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Antonio Hernández (Ebro Foods): “Nos encaja comprar Pastas Gallo si el precio es adecuado”

Antonio Hernández Callejas, en la sede de Ebro Foods en Madrid
Antonio Hernández Callejas, en la sede de Ebro Foods en MadridVÍCTOR SAÍNZ

Antonio Hernández Callejas, Tudela 1955, economista, es navarro de nacimiento, soriano de origen y sevillano de adopción a la sombra de la arrocera Herba, entonces propiedad de la familia. Tras un periodo de consejero, desde 2005, como primer accionista, es presidente de Ebro Foods donde ha llevado a cabo una intensa política de inversiones y desinversiones. Esta estrategia supuso la venta de empresas líderes en su sector en España como Azucarera y Puleva por 526 y 630 millones respectivamente, por considerar no tenían recorrido. Por el contrario, en la última década, salvo la adquisición de arroz SOS en España por 200 millones de euros, realizó compras de empresas en el exterior por otros 2.100 millones de euros, lo que aupó al grupo como líder mundial en el mercado del arroz y el segundo puesto en pastas y salsas. Con una facturación de más de 2.500 millones de euros, Ebro Foods es la primera empresa alimentaria española.

Desde 2016 mantiene una discreta incursión en el sector de los productos orgánicos donde va a seguir invirtiendo, aunque ve más difícil lograr posiciones de liderazgo ante la existencia ya en el sector de grandes multinacionales. Nunca creyó en el sector del aceite por su baja rentabilidad y vendió su participación en el actual grupo Deoleo. Su estrategia crecimiento vía compras la ha basado siempre en adquirir empresas por precio y, sobre todo, por su capacidad para crecer. Frente a las dificultades para operar en los mercados con productos maduros como pasta o arroz, ha apostado siempre por la innovación en la oferta, productos con mayor valor añadido y también con la salud como argumento. No renuncia al mercado español, pero más del 90% de sus ventas se realizan en todo el mundo.

Pregunta. La próxima semana presentarán los resultados anuales de 2018. ¿Cómo serán las cuentas? ¿Mantienen las previsiones de octubre pasado cuando estimaban un crecimiento del 5,1% para las ventas y una caída del 32,8% en el caso del beneficio neto?

Respuesta. Esperamos unos resultados ligeramente mejores a las estimaciones que dimos en octubre. 2018 fue un ejercicio positivo, pero nuestra división más importante y rentable, la arrocera en EE UU, sufrió algo parecido a una tormenta perfecta. El precio del arroz subió muchísimo, lo que se tradujo en un encarecimiento de los costes. Además, en este mercado tuvimos alzas en los precios logísticos y en la de mano de obra por falta de obreros cualificados debido a la gran rotación laboral en un país con pleno empleo.

P. ¿Han solventado ya el problema de costes? ¿Cómo se presenta 2019 para Ebro?

“En EE UU saldremos de negocios poco rentables, como las actividades de marca blanca”

R. La situación en EE UU se está corrigiendo. Hemos tomado una serie de medidas para recupera la rentabilidad de nuestra filial Riviana, como la subida en el precio del arroz aromático. Además, vamos a salir de aquellas actividades menos rentables, en concreto abandonaremos algunos negocios de marca blanca. Eso supondrá tener menos ingresos, pero a cambio recuperaremos los márgenes.

P. ¿Cree que volverán a márgenes de explotación del 14% como tenían en 2017?

R. En la división arrocera de EE UU los márgenes eran incluso mayores y aspiramos a superarlos. En el conjunto del grupo nuestra meta es volver a márgenes entre el 14% y el 15%. Creo que en EE UU, al desprendernos de actividades que aportaban mucho volumen pero poco beneficio, afloraremos la estupenda rentabilidad que tienen las marcas premium en este mercado.

P. A pesar de la caída del beneficio en 2018, mantienen el dividendo por acción en 0,57 euros. ¿Por qué? ¿No se han planteado ajustar la retribución a las menores ganancias?

R. Nuestra política de retribución está bastante definida y la situación financiera de la compañía permite mantener el dividendo.

