Brufau asume todo el poder ejecutivo en Repsol tras una profunda reorganización
La petrolera suprime el cargo de consejero delegado y mueve, destituye o prejubila a 80 directivos
La nueva etapa de Repsol tras el relevo de Alfonso Cortina por Antoni Brufau en la presidencia cumplirá su tercer mes con un auténtico terremoto en la cúpula de la petrolera: una reestructuración que mueve de sitio a 54 directivos y prejubila a 20. Otros seis salen de la compañía. Entre estos últimos, Ramón Blanco, cuyo nuevo destino será la presidencia de CLH. El cargo de consejero delegado, que ostentaba Blanco, se suprime, y Brufau se refuerza como primer ejecutivo. Las tres nuevas grandes áreas estratégicas de Repsol encumbran a tres directivos con un largo recorrido en la compañía, como Enrique Locutura (América Latina), Nemesio Fernández-Cuesta (exploración y producción) y Pedro Fernández Frial (refino, marketing y química).
La estructura de la primera y la segunda línea ejecutiva de Repsol ha sufrido un adelgazamiento, una simplificación y un rejuvenecimiento que, según fuentes del grupo, "se sitúa en línea con lo que se nos pedía desde el mercado y en línea también con el perfil de otras grandes petroleras internacionales como BP o Shell". Sin olvidar la voluntad de reducir costes y liberar recursos para el negocio, uno de los objetivos que incluirá el nuevo plan estratégico de Repsol 2005-2009. Este plan deberá estar listo antes de abril.
La reorganización, que lleva impreso el estilo considerado muy ejecutivo del nuevo presidente, supone reducir de ocho a tres las grandes líneas de negocio -y, por tanto, el número de sus responsables-, de ocho a cinco las direcciones corporativas y de dieciséis a nueve el número de miembros del comité directivo que define la estrategia y sigue las operaciones del grupo.
En el antiguo organigrama convivían un comité ejecutivo y otro de dirección. El comité ejecutivo se suprime entero. Y de sus siete miembros, sólo permanece en el grupo el financiero Luis Mañas.
Y es que, además del ex presidente Alfonso Cortina -podría convertirse en próximo presidente de Colonial, la inmobiliaria de La Caixa- y del ya ex consejero delegado Ramón Blanco, han salido de la empresa, incluyendo tres prejubilaciones, Miguel Ángel Remón, que era vicepresidente ejecutivo de Exploración y Producción; Alfonso Ballestero, director general de Repsol YPF Trading y Transporte (Ryttsa); Jorge Segrelles, director general de Refino y Marketing Europa, y José Manuel Revuelta, director corporativo de Asuntos Institucionales adjunto al presidente en calidad de secretario.
'Hombre fuerte' en Argentina
En la nueva Repsol, e inmediatamente detrás de Brufau, han sido nombrados tres nuevos directores generales que deberán rendir cuentas de las tres patas estratégicas del negocio de la petrolera.
Destaca particularmente el caso de Enrique Locutura, hasta ahora consejero delegado de la participada Gas Natural. En primer lugar, porque Locutura hará las maletas a Buenos Aires, desde donde dirigirá el negocio de Argentina -ésta representa la mitad de los activos del grupo y es el gran reto de Repsol-, más Brasil y Bolivia.
Además, y a diferencia de los otros dos nuevos directores generales, en el caso del negocio de América Latina, Locutura será responsable de todos los eslabones de la cadena de valor del negocio: de la explotación y la producción (el llamado upstream) al refino, la logística, el marketing y la química (el llamado downstream). Tras presentar sus primeros resultados como presidente de Repsol -hasta septiembre de 2004 la petrolera incrementó sus beneficios un 40,2% por el alza del crudo, hasta los 621 millones de euros-, Brufau subrayó que se involucraría "personalmente" en Argentina, donde realizó su primer viaje.
Pero la trayectoria más reciente de Locutura incluye haber aterrizado como consejero delegado de Gas Natural en uno de los momentos más tensos en las relaciones de los accionistas de la gasista (La Caixa y Repsol): cuando la petrolera de Alfonso Cortina apartó del cargo que en Gas Natural ostentaba a José Luis López de Silanes porque éste se había mostrado favorable a la oferta de la gasista sobre Iberdrola. En el entorno de Brufau, Locutura siempre pasó por ser un hombre muy competente con el sello de Repsol.
Trampolín
Por su parte, Nemesio Fernández-Cuesta, un experto del sector energético que en 1996 dio el salto desde Repsol a la secretaría de Estado de la Energía y Recursos Naturales bajo el Gobierno del PP, se responsabilizará del área que en principio debería ser el mayor trampolín de crecimiento del grupo: los negocios de exploración y producción (salvo en Latinoamérica), además del relacionado con el transporte del gas y el marketing de Gas Natural Licuado (GNL) en el mundo. Fernández-Cuesta había vuelto a la petrolera en 2003 como director corporativo de Servicios Compartidos.
La dirección general de refino, marketing y química (salvo en Latinoamérica) será asumida por Pedro Fernández Frial, responsable a su vez de las actividades de Gas Licuado del Petróleo (GLP), trading y transporte. Este directivo lleva 25 años en la petrolera y ahora era director corporativo de Planificación y Control.
Pero, áreas estratégicas aparte, Brufau ha buscado un equilibrio entre el equipo de Repsol y sus estrechos colaboradores. Así se refleja en las direcciones corporativas. Junto a dos directivos de la petrolera como Miguel Martínez (Control de Gestión y Desarrollo Corporativo) y Jesús Fernández de La Vega (hermano de la vicepresidenta del Gobierno y que sigue al frente de Recursos Humanos), el presidente se lleva a Madrid a tres personas de su máxima confianza.
En el área económica financiera, su antigua mano derecha en La Caixa cuando Brufau dirigía su grupo industrial, Fernando Ramírez, director general adjunto de la caja. El abogado Luis Suárez de Lezo en la secretaría General y el periodista Jaume Giró en Comunicación y Gabinete de Presidencia completan el equipo.
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