Vigilar las rocas

Los desprendimientos son algo natural en la montaña de Montserrat por su configuración: grandes bloques y conglomerados de piedra unidos por cemento calcáreo. La acción de la lluvia y los cambios meteorológicos rompe el cemento calcáreo que une las rocas y por eso caen. "Evitarlo es imposible, pero sí se puede actuar y hacer un control geológico en las zonas donde pueda haber riesgo de afectar a infraestructuras o carreteras", explica Antoni Roca, director del Instituto Geológico Catalán. De hecho, en una zona próxima al desprendimiento del domingo ya se habían fijado bloques de rocas por peligro de caídas y esa misma intervención estaba prevista en el área del incidente porque ya se había observado la inestabilidad de las peñas. El sistema de barreras de protección que tenía esa área cedió a las toneladas de tierra y piedras.

Según Roca, lo que se debe hacer es una revisión y diagnóstico más a fondo de las áreas donde se puedan producir desprendimientos para optar por una medida u otra. Una intervención posible consiste en hacer caer las rocas -con voladuras o con métodos manuales- cuando se advierte que están sueltas. El Instituto Geológico Catalán participará en la elaboración del plan de intervención en la montaña de Montserrat anunciado ayer por el Departamento de Política Territorial. "Pero el riesgo cero no existe", avisa el director del instituto.