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Entrevista:JOSEP PIQUÉ | Presidente del Partido Popular de Cataluña | El futuro de Cataluña

"En privado ningún socialista me ha defendido el Estatuto"

Josep Piqué (Vilanova i la Geltrú, 1955), presidente del Partido Popular de Cataluña, conserva en su biblioteca los libros sobre marxismo que compró en su juventud: "Tengo la impresión de que perdí el tiempo leyéndolos. Ahora leo a Popper".

Pregunta. Al finalizar la sesión en la que se aprobaba en el Parlament el proyecto de nuevo Estatuto le felicité por su discurso. ¿Por qué se ha dejado llevar por la vorágine y ha perdido aquel equilibrio?

Respuesta. Supongo que la excitación de una campaña lleva a una elevación de los tonos, pero procuro mantenerme didáctico y argumentativo.

P. Llamar "maricones" a unos descerebrados que le imprecan y "miserables" a los socialistas, ¿es didáctico?

"Preveo, y se me puede acusar de politiquería, que habrá fuertes tensiones entre los partidos que ahora están defendiendo el 'sí"
"Todos los 'noes' deben ser bienvenidos porque lo que queremos es que no se apruebe un Estatuto perjudicial para Cataluña"
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R. Son expresiones que se deben evitar que se entienden en el contexto en el que las dije. Lo primero no lo dije con irritación, sino con un ánimo casi descriptivo. Lo de miserable, los socialistas lo usan constantemente, y si utilicé esa palabra fue tras el incidente en el mercado que visitaba acompañando a Mariano Rajoy, altercado que fue organizado y lo digo con seguridad porque sobre incidentes provocados tengo experiencia personal y sé distinguirlos de las protestas espontáneas.

P. Sobre ese incidente discrepo de las condenas. Creo que se debería alentar que todos los candidatos que visitan un mercado fuesen insultados. Sería la forma de acabar con ese electoralismo barato.

R. Es cierto que en las campañas electorales los ciudadanos se pueden sentir no diré que agredidos, pero sí invadidos en su intimidad.

P. Tres defectos del Estatuto.

R. Si sólo fuesen tres... Simplificando mucho diría que sigue conteniendo elementos de inconstitucionalidad; se ha convertido en un instrumento jurídico enormemente confuso y tan ambiguo que permite en muchos casos una interpretación y la contraria, y es un Estatuto profundamente intervencionista que consagra la supremacía del poder político y la presencia de los poderes públicos en todos los ámbitos de la vida ciudadana, justo lo contrario de lo que precisa Cataluña para su progreso. El modelo económico y de sociedad de este Estatuto consagra determinados valores y una manera de ver la sociedad que es producto de la que podríamos llamar mentalidad de izquierdas. Y los estatutos no tienen que ser ni de izquierdas ni de derechas.

P. ¿Qué tienen que ser?

R. Unos marcos neutrales en los que se lleve a cabo el juego político y la alternancia sin intentar imponer las propias ideas.

P. Dígame una cosa buena del Estatuto.

R. Que ha servido para aprender cómo no se ha de hacer un proceso estatutario.

P. ¿No hay en su partido un exceso de catastrofismo?

R. No creo que decir que es malo un Estatuto que establece una determinada manera de entender Cataluña, manera que no es la nuestra, sea catastrofismo.

P. ¿De dónde sacan que el Estatuto lleva a la eutanasia?

R. Del título primero, artículo 20, y de las expresiones de los inspiradores ideológicos de ese artículo.

P. He leído ese artículo y sobre el proceso de la muerte es menos explícito que los tres folios de la escritura notarial que hace años firmé expresando mi declaración de voluntades.

R. Es verdad que se introdujo en ese artículo una matización a lo que era una puerta abierta a la eutanasia activa.

P. O sea, que ahora el artículo 20 no abre la puerta a la eutanasia.

R. Sigo pensando que deja la puerta abierta.

P. ¿Cree usted que los notarios, con miles de documentos como el mío, abren la puerta a la eutanasia activa?

R. Es un problema de interpretación, de la misma manera que sigo pensando que se deja la puerta abierta al aborto.

P. Hace años la gente con dinero abortaba ilegalmente en buenas clínicas legales y la que no tenía dinero abortaba de forma miserable. ¿No pasa hoy lo mismo con la eutanasia?

R. No creo que lo que pasaba con el aborto hace 25 años tenga nada que ver con el Estatuto que se votará el día 18.

P. Sabía de la angustia del portero ante el penalti, pero ignoraba la angustia del militante del PP por tener que votar igual que Esquerra Republicana.

R. Utilicé la palabra catalana que en castellano equivale a grima. La tradujeron mal. Intentaba explicar la sorpresa que para algunos militantes del PP, como debe ocurrir con los de ERC, podía provocar la coincidencia en el voto. Todos los noes deben ser bienvenidos porque lo que queremos es que no se apruebe un Estatuto perjudicial para Cataluña.

