"Yo medicino, tú medicinas..."
El 30% de los 27.771 solicitantes de ingreso en la universidad opta por una profesión sanitaria
"Yo medicino, tú medicinas... ellas medicinan". Retorna la pasión por el arte de "medicinar" acuñado en el siglo IV a. de c. por los griegos en aquel siempre renovado juramento Hipocrático que dio a la civilización el primer "escrito ético" frente a los dogmas religiosos, al referirse con precisión de cirujano el arte de ser médico como "el compromiso que asumía una persona que se decidía a curar al prójimo, y actuar siempre en beneficio del ser humano". Tras una década neoliberal, marcada por la burbuja tecnológica, la proliferación de consultoras, asesorías, de intermediarios bursátiles, los jóvenes del tercer milenio están cambiando a toda velocidad las tendencias y profesiones que vendrán -o nunca se fueron-, según revelan los datos oficiales de preinscripción universitaria para 2006-2007.
Dos tercios de los casi 6.000 aspirantes en las carreras del área de salud son mujeres
Contra pronósticos, la demanda de profesiones sanitarias recupera su lugar en un mundo que se define por un nivel de pobreza nunca antes superado, la amenaza de nuevas pandemias, la globalización de las enfermedades tradicionales (y sus mutaciones), los desastres naturales y la convivencia de viejas y nuevas guerras. "La guerra es la mejor escuela del cirujano", aventuró Hipócrates. Quizá así lo entienda el 30% de jóvenes (de los 27.771 aspirantes a ingresar en el sistema universitario valenciano) que quieren ser profesionales sanitarios. Médicos, en primer lugar, con 1.772 solicitudes en lista de espera y sólo 75 plazas, lo que ha disparado la nota de corte al 8,44. Le sigue Enfermería: con 1.312 solicitudes, que disparan la nota de entrada al 7,1. Y Odontología, con 849 solicitudes en lista de espera y una nota de entrada de 8,18. Fisioterapia, en creciente demanda laboral debido, entre otras, a la tipificación de las nuevas enfermedades laborales o crónicas, con un 7,67. Y, por último la flamante Biotecnología -que con sólo un año en marcha- la elevada demanda ha dejado una nota de entrada de 8,5 (la más alta del sistema), batiendo la tradicional marca impuesta por las telecos y ciertas ingenierías superiores o técnicas, como la de Telecomunicaciones o Telemática, con 20 plazas vacantes. Y lo mismo las licenciaturas de Química (18), Informática (12); o Física (8).
El futuro que apenas se dibuja aventura que quizá haya "más ramones y cajal y menos einsteins". Entretanto, el ejercicio de la medicina -ese "sustantivo" y "femenino", según la RAE- tendrá nombre y apellidos de mujer. De los cerca de 6.000 aspirantes a titulaciones sanitarias, casi dos tercios son mujeres. Jóvenes todas que -además de la nada cómoda opción de ser madres sin conciliación laboral- han decidido feminizar la salud y dejar el manido debate de su ausencia de los consejos de administración de las empresas a sus promotores: ellos. Los jóvenes, fieles a lo tangible, siguen eligiendo las salidas laborales que ofrecen Empresariales (678 solicitudes masculinas); Administración de Empresas (549 preinscritos); y Arquitectura, con 653 solicitantes.
En el futuro lo público -el sistema sanitario o la educación infantil especializada (1.677 mujeres solicitantes)- se hará en clave femenina; lo privado mantendrá por años el rostro masculino.
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