El servicio público de bicis se queda corto
Valenbisi cumple un año con éxito de abonados, 80.000, pero también con muchas quejas
Encontrar un amarre libre donde dejar la bicicleta en Valenbisi -servicio público de préstamo-, se ha convertido en una odisea. Lo repiten cientos de usuarios. Y es verdad. El servicio, con un año recién cumplido de vida, ha tenido una buena acogida pero los abonados echan cosas de menos. Faltan bases, bicis y, sobre todo, un buen sistema que las redistribuya según las necesidades. El que hay no da abasto.
Cada día se repite la misma historia. En la bancada próxima al Parterre, Beatriz, de 26 años, llega con prisas. Necesita una bici. A Enrique, de 32, le pasa todo lo contrario, llega con ella pero no sabe donde dejarla. En un santiamén, Enrique le pasa la bici a Beatriz, que se compromete a usarla 10 minutos -antes de que expire el tiempo de uso gratuito- y a aparcarla en su lugar de destino. Enrique se abonó a principios de 2011 y admite que el servicio es una alternativa de transporte en Valencia, "pero no es un medio del que puedas depender porque muchas veces no encuentras donde dejarla", explica. En Twitter, muchos usuarios canalizan sus quejas a través de Valenbishit, un foro no oficial.
El sistema tecnológico es de los más avanzados, según la empresa, pero no impidió que se colgara en noviembre de 2010, dejando a muchos usuarios en el limbo y con el contador de tiempo en marcha.
Otros usuarios, los más fieles, saben qué bici lleva días averiada sin que Valenbisi la repare. "A las 7.30 de la mañana no hay ni una sola en la parada de la calle de Bailén y lo mismo sucede de tres a cuatro de la tarde en la de la calle de Colón", detalla Araceli Alepuz, de 41 años. "¿Es que los funcionarios se las comen o qué?", exclama. Esta usuaria menciona el servicio de préstamo que funciona en Zaragoza: "Allí hay un señor que va con una furgoneta y reparte las bicis. Yo, aquí, no lo he visto nunca", comenta. Es una impresión que comparten muchos abonados.
"Lo lógico es que el servicio acabe autorregulándose", defiende el concejal de Circulación y Transportes del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Novo, del que depende el servicio de Valenbisi, que explota la multinacional francesa JCDecaux. Un año después de su puesta en marcha hay 80.708 abonados y más de la mitad lo son a través de la tarjeta Móbilis. Novo considera la experiencia un auténtico éxito. Los abonos semanales expedidos superan los 7.400. Por compararlo con otra capital española, en Sevilla, donde JCDecaux también gestiona el servicio, en los primeros 18 meses consiguieron 43.399 abonados.
En Valencia, la instalación de las bases ha sido paulatina. El servicio de préstamo público arrancó el 21 de junio del año pasado con 35 estaciones y 400 bicicletas. La alcaldesa Rita Barberá lo presentó con todo boato pero lo cierto es que Valencia ha sido una de las capitales españolas que más ha tardado en implantarlo a pesar de que cuenta con las características ideales para que el servicio se generalice: tiene buen clima, es llana y no es excesivamente grande.
El despliegue empezó por el este de la ciudad y luego llegó al centro. Todavía queda pendiente la extensión de Valenbisi a los barrios del norte y el oeste. Antes de noviembre de este año, la multinacional, que ha financiado el montaje a cambio de explotar la publicidad en los espacios anexos, debe tener colocadas las 2.750 estaciones a las que se comprometió en el contrato. Las 70 estaciones pendientes se desplegarán a partir de septiembre y el precio del bono anual se mantendrá en 18 euros. A partir de 2012 se verá si hay revisión de tarifas.
