Privado y 'en negro'
Acabo de ser papá. Qué alegría en estos tiempos de tanta incertidumbre y desasosiego, aunque a la vez contento por tanto avance científico. Qué interesante lo de la conservación de las células madre del cordón umbilical. Sin duda, y ya que voy a ser de los últimos en cobrar los 2.500 euritos (menos la retención), voy a gastarlo en la prevención para mi niño. Eso me cuesta precisamente la contratación de tal servicio: 1.990 euros (cuenta con paga; ni hecho aposta). Un mes antes del parto pagué 550 euros para recibir el kit donde la matrona prepararía sangre y tejido. Los 1.440 restantes los pagaría tras el nacimiento.
Empiezan las contracciones y allá que me voy con mi mujer. Tensión y nervios. Aparece la matrona, la cual ya sabía con anterioridad lo de la conservación de las células madre. El dolor de mi mujer va en aumento; mi nerviosismo también. La matrona nos dice de forma relajada: "¿Os comenté lo de los 200 euros?" Yo no sé de qué me habla. Mi mujer grita. Yo sudo. Mi mujer más. Ella prosigue: "Si queréis que prepare el material me tenéis que dar 200 euros". A mí me parece todo bien (no sé qué me ha dicho ni de qué habla, ni si ha dicho 200 euros o dos millones). La empresa de conservación no tiene en cuenta la extracción de la sangre, ni se preocupa. Les llamo con posterioridad y ellos contaban con que yo lo gestionara. Si me niego a dar los 200 euros en ese momento a la matrona, ya me he quedado sin los 550 que pagué a la empresa. Tras pedir factura, la sonrisita correspondiente: esto es un servicio vocacional. Lo flipo, 200 euros "en negro" por parto. El recochineo continúa: "Si queréis le hago los agujeritos en las orejas por 30 euros, con aguja esterilizada, y sin factura, eh", dice.
Yo quiero ser matrona por lo privado. Por cierto, a Hacienda ni "mu", que solo somos unos pocos.
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