Calderón presenta a "los mejores del mundo"
La grada pita al presidente en la bienvenida a Robben, y Heinze dice que no es Roberto Carlos
Gabriel Heinze no tiene nada que ver con Roberto Carlos. El primero luce pelo y melena y el segundo es calvo. El primero viste con chaquetas de terciopelo y el otro con camisetas deportivas. El primero se define un "hombre de pocas palabras" y el segundo no paraba de hablar. El lateral brasileño hizo de la velocidad su arma principal junto a los goles de falta y a sus interminables carreras hacia el área rival. Heinze es argentino y está llamado a reemplazar a Roberto Carlos.
El holandés negó su fama de zurdo de 'cristal' y dijo haber "entrado en el mundo de los sueños"
Pero ayer, en el día de su presentación, Heinze dejó claro que no había llegado a Chamartín a realizar misiones imposibles. "No vengo para hacer olvidar lo que ha hecho Roberto Carlos. Eso es imposible. Yo vengo para cumplir", aseguró el ex del Manchester, que en su carrera también jugó de central. "Yo soy un defensa y he venido para defender. Puedo ayudar cuando haya que atacar, pero no voy a hacer ganar el equipo. No soy de ésos...", matizó dos días antes del partido contra el Atlético. El Madrid pagó por él 12 millones de euros. Bernd Schuster dio su visto bueno -en la reunión que mantuvo con Pedja Mijatovic y Ramón Calderón exigió a Robben y a un lateral izquierdo- pero quizás le hubiera gustado escuchar otras palabras del argentino. El técnico sabe que será muy difícil convertirle en alguien parecido a Roberto Carlos. El argentino, que ya pasó por la Liga -con 19 años vistió la camiseta del Valladolid durante dos temporadas-, está convencido de que ha madurado. "Hoy soy otro futbolista, de aquel chiquillo de hace diez años no ha quedado nada. Cuando he vuelto a ver las imágenes casi no me reconocía... ", aseguró.
Ell que sí se reconoce y sabe que su fichaje ha costado mucho dinero -el más caro de esta campaña- es Arjen Robben. "Los 36 millones de euros que se han gastado me inspiran confianza", declaró el holandés, quien permitió a Calderón cumplir una de sus promesas electorales. Eso sí, con 12 meses de retraso. Algo que los aficionados le reprocharon ayer. El presidente del Madrid tuvo que interrumpir más de una vez su discurso debido a los silbidos que partían de la grada. Y eso que presumía de haber fichado a los "mejores del mundo".
Robben dijo sentirse aliviado tras semanas de largas negociaciones. "Las cosas con el Chelsea no han sido fáciles... pero he estado entrenándome todo este tiempo y estoy físicamente preparado para jugar el sábado", confesó. El holandés negó su fama de "zurdo de cristal". "Intentaré probar que no es así. Lo más frustrante para un jugador es lesionarse, pero a veces no se puede evitar", admitió. "Para mí esto es un nuevo comienzo. Desde hoy he entrado en el mundo de los sueños y soy blanco".
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