Según JCDecaux, las bases más utilizadas son las de la avenida de Blasco Ibáñez, junto a las universidades, o en ese entorno. Las menos frecuentadas son las de la calle de Pescadores, el Paseo de las Moreras o la calle Pavía, todas en el Marítimo de Valencia. De lunes a viernes se realizan unos 30.000 trayectos diarios y en fin de semana, el número cae hasta los 21.000.
"De momento, no estamos valorando ampliar el servicio", admite el concejal Alfonso Novo, a pesar de su buena aceptación. En alusión a la mala regulación del servicio, Novo explica que las estaciones están separadas unos 300 metros y que cuando no se encuentra estacionamiento en una de ellas, se puede pasar la tarjeta por el poste y alargar la entrega otros 15 minutos. "En la pantalla aparecen además las tres bases más cercanas para poder dejarla", prosigue Novo.
La explosión en España de los servicios de préstamo de bicicletas es de tal importancia que las asociaciones de consumidores ya las han evaluado. Avacu valoró Valenbisi de forma positiva pero también destacó otros que no lo son tanto. Por ejemplo, Valencia cuenta, como otras capitales españolas, con abonos anuales y mensuales. Pero carece de abonos diarios, que facilitarían el uso de la bicicleta. Otra de las críticas es que el teléfono donde se notifican algunas de las incidencias es un 902, en lugar de un número gratuito. Y también pone pegas Avacu a posibles cláusulas abusivas en el contrato entre servicio y cliente.
Por último, la asociación de consumidores opina que el éxito del servicio depende en gran medida de una buena red de carriles bici, así como de espacios adecuados para que los ciclistas circulen con seguridad.
Fernando Mafé, del colectivo Valencia en Bici, es claro a la hora de valorar el nuevo servicio: "Se ha cumplido a rajatabla lo que anticipábamos y es el gran problema de ponerlo en marcha sin una red ciclista segura". La inmensa mayoría de bicis circulan por las aceras a pesar de que la ordenanza municipal no lo permite. Y es que en grandes arterias de tráfico, como las Grandes Vías de Valencia, no hay carriles reservados para este medio de transporte. Son casi 3.000 bicis en servicio y 80.000 usuarios registrados, más las privadas. "En los lugares donde el ciclista percibe riesgo [sobre todo de coches y autobuses], acaba subiéndose a la acera", agrega Mafé, que insiste en que el Ayuntamiento no ha hecho un esfuerzo suficiente por extender las vías cicilistas por la capital.
La consecuencia de poner un servicio sin una buena infraestructura es que cada vez se producen más conflictos entre peatones y ciclistas. "El Ayuntamiento tiene una habilidad especial para vender imagen. Hablan de kilómetros recorridos y bicicletas en servicio pero luego somos deficitarios en carriles", agrega este miembro de Valencia en Bici. Las estaciones, en un 90% de los casos están colocadas en la acera por lo que se roba espacio al peatón en lugar de quitárselo al coche.
"Lo que la gente está percibiendo en la calle es que no hay plan ni estrategia; las cosas se han hecho sin planificarlas", concluye Mafé.
Un año del servicio de Valenbisi
- Abonados: El servicio comenzó el 21 de junio de 2010 con apenas 240 abonados y doce meses después cuenta con 80.700, según la compañía que lo explota JCDecaux.
- Estaciones y bicicletas: El contrato obliga a la compañía a instalar antes de diciembre de este año 275 estaciones, con 2.750 bicicletas. La red se ha extendido por el este y centro de Valencia, pero faltan las últimas 70 estaciones.
- Usuarios: El 56% son hombres y el 44%, mujeres.
- Las más usadas y las menos. Las estaciones más utilizadas están en la avenida de Blasco Ibáñez, en el distrito universitario. Y las menos, en el Marítimo, concretamente en las calles de Pescadores, Paseo de las Moreras o calle Pavía.
- Coste del servicio: El bono anual cuesta 18 euros y la fianza asciende a 150 euros. La primera media hora del servicio es gratuita.
- Previsiones: De momento, no se prevé ampliar el servicio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.