Sordera y ansiedad entre los denunciantes
La juez Raquel Fernandino tiene abiertas las diligencias por contaminación acústica y atmosférica. Una docena de vecinos ha expuesto al juzgado los problemas de sordera y estrés que padecen por culpa de los constantes ruidos. El forense ha certificado, por ejemplo, que María Teresa Moreno, de 68 años, sufre "zumbidos en los oídos" y un cuadro de "ansiedad", y que Juan Martínez, de 72 años, tiene un grave problema de sordera, al igual que Ramón Martín.
En el sumario hay informes sobre la zozobra que genera el ruido en cuatro colegios de la zona, en una residencia de ancianos y también en casas desde cuyos balcones se ven pasar los coches por debajo.
A pesar de ello, el Ayuntamiento de Madrid ha pedido, sin éxito, el archivo de la causa en dos ocasiones. Los tres concejales imputados -Paz González (Medio Ambiente), Pilar Martínez (Urbanismo) y Pedro Calvo (Seguridad)- han echado balones fuera en sus declaraciones ante la juez y ante la súplica de los 8.000 vecinos de la zona de Batán en pro de soluciones que les permitan dormir.
El pasado 9 de febrero se sentó ante la juez el edil de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Pedro Calvo. Una de las demandas de los afectados era que, de momento, se restringiera o mitigara el tráfico en la zona. "No hay ningún área de Madrid donde esté restringido el tráfico" por contaminación acústica, explicó Calvo. Precisó que la circulación en la zona había sido limitada a 80 kilómetros por hora y que era inviable desviar los coches por otras calles, puesto que eran residenciales y con mayor densidad aún de población. Las obras públicas llegan hasta donde se puede "en razón a limitaciones técnicas y presupuestarias", contestó Calvo.
Ajeno a sus competencias
Martínez, la edil de Urbanismo, señaló que las cuestiones ambientales son ajenas a sus competencias y reprochó que, en su momento, los vecinos "no recurrieran el proyecto" urbanístico que se acomete en la zona. Abundó en que "las medidas paliativas" frente al ruido no están en la esfera de su área de gobierno.
La concejal que más se extendió fue González, responsable de Medio Ambiente, que prestó declaración el 22 de septiembre de 2006. Entonces, manifestó: "El Ayuntamiento carece de mandato legal para paliar la saturación acústica por razones de tráfico".
También argumentó que está en confección un mapa de contaminación acústica de la capital que se presentará el próximo julio a las distintas administraciones para que haya constancia de dónde están los problemas. La Castellana, dijo, es otra zona con exceso de ruido de Madrid. González añadió que cabe aplicar medidas correctoras en la zona, pero que requieren la participación de la Dirección General de Tráfico y la Comunidad de Madrid.
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