El nuevo curso escolar sumará 3.000 alumnos más, la mayoría en la red pública

El curso escolar 2007-08 ya está a la vuelta de la esquina -las clases comenzarán oficialmente el próximo 10 de septiembre- y con él llegan algunas novedades, como la aplicación del currículum vasco en primero de Primaria y en primero y tercero de Secundaria. El curso contará con 3.000 alumnos más que el anterior: 291.319 frente a los 288.330 contabilizados en 2006-07. La mayor parte de este incremento (2.348) se lo lleva la red pública, que de esta forma gana algo de cuota hasta llegar al 48,8% del total de estudiantes matriculados en centros públicos y concertados.

El leve repunte de la natalidad en la comunidad autónoma ha permitido esta ligera subida, que se deja notar especialmente en la Educación Infantil (de 3 a 6 años) tanto de la red pública como de la concertada. En conjunto, ambas redes han matriculado a 291.319 alumnos, según los últimos datos oficiales.

La red concertada sigue manteniendo la primacía, al escolarizar al 51,2% de los estudiantes de la etapa obligatoria (de 6 a 16 años), que comprende Infantil, Primaria y Secundaria; de la posobligatoria (16 a 18), que incluye Bachillerato y FP, y de la voluntaria (de 3 a 6 años). En los últimos años, la red pública ha ido arañando terreno a la privada, aunque aún se mantiene a distancia de conseguir llegar al 50%. "La red pública ha mantenido una tendencia al crecimiento en los tres últimos cursos. Es una dinámica de goteo, pero va hacia arriba", apuntan fuentes del Departamento de Educación.

El caso del País Vasco, con una red privada concertada tan potente que incluso cuenta con más alumnos que la pública, es único en España y en el resto de los países de la Unión Europea. La clave reside en la presencia de las ikastolas que no están publificadas y que acaparan una parte importante de los alumnos. Aunque el peso de los colegios religiosos también es importante, desde el departamento se insiste en que no es mayor que en otras comunidades españolas, como Madrid por ejemplo. "La diferencia estriba en las ikastolas, que es una peculiaridad del País Vasco", apunta un portavoz de la consejería.

"Las familias", insiste esta fuente, "no miran la titularidad del colegio. Sólo se fijan en si es bueno o no. Lo cierto es que cuando tienes que pagar, se valora más", admite.

Dominio del modelo D

El reparto por modelos mantiene la tónica de los últimos años, con una clara preponderancia del modelo D (todas las asignaturas se imparten en euskera menos la materia de la lengua castellana). En Educación Infantil es donde resulta más llamativo el dominio, al concentrar al 67,40% de los alumnos. El modelo A (en castellano con la asignatura del euskera) no para de bajar y ya está en el 6,8% de los estudiantes.

Es en Secundaria donde se equilibra un poco más la balanza. El modelo D agrupa al 51,4% de las matriculaciones frente al 26,3% del B (bilingüe) y el A (22,3%).

El curso 2007-08 trae consigo una destacada novedad: la aplicación del currículum vasco, el documento que recoge las líneas básicas que regirán la enseñanza obligatoria (6 a 16 años) del futuro de Euskadi. Su aplicación será progresiva y para este curso está previsto que se ponga en marcha en primero de la etapa de Primaria y en primero y tercero de Secundaria. Además de fijar los contenidos educativos, establece unas horas mínimas para cada asignatura y, lo más innovador, deja otras de libre disposición para que cada colegio las distribuya como quiera. Sobre todo, teniendo en cuenta los puntos débiles de su alumnado.

El departamento ha diseñado un horario de referencia para los centros que deseen acogerse a él, en el que plantea dar más clases de matemáticas y de ciencias. "Se ha reforzado todo el área de ciencias. Las evaluaciones previas dan que en ciencias los jóvenes vascos no se encuentran al mismo nivel que el resto de los europeos", explican desde el departamento. Por eso, aconseja a los centros que las horas de su autonomía las empleen para mejorar las competencias de estas dos áreas.

Cada colegio puede empezar ya desde el próximo curso, aunque la propuesta formal del departamento es que el currículum se incardine ya de manera paulatina en el primer curso de Primaria y primero y tercero de Secundaria para ir ascendiendo progresivamente con el paso de los años. "La autonomía de los centros les permite acomodar a su proyecto educativo el desarrollo de las asignaturas. Hemos ofertado unos horarios básicos que pueden resultar orientativos y unos de mínimos. Pero con absoluta flexibilidad", apostilla la consejería.

El grado de autonomía organizativa y pedagógica de los centros les abre un horizonte hasta ahora desconocido y que les permitirá desde decidir, por ejemplo, en qué curso se explican determinados contenidos o dedicar todas sus horas de autonomía a una materia concreta. Por ejemplo, mientras un instituto puede dar más horas de las mínimas en matemáticas, otro podría apostar por dedicarlas a las ciencias u otra materia.

Junto a la autonomía también se recogen mecanismos de control para comprobar que, al fin de cuentas, se cumple con lo fijado en el currículum en cuanto a adquisición de conocimientos y de competencias.