Volem TV3
Desde ayer la señal de TV3 que hasta no hace mucho llegaba a todo el territorio valenciano ha dejado de verse. ¿Es legal el cierre de las emisiones de TV3? Sin ninguna duda, sí. Entre otras cosas porque ha sido Acció Cultural del País Valencià, la asociación privada responsable de los repetidores desde donde se hacían, quien lo ha decidido. Ahora bien, no puede perderse de vista que lo hace tras una cascada de multas, impuestas por nuestra Administración autonómica, que ha generado una presión indudable. Cabe preguntarse, entonces, ¿eran las emisiones, efectivamente, ilegales, lo que permitiría esas cuantiosas sanciones? La respuesta, de nuevo, es sencilla. Dado que para emitir televisión hertziana es imprescindible tener algún tipo de licencia y una concesión de uso del espectro radioeléctrico, algo de lo que la televisión autonómica catalana ha carecido siempre en Valencia, es evidente que no había amparo legal posible para los repetidores.
Lo cual no significa que la presión ejercida por la Generalitat Valenciana haya sido jurídicamente incuestionable. Más allá de los evidentes y fundados reproches que pueden derivarse de la patente laxitud mostrada con otras muchas televisiones ilegales, que siempre y cuando emitan tarot y chats sexuales no tienen el más mínimo problema y pueden seguir funcionando (a veces, incluso, ¡desde repetidores de Canal 9!), hay dudas jurídicas fundadas sobre si la sanción a unas emisiones ilegales por ocupar espacio radioeléctrico no asignado ha de corresponder a la Generalitat o al Gobierno central. Porque si bien a la primera corresponde el control de las emisiones de las televisiones locales y autonómicas, es dudoso que el multar a quien ocupa una frecuencia que en nada perturba a estas corresponda a nuestra Administración y no al Estado, que es quien gestiona y ordena el dominio público radioeléctrico. Sin embargo, las multas impuestas por la Generalitat, avaladas por la Justicia en algunos casos, aunque el tema esté por resolver definitivamente, han sido suficientes para apagar los repetidores.
Jurídicamente habría que realizar esfuerzos por convertir en posible y legal que se viera TV3 en Valencia. Hay en marcha en el Congreso de los Diputados una iniciativa legislativa popular que han firmado más de 650.000 personas que permitiría, si fuera aprobada, recuperar la señal. También ha habido negociaciones entre los gobiernos de Cataluña y de Valencia para pactar la reciprocidad de las emisiones de sus respectivas televisiones autonómicas en ambos territorios que, sin embargo, no han fructificado porque el Consell de la Generalitat ha encontrado siempre alguna excusa (que el Ministerio de Industria no le asignaba, aprovechando la coyuntura, varias frecuencias más; que en TV3 cuando dan el tiempo dicen "País Valencià") para negarse al acuerdo.
Hay que exigir a nuestros representantes que alguna de estas iniciativas fructifique por muchas razones. Porque queremos ver TV3. O porque no la queremos ver, como hay quien no quiere ver Intereconomía, pero tampoco pasa nada si está ahí, como una opción más. Porque casi no hay tele en valenciano. Porque no tiene sentido que en un entorno plagado de canales basura no podamos disfrutar de una alternativa que tiene más demanda y contenidos. O, sencillamente, porque no se entiende que a estas alturas sea más fácil recibir la señal de Al Jazeera que la de TV3.
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