P. Habla de la buena situación financiera, pero la deuda de la compañía prácticamente se ha doblado en los últimos dos años y ya supone 2,3 veces el ebitda. ¿Se sienten cómodos con este ratio o estudian bajar el apalancamiento?

R. El aumento de la deuda obedece a varios factores. El primero es de índole exclusivamente contable ya que a partir de este año estamos contabilizando como deuda los puts que en su día tendríamos que pagar si comprásemos su parte a los socios de aquellas compañías en las que entramos en el capital pero no tenemos la mayoría, algo que hoy no está en nuestras previsiones. Estamos hablando de una deuda no exigible superior a los 150 millones. Además, el apalancamiento ha subido porque a comienzos de 2018 adquirimos Bertagni. Por otro lado, estamos haciendo un esfuerzo inversor considerable para crecer de forma orgánica ya que es difícil encontrar crecimiento inorgánico a precios razonables.

“La subida de la deuda se ha debido a factores contables y a la inversión orgánica”

P. En la junta dijeron que antes de que finalizara 2018 cerrarían otra compra. Sin embargo, esta no se ha materializado. Ebro Foods se ha caracterizado por realizar un reguero de adquisiciones en los últimos años (Bertagni, Olivieri, Garofalo, Celnat, Geovita, Vegetalia…). ¿Descartan cualquier operación corporativa a medio plazo?

R. Somos bastante selectivos y no nos sentimos presionados por comprar una empresa cada año. Solo pujaremos por aquello que nos encaje estratégicamente y que además tenga un precio razonable. Hemos tenido que renunciar a algunas cosas; por ejemplo, en el segmento de salsas en EE UU, porque se han vendido empresas a una valoración tal que nosotros no veíamos la rentabilidad.

P. La familia propietaria de Pastas Gallo ha puesto el cartel de “se vende”. ¿Les interesa la compañía?

R. A nosotros nos encajaría si el precio fuese adecuado y la compañía ofreciera unas buenas perspectivas de crecimiento. Esto último se me antoja difícil porque la gestión de Pastas Gallo ha sido estupenda y es difícil que venga alguien de fuera y lo haga mejor. En estos casos, las operaciones se vuelven fundamentalmente una cuestión de precio.

P. ¿Y a qué precio le saldrían los números en este caso?

R. Como comprenderá esa información no se la voy a dar. Estamos en un concurso abierto y si le dijera a los demás cuánto estoy dispuesto a pagar estaría haciendo un flaco favor a mi compañía si finalmente tuviéramos interés por esta empresa y participamos en la puja.

“Las cuentas de 2018 serán ligeramente mejores que la previsión que dimos en octubre”

P. Pero podrían llegar a presentar una oferta por Pastas Gallo, ¿no?

R. Nosotros vamos a estudiar la posibilidad de hacer una oferta, y si encontramos un ángulo interesante pues bien… Pero le recuerdo que en España estamos en un gran posicionamiento con Garofa­lo, que está creciendo a doble dígito. Pastas Gallo tiene un enfoque más tradicional y nosotros estamos apostando por las marcas premium. Veo mucho recorrido a las pastas de alta calidad.

P. ¿Por qué la Sepi sigue en el capital de Ebro si no es una empresa estratégica?

R. Eso tiene que preguntárselo a la Sepi. Nosotros estamos cómodos con su presencia. Son un socio leal. Si algún día deciden que quieren invertir en otros sectores lo entenderemos, pero de momento son bienvenidos.

P. Este año tienen que presentar un nuevo plan estratégico. ¿Cuáles serán las líneas maestras?

R. Es un poco aventurado dar datos porque aún no se ha presentado al consejo. No habrá grandes sorpresas respecto a lo que ya estábamos haciendo. En el negocio de la alimentación es difícil ver grandes sobresaltos.

P. ¿Descartan volver en un futuro al negocio del aceite?

R. El problema del aceite es que está en manos de españoles. Mientras esté controlado por grupos locales, cooperativas y pequeños productores que están dispuestos a cargarse la cadena de valor a la primera oferta que les llega de un distribuidor extranjero, será un negocio con mucho glamur pero de poco margen.

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