La colada de los Blair

Dos semanas rastreando en tabloides británicos los clásicos escándalos sobre la España veraniega y nada. Debe ser cosa del cambio climático. El rastreo me ha permitido coleccionar fotos del matrimonio Blair en Barbados. El mejor epitafio para lo que fue la esperanza de la tercera vía, en la cual creí, son dos fotos contrapuestas: de los Blair tendiendo en un yate la colada de ropa íntima y bañadores, y la de los viajeros que en un colapsado aeropuerto británico se protegen del frío con unas mantas. La tercera vía levantó expectativas. En plena apoteosis escribí que, a través de un amigo australiano, Blair llegó al pensamiento de la revista católica Esprit, fundada por Mounier, el del personalismo cristiano. Tras leerlo, el Maragall alcalde me cogió del bracete para explicarme que los socialistas catalanes de origen católico habían sido pioneros en leer Esprit y en tercera vía. Publicado lo cual, el Pujol presidente también me cogió del bracete para informarse que el primero en leer Esprit y buscar una tercera vía había sido él, y su gente. ¿Quién reivindica hoy la tercera vía? ¿Quién osa decir que el personalismo cristiano inspira su política? Leo en un diario italiano que Anthony Giddens, socióloga y gurú del nuevo laborismo, ha escrito tras un viaje a Libia que a Gaddafi le gusta la expresión tercera vía porque la filosofía política del coronel es una versión de esta idea. Leída la cual recorto de la foto la ropa interior de los Blair e imagino que así los dejo como ellos nos dejan la tercera vía: en cueros.