Socialistas y populares censuran la andanada del tripartito contra Piñeiro

La nueva entrega en el enfrentamiento que arrastra el Ejecutivo vasco y el máximo responsable del Tribunal Superior de Justicia, Fernando Ruiz Piñeiro, recaló ayer en los partidos de la oposición. Socialistas y populares vascos salieron al paso de las intenciones del lehendakari Juan José Ibarretxe de frenar la candidatura a la reelección del presidente.

Es este un objetivo que, realmente, no está en manos del Gobierno vasco, sin apenas capacidad para maniobrar entre las bambalinas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces encargado de la designación. En el consejo son otros los actores y en su seno las dos principales asociaciones judiciales (la mayoritaria APM y la progresista y minoritaria JpD) y el PP y PSOE definirán en los próximos meses no sólo quién ocupará el sillón de la presidencia del alto tribunal vasco. Porque también están en juego las vacantes de dos magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo jubilados recientemente y otras presidencias golosas de altos tribunales y de audiencias provinciales. Sin ir más lejos, la de Vizcaya, que parece estar en juego en el cambio de cromos que puede afectar al futuro de Ruiz Piñeiro.

El CGPJ no decidirá sobre el futuro de Piñeiro antes del 1-M

Ayer no se había publicado aún en el Boletín Oficial del Estado la convocatoria para renovar la plaza que ocupa Ruiz Piñeiro, primer paso para que se inicie un proceso que, con toda seguridad, no se resolverá hasta después de las elecciones del 1 de marzo, según pronostican fuentes judiciales.

Lejos de donde se cuece realmente la posible reelección de Piñeiro, la veta política abierta por las declaraciones de Ibarretxe y del tripartito fue seguida ayer por el PP y el PSE. El líder de los socialistas, Patxi López, criticó la intención del Gobierno vasco. "Me parece mal que desde la política se intente condicionar incluso unas elecciones que les corresponden a los propios jueces". López defendió en una entrevista en Radio Euskadi que cada poder debería estar en su parcela y no "intentar condicionarse ni enredarse unos a otros, porque estaremos haciendo un flaco favor a todas las partes".

El líder de los populares, Antonio Basagoiti, mucho más contundente, calificó de "hooligans" a los miembros del tripartito, que parecen, dijo, querer "dar una paliza al árbitro porque no les ha pitado el penalti". Basagoiti interpretó la andanada del tripartito contra Fernando Ruiz Piñeiro como que el magistrado "va a pagar las iras del PNV" por su papel en la causa contra Ibarretxe por sus reuniones con la ilegalizada Batasuna durante la tregua.

Portavoces de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura y de Jueces para la Democracia defendieron, por su parte, la independencia judicial frente a lo que consideran una "injerencia" del poder político. JpD recordó que las aptitudes del magistrado las ha de determinar el CGPJ, que deberá elegir por mayoría cualificada de 13 miembros al próximo presidente del Tribunal Superior vasco. La APM calificó la iniciativa de "disparate" y reprochó al tripartito por lanzar unas críticas impropias de un modelo de Estado constitucional sometido al derecho.