Pesó el Palau
Queda claro que no tienen que demostrar nada a nadie. Tras 25 años de carrera, marcada por una continua mejora en sus prestaciones artísticas, Els Pets son un activo del pop en Cataluña. Son presente y escriben su historia cada día, añadiendo una viñeta más a su tebeo. La otra noche tenían una a la que dieron mucha importancia, y quizá ello les impidió un trazo firme, fino y seguro. El Palau les abrió sus puertas por vez primera y ellos respondieron con los nervios e imprecisiones propios de lo que no son: unos debutantes. Especialmente fue Lluís el depositario de esos nervios, que evitaron que sacase más y mejor lustre a su sentido del humor, se mostrase menos tópico en los agradecimientos y cantase con más convicción y firmeza. Fue, así, su paso por escena injusto con lo que habitualmente suele ser, dejándole como un cantante inseguro, cuando Gavaldà es un intérprete solvente e ingenioso que incluso puede sacar partido a cantar con una voz que, como en el Palau, parezca lastrada.
ELS PETS
Palau de la Música
16 Noviembre 2010
Para mayor abundamiento en lo desajustado de la velada, Els Pets no acabaron de sacar partido a su excelente repertorio, que, sea por los arreglos, por la escasa imaginación de las guitarras o por el tono general de la noche, daba la impresión de ser demasiado azucarado y excesivamente tenue. En algunos momentos pareció un grupo blando, algo que, pese a su filiación pop, nunca antes había caracterizado su directo, aunque en ocasiones -véase el Auditori- había apostado por la mesa camilla. El Palau les traicionó haciéndoles olvidar lo que ya saben: no existen locales, solo público. Suena fácil, pero debe de ser difícil interiorizarlo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.