La fiscalía desmonta la versión de El Cuco sobre la muerte de Marta
El menor rectifica en el juicio y niega su participación en el crimen
Las numerosas mentiras del caso Marta afloraron ayer en el inicio del juicio para intentar aclarar este oscuro crimen dos años después. Fue el turno del primer implicado, el menor Javier G., El Cuco. "Un relato plagado de contradicciones. Su versión no encaja con las anteriores explicaciones", describió la fiscal, que desmontó la versión del joven de 17 años y evidenció sus numerosas contradicciones.
El Cuco, acusado de asesinato, violación y un delito contra la integridad moral, declaró que la noche en que murió Marta estuvo con unos amigos de botellón en dos barrios de Sevilla para luego marcharse a casa. Sin embargo, en cuatro ocasiones anteriores el chico había detallado su colaboración para arrojar el cadáver de Marta en el río Guadalquivir.
Ayer, en el segundo aniversario de la desaparición de Marta, el juez de menores Alejandro Vian leyó una por una las declaraciones de El Cuco ante la policía, la Fiscalía de Menores, el juez instructor y en el vídeo de la reconstrucción de hechos grabado en el lugar del crimen. En todas ellas el menor puntualizó cómo colaboró con su coche para llevar el cuerpo de Marta tras su muerte, hasta que meses después se retractó y dijo que todo fue un invento debido a las "presiones policiales". Ayer la fiscal recordó las pruebas de la Policía Científica que incriminaban a El Cuco en la escena del crimen y subrayó la inconsistencia de su relato.
Durante dos horas de comparecencia, el menor negó saber el destino del cadáver de Marta y proclamó su inocencia: "No sé dónde está el cuerpo. No voy a hacer lo que hizo mal Miguel [en relación a las diferentes versiones de Miguel Carcaño, principal acusado]". El Cuco no narró ninguna coacción por parte de la policía, y afirmó que "únicamente no quería que implicaran a su madre" en el crimen por el uso del coche, según detallaron fuentes de la acusación particular.
El joven llegó a las 8.00 en un furgón policial desde el piso tutelado donde vive hasta los juzgados, acordonados por una treintena de agentes para evitar altercados, y rodeados de cámaras de televisión y fotógrafos de un centenar de medios de comunicación. Durante el proceso El Cuco mantuvo una actitud "muy firme", se mostró "tranquilo" y a ratos "un poco desafiante" durante su comparecencia, según las mismas fuentes.
A continuación, la abogada de la familia le recordó sus conversaciones y contradicciones para pedirle que indicara el lugar donde ocultaron el cadáver de Marta. Su respuesta negativa no sorprendió a las partes. Mientras, el padre del menor, Ángel Manuel R., se acogió a su derecho a no declarar ante el magistrado.
En el exterior de la Audiencia se concentraron miembros de la plataforma Marta del Castillo con carteles con el lema Todos somos Marta. El juicio arrancó sin sobresaltos y continuará las próximas tres semanas. Mañana es el día clave con la declaración de los cuatro adultos implicados, que tienen la llave para corroborar los indicios policiales y acabar con tanto enredo.
El juez rechaza las peticiones de suspensión de la vista oral
El juez Alejandro Vian rechazó ayer las peticiones de la acusación y la defensa del menor para anular o posponer el proceso. El abogado de la familia, José María Calero, planteó una cuestión de inconstitucionalidad para lograr una vista oral única para todos los acusados, el menor y los cuatro adultos. El magistrado se opuso en principio a la petición pero aclaró que dejaba una puerta abierta cuando estudie la cuestión a fondo tras finalizar el proceso y antes de emitir sentencia.
Mientras, el abogado de El Cuco, Fernando de Pablo, pidió al juez que anulara las declaraciones del menor en las que se inculpaba. "Se practicaron sin la presencia de un fiscal de menores, sin sus padres y sin un letrado. Es decir, sin garantías para el menor", subrayó el letrado. El magistrado aclaró que se pronunciará al respecto en su sentencia.
Por su parte, los abogados de Javier Delgado, hermano de Miguel Carcaño, y su novia María García, ambos acusados de encubrimiento, denunciaron que el juez no les permitiera asistir a la vista oral.
Mañana acudirán como testigos los cuatro adultos acusados, que serán juzgados en otro proceso. Las partes argumentan que debería celebrarse un solo juicio debido a la gravedad del crimen. Sin embargo, en el caso por el atentado del 11-M el menor conocido como el Gitanillo fue condenado en un proceso separado del resto de imputados.
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