Bustelo tensa el pulso con el Gobierno, al que acusa de "enredar" en telefonía

El pulso entre la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) y el Ministerio de Industria sigue en todo lo alto. El presidente de la CMT, Carlos Bustelo, criticó que el Gobierno "enrede" en la telefonía móvil al incluirla en su plan de fomento de la productividad. Habló de las dificultades para trasladar la sede a Barcelona y, parafraseando a Maragall, ironizó: "Espero que baje el soufflé y podamos cumplir nuestros compromisos reguladores antes de agosto".

Bustelo le está saliendo respondón al Gobierno. Ayer aprovechó su comparecencia en el Senado, a petición del Grupo Popular, para poner en entredicho la intención del Ejecutivo de forzar una bajada de las tarifas de los móviles contenida en el plan de dinamización de la economía. Bustelo reconoció que las llamadas de móvil son caras, pero no cree que la solución sea impulsar los denominados operadores móviles virtuales (OMV), compañías que no disponen de red y cuyo negocio es la reventa de tráfico telefónico.

Bustelo advirtió que tenía que ser "un poco crítico" con las intenciones del Gobierno, que se centra en un sector tan dinámico como la telefonía móvil, "que no es precisamente uno de los problemas que tiene la economía". Industria ha encargado a la CMT un informe sobre los OMV antes de tomar la decisión.

El presidente del organismo regulador del mercado de telecomunicaciones saludó que se quiera aprobar una nueva reglamentación sobre el espacio radioeléctrico que permitirá a los operadores de móviles vender las frecuencias asignadas, aunque matizó que no cree que exista "tanta escasez" de ese recurso.

Parafraseando a Maragall

Bustelo no quiso pasar por alto en su comparecencia el enfrentamiento que mantiene la CMT con el Gobierno después de que éste decidiera el traslado de la sede de Madrid a Barcelona. Bustelo, que recientemente calificó la decisión de "deportación", recordó que se se había tomado de forma unilateral tras una reunión entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el de la Generalitat, Pascual Maragall. Al hilo de esta circunstancia, aprovechó para desear que se relaje la tensión entre la CMT y el Gobierno parafraseando al propio Maragall en su disputa con CiU: "Espero que se rebaje el soufflé y podamos cumplir nuestros compromisos reguladores antes de agosto".

Bustelo, a preguntas de un senador del PP, admitió que el "Ejecutivo tiene derecho a tomar la decisión" del traslado, y anunció que la CMT incentivará de forma "generosa" a sus 140 trabajadores, con ayudas para viajes y alquileres para hacerles más fácil la mudanza a la capital catalana. El Gobierno amenazó con destituir a todo el consejo de la CMT si no se hacía efectivo el traslado. En este sentido, Bustelo reconoció, a preguntas de los periodistas, que en algún momento ha pensado en dejar el cargo, aunque resaltó que, pese a las tensiones que hayan podido existir, mantiene una relación excelente con la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones.