La cárcel secreta de Bagdad inquieta a la ONU
Tras las informaciones sobre torturas y malos tratos sufridos por detenidos en una dependencia del Ministerio del Interior iraquí, Naciones Unidas toma cartas en el asunto. El secretario general, Kofi Annan, se ha mostrado "profundamente preocupado" por los informes. Annan, a través de un comunicado de su portavoz, aprovechó para recordar que la ONU ha expresado en anteriores ocasiones su inquietud por el trato a los detenidos y la ausencia de garantías procesales en Irak. Un reciente informe de la misión de la ONU en Irak recomendó que las autoridades tenían que hacer mucho más "para luchar contra la impunidad e ilegalidad" en casos de violación de derechos humanos. "Irak se beneficiaría de una mayor exigencia de responsabilidades y de un mayor esfuerzo a la hora de combatir la impunidad en los casos de crímenes y delitos cometidos por todas las partes implicadas en el conflicto".
El secretario general celebró además la promesa del primer ministro de Irak de abrir una investigación sobre lo ocurrido y su declaración de que los malos tratos y las torturas contra los detenidos "son prácticas totalmente contrarias" a la política del Gobierno de Bagdad. En Washington, el Departamento de Estado, ya abrumado con el historial propio de acusaciones de tortura, también se alegró del anuncio iraquí de la investigación.
Por otra parte, y según un estudio de Anthony Cordesman, del Centro Internacional de Estudios Estratégicos, en Irak hay unos 3.000 extranjeros en las filas de la insurgencia con un 20% procedentes de Argelia, un 18% de Siria, un 17% de Yemen, un 15% de Sudán y un 13% de Egipto. "Supone una seria amenaza", en su opinión, aludiendo a anteriores cálculos que hablaban de un millar de extranjeros. The Washington Post recoge testimonios de expertos que creen que en ocasiones se exagera su relevancia. "Los extranjeros son un elemento importante, pero sería un error pensar que la insurgencia no es una operación básicamente iraquí, aunque tenga un respaldo vital por parte de los elementos extranjeros", según un alto responsable del Departamento de Estado que cita el diario sin nombrarlo.
Coincide con el análisis el general Joseph Taluto, al mando de la 42ª División de Infantería del Ejército: "Los ataques de los combatientes extranjeros tienden a ser más espectaculares, pero los locales -los partidarios de Sadam, los iraquíes que nos rechazan- son mucho más problemáticos".
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