_
_
_
_
Reportaje:FIN DE SEMANA

El tesoro de los escarabajos

La Casa del Obispo, en Cádiz

La historia siempre sale a la luz. Como en la Casa del Obispo, un yacimiento arqueológico con unos 3.000 años de historia que abrió recientemente sus puertas al público en el centro de Cádiz, entre las dos catedrales. El lugar no tiene desperdicio: tumbas saqueadas, joyas únicas, pasillos, muros y unos curiosos insectos guardianes. Objetos y restos de edificaciones que levantaron aquí fenicios, púnicos, romanos y cristianos, y que quedaron ocultos bajo la antigua residencia del obispo, levantada en el siglo XVI.

La visita del lugar tiene además un planteamiento ingenioso. "La idea es que los visitantes puedan meterse dentro de la historia de este edificio, sentir su pasado, hacer una especie de turismo activo arqueológico", explica Germán Garbarino, de Monumentos Alavista, que gestiona el yacimiento. Para ello se han habilitado espacios donde los viajeros pueden entrar en la zona de excavación y pisar el antiquísimo suelo, tocar las piedras, levantar las réplicas de ánforas y hasta disfrazarse de romanos para estar a tono con el ambiente. También está previsto que los próximos trabajos arqueológicos que quedan por hacer, como desenterrar otra posible tumba, se realicen a la vista del público.

Uno de los hallazgos destacados es la tumba de un fenicio ilustre, tal vez uno de los fundadores de la ciudad, cuando allá por el año 1100 antes de Cristo desembarcaron en la isla y crearon Gadir. O pudo ser un rico comerciante, de aquellos que recorrieron el Mediterráneo e hicieron famosas las conservas y salazones gaditanas, como el garun, una salsa hecha de pescado con la que se condimentaban las comidas y que causó furor en el mundo antiguo. Poco se sabe de la historia de este personaje, salvo que tuvo que ser alguien muy reverenciado, porque las restantes culturas que pasaron por el lugar, lejos de profanar los restos, respetaron el túmulo y consagraron el recinto a actos religiosos: los púnicos hicieron un templo y los romanos erigieron un santuario, probablemente dedicado a Júpiter. La tumba quedó así hasta los pasados años setenta, cuando fue saqueada; en su interior, los ladrones se dejaron olvidado un anillo de oro con dos delfines, realizado por un joyero zurdo.

La visita revela una gran cantidad y variedad de piezas arqueológicas: columnas, capiteles, ofrendas y vasijas. Después de las guerras entre púnicos y romanos, Roma se hizo con el control de la ciudad, a la que convirtió en Gades, uno de los centros más importantes de la época y punto de partida para la conquista de Hispania. De aquel tiempo, la Casa del Obispo muestra pinturas murales romanas, las cisternas y restos fosilizados de una comilona a base de caracoles con conejo.

Durante la excavación han reaparecido unos viejos inquilinos de esta casa: una especie de escarabajo que se consideraba extinguida. Se les puede observar campar a sus anchas desde las pasarelas de cristal translúcido que recorren el yacimiento y comprobar que su aspecto es diferente al del insecto actual. Es como si hubieran estado aquí dormidos junto a estas piedras y ahora salieran a la luz para cuidar su tesoro.

Sala de pinturas romanas del yacimiento arqueológico Casa del Obispo.
Sala de pinturas romanas del yacimiento arqueológico Casa del Obispo.SILVIA CAUNEDO

GUÍA PRÁCTICA

Cómo llegar- Desde Girona se toma la AP-7 hasta Figueres. Desde aquí, la C-260 en dirección Roses hasta Castelló d'Empúries, para continuar por la carretera de Sant Pere Pescador hasta el desvío de El Cortalet.

- Centro de información del parque natural El Cortalet (972 45 42 22). Carretera de Sant Pere Pescador, kilómetro 13,6. Castelló d'Empúries.- www.parcsdecatalunya.net.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_