking Jazz: an oral history (Da Capo Press). Enamorado de Lorca y de todo lo español -su disco Concert for García Lorca fue nominado al Grammy en el año 1999-, Ben Sidran visitó España para presentar su nuevo disco, Nick's Bump, el fruto de una vida tocando en locales como el Café Central, en Madrid.

"Es el primer disco en que no canto y en el que no toco el piano, sólo el órgano Hammond y el piano eléctrico, como en los setenta. Puro ritmo al viejo estilo, 100% groovy", asegura Sidran.

A lo largo de los años, Sidran ha desarrollado su propio concepto del jazz. "Jazz es una palabra arbitraria que alguien se inventó hace un siglo. Nunca ha estado claro en qué consiste. Sonny Rollins tocando con los Rolling Stones o Brandford Marsalis con Sting, ¿Qué es eso? ¿Dónde comienza y dónde acaba el jazz? No importa. Para mí, la palabra jazz remite al concepto de libertad personal. Todo consiste en encontrar tu propia voz. Todo el mundo empieza tratando de sonar como algún otro, yo mismo traté de ser Horace Silver hasta que me di cuenta de que era imposible. Jazz es libertad y es responsabilidad: tienes libertad para circular por donde quieras pero siempre que llegues a ser tú mismo y no otro. El jazz te da la oportunidad de tu vida para ser alguien. Ser lo que quieres ser", explica este artista para quien los últimos tiempos han traído cambios drásticos al jazz. "Entre las máquinas y el marketing están matando al jazz. Antes, uno tocaba en el club y puede que una tarde fueras al estudio a grabar pero, a la noche, estabas de vuelta en el club. Ahora, la música se hace directamente en el estudio de grabación y luego se va al club a vender el compacto. La música es un producto que se manufactura y el músico queda convertido en un mero trabajador", se lamenta.

A través de discos como Nick's Bump, Sidran devuelve al jazz su calidez perdida. "Phil Woods siempre habla de lo importante que era en tiempos subirte al autobús de gira y aprender de los grandes músicos. Hubo un tiempo en que intenté fletar un autobús, llenarlo de músicos y viajar por el país para que cualquiera pudiera subirse y oír hablar a los músicos y preguntarles sus dudas acerca de política, literatura..., lo que no se aprende en las escuelas".

En momentos como los actuales, ni siquiera un músico de éxito como Ben Sidran se libra de la crisis generalizada que afecta a los creadores de cultura en Estados Unidos. "Si paso tres meses al año en Europa y uno en Japón es porque en Estados Unidos, con suerte, consigo un concierto al mes y eso es todo. Y la situación va a peor. Las elecciones han provocado la emigración masiva de músicos a Europa", asegura.

Sidran estuvo en primera línea de la batalla electoral en Estados Unidos. "No era sólo Bruce Springteen sino que fuimos muchos los que acompañamos a John Kerry en su campaña. Todos trabajamos juntos. La mayoría no ha salido del estado de shock que les produjo el resultado electoral. Son tiempos muy duros en Estados Unidos".

Ben Sidran.
Ben Sidran.

El jazz, lenguaje internacional

No ahorra adjetivos Sidran a la hora de describir la situación en Estados Unidos tras la victoria de George W. Bush. "El país se halla al borde del precipicio. Los americanos están divididos entre los que viven en el mundo y los que no salen de su casa. Es algo que ocurre en todas las partes del mundo, pero es la primera vez que ocurre en América. Y esto se traslada al jazz", declara Sidran. El cantante y pianista asegura que en su país, la crítica y el público siguen creyendo que el jazz es patrimonio americano -"en cambio, nosotros los músicos viajamos fuera del país y tenemos la oportunidad de escuchar a músicos como Perico Sambeat o Chano Domínguez y ahí se termina la discusión"-. "Los músicos de jazz son un mundo aparte. Han sido siempre una minoría capaz de salirse de lo trillado y pensar por su cuenta. Yo viajo por el mundo y allá donde voy me encuentro con gente que es capaz de mirar mas allá. No necesitamos de demasiadas palabras porque tenemos un lenguaje internacional", sentencia.

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