Masoud libera al genio
El delantero iraní clasifica a Osasuna con un gol marca de la casa
Tensión, lo que se dice tensión, no había en Pamplona. Estadio semivacío, animoso a trompicones, y equipos con un siesnoes entre la Liga y la Copa. La mezcla entre un asustado de Primera y un líder de Segunda suele dar resultados ambiguos. Partidos dudosos, actitudes comedidas. Todas, no. Masoud no se cortó un pelo para enredarse entre cuatro, sí, cuatro defensores en el área pequeña, engañarles con la puntera, el tacón y la cintura y marcar sin ángulo demasiado razonable. Masoud es así. Funciona con sus habilidades, no siempre aprovechadas, a veces muy distantes de la zona de peligro, pero siempre ajenas a la tensión del partido. Él es así, un artista, a veces protagonista, a veces de reparto, a veces un extra de buen porte. Ayer decidió ser protagonista en un partido frío resuelto, cómo no, con su frialdad acostumbrada.
OSASUNA 1 - HÉRCULES 0
Osasuna: Roberto; Azpilicueta, Roversio, Sergio, Monreal; Masoud (Juanfran, m. 72), Puñal, Rúper, Calleja (Camuñas, m. 67); Dady (Pandiani, m. 88) y Galán. No utilizados: Andrés; Josetxo, Echaide y Delporte.
Hércules: Unai; Bautista, Rodríguez, Pamarot, Peña; Kiko, Rodri (Portillo, m, 62) Jordá (Delibasic, m. 61), Del Olmo (Sendoa, m. 67); Jorge Alonso y Tote. No utilizados: Calatayud; Juanra, Paz y Gerardo.
Gol: 1-0. M. 49. Masoud despista a cuatro rivales y dispara casi sin ángulo.
Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Bautista, Rodri, Masoud y Monreal.
Unos 14.000 espectadores en el estadio Reyno de Navarra.
El Hércules, un buen equipo, jamás discutió la intensidad a Osasuna y eso es siempre una invitación a la derrota. Hay, probablemente, muchas formas de ganar en Pamplona, pero ninguna pasa por ser inferior en la entrega anímica. Ocasiones hubo pocas. Tiros fuera, amagos de disparos interesantes, algún que otro centrito por si falla el defensa y cae una manzana del árbol. Nunca asustó el Hércules, aunque tras el gol de Masoud empezó a alistar en el equipo a los titulares acreditados. Y eso que varios despistes del suplente Roberto metieron el corazón en un puño al Reyno de Navarra con salidas alocadas o malos entendimientos con sus defensas. Roversio las salvó todas como si la temporada que ha estado de baja no hubiera significado nada en el aprendizaje de su lesión.
Pasar, pasó lo de Masoud y eso significó que Osasuna, al trantrán, se clasificó para los cuartos de final frente al Racing.
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