P. Este Estatuto tan denostado por ustedes, ¿no será copiado por las restantes autonomías?

R. Andalucía lo ha hecho y nos oponemos a su Estatuto por las mismas razones que nos oponemos al de Cataluña. Nuestro modelo de reforma estatutaria, lo hemos expresado con claridad, es el Estatuto de la Comunidad Valenciana.

P. El modelo de financiación catalán, ¿no lo copiará el PP de Baleares?

R. Se equivocará gravemente si lo hace porque el modelo de financiación que recoge el Estatuto catalán es puro humo. Llega además con rigideces innecesarias. Las comunidades autónomas han cambiado cinco veces su método de financiación en los últimos 25 años. Por eso, en el PP hemos sido partidarios de que el Estatuto contuviese solamente elementos de carácter general, principios básicos adaptables a las circunstancias cambiantes de nuestro sistema tributario, dejando el debate de contenido técnico a los ámbitos que le son propios. No lo hemos hecho así. Hemos introducido elementos de opción política concreta que le dan al Estatuto un carácter que puede crearnos problemas si queremos cambiarlo.

P. ¿Cómo define la financiación catalana?

R. Como un brindis al sol. Se ha intentado salvar la cara para que unos puedan defender una cosa y otros justo la contraria, y eso lo puedo decir porque he sido testigo directo en el trámite parlamentario y escuché por parte de CiU las enormes bondades del sistema de financiación y los grandes beneficios que iba a suponer, al tiempo que escuché decir al PSOE que el asunto debía remitirse a un debate global y multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y resultaba absolutamente imposible calibrar qué efectos reales iba a tener el método de financiación sobre la Generalitat. Creo que es así y oí expresar exactamente la misma opinión a gente tan seria, rigurosa y respetable como Pedro Solbes y Antoni Castells.

P. Los políticos suelen expresar en privado lo contrario de lo que dicen en público...

R. En el caso del Estatuto ha sido así, en gran medida. En privado ningún socialista me ha defendido el proyecto.

P. ¿Se siente a gusto en el PP?

R. Me siento muy cómodo.

P. ¿Incluso con gente que hace declaraciones intempestivas?

R. Que muchas veces se manipulan. Interpretaciones diría que sesgadas a las que se ha de salir al paso.

P. Y en esos casos usted es el bombero...

R. Siempre he tenido vocación pedagógica. No actúo como bombero, sino como político que trata de explicar cómo ve las cosas y cómo las ve mi partido.

P. ¿No cree que la gente está hasta el gorro de ustedes, sin excepción de partido?

R. Sí. Porque no nos centramos en los asuntos que realmente interesan a los ciudadanos. Me preocupa que se vaya generando un progresivo alejamiento de los ciudadanos de sus instituciones.

P. ¿Más todavía?

R. Eso es lo grave: que ya se está produciendo y no damos respuestas. Suelo comentar que uno de los tópicos en lo que está instalada la política catalana...

P. Perdón: ¿política o politiquería?

R. En el debate estatutario ha habido lamentablemente más politiquería que política. No existía ninguna demanda social de reforma estatutaria de este calibre y el Estatuto ha sido usado por diferentes fuerzas políticas para sus propios intereses de partido: unos para seguir en el Gobierno, otros para recuperarlo como sea.

P. El no, ¿quién lo capitalizará?

R. Es difícil saber quién se puede atribuir la paternidad de una papeleta idéntica para los que votan no por unas razones o por razones opuestas.

P. ¿Habrá querella tratando de apropiarse de los noes?

R. Probablemente alguien puede estar interesado en ello.

P. ¿Y habrá tensiones cuando el Estatuto, una vez aprobado, se tenga que aplicar?

R. Es evidente que si sale el ...

P. ¿Acaso lo duda?

R. No puedo saberlo hasta el 18 y espero que salga el no.

P. ¿Optimista por convicción o porque lo exige el oficio?

R. Por las dos cosas.

P. Iba a decirme, sobre las tensiones si sale el ...

R. Es evidente que una norma jurídica puede aplicarse desde perspectivas políticas completamente distintas. Dependerá de quién tenga la responsabilidad, si llega el caso, de gestionar el Gobierno en función del nuevo marco estatutario. Lo que sí preveo, y se me puede acusar de politiquería, es fuertes tensiones entre los partidos que ahora están defendiendo el sí. Tengo la impresión de que sus planteamientos estratégicos van a ser en el futuro completamente distintos.

P. Apunte de ciencias naturales: ¿por qué las gaviotas se han vuelto tan agresivas los últimos años?

R. No lo sé. Pero el símbolo del PP no es una gaviota: es un albatros.

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