Una academia deja a más de 200 alumnos en la calle
El centro pedía 1.400 euros por adelantado para preparar oposiciones - Consumo enviará hoy a un inspector
"Ha habido un incendio, no vengas mañana", le dijo su tutor. Cuando volvió, estaba cerrada a cal y canto. "Fui la primera en enterarme", contaba ayer al teléfono Sheyla Barrientos a las puertas de la academia de oposiciones Cemad. El centro ocupaba un piso del Paseo del Rey (Moncloa) hasta hace una semana. Pero ya no existe. Unos 250 alumnos (según cálculos de los afectados) intentan ahora recuperar los 1.410 euros que pagaron por adelantado y para los que algunos pidieron créditos que aún tienen que devolver. La Dirección General de Consumo, que enviará hoy a un inspector al centro, les recomienda que denuncien.
La academia está cerrada, los teléfonos desconectados, en el móvil de la responsable salta el contestador... la única huella viva es su web. Ayer aún se anunciaban como un centro de formación para opositar a 20 tipos de empleo público (auxiliar de enfermería, celador...).
"Cuando llegué no había nada, el portero me dijo que se habían llevado hasta los muebles", añade Barrientos, de 28 años. Fue de las últimas en matricularse en diciembre pasado. Y tiene por delante un crédito de más de 1.000 euros que su banco le seguirá cobrando de su prestación del paro, 142 euros al mes. Preparaba las oposiciones de auxiliar del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). Isabel Gil, de 36 años, quería ser auxiliar de administración, para compatibilizar el trabajo con el cuidado de sus dos hijos. Ya ha pagado por un curso que debía durar hasta que consiguiera una plaza, le prometieron. Ayer estaba indignada. Como Roberto Castellanos, que aspiraba a convertirse en policía municipal. "Seguiremos reuniéndonos hasta que recuperemos el dinero, somos muchos", aseguró.
Tras el caso de Opening, que en 2002 cerró 132 centros y dejó miles de afectados, las asociaciones de consumidores recomiendan no pagar por adelantado grandes sumas de dinero. Desde Facua aseguran que cuando el crédito se pide a un banco para un curso concreto y a través de la academia, el usuario puede recuperar parte de lo abonado. Eso ocurrió en 2007, cuando la academia Atrium dejó a 400 alumnos en la calle, explica un portavoz de la Dirección General de Consumo. Este caso es más complejo, añade, porque han cerrado sin avisar y ahora deben localizar a los propietarios por un presunto caso de fraude.
Consumo ya conocía este centro. Dos alumnos de Cemad reclamaron por la mala calidad de las clases. La administración medió sin alcanzar un acuerdo. La semana pasada enviaron el caso a la inspección. Justo unos días antes de que la puerta se cerrara para todos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.