Los ‘cinco sabios’ alemanes se oponen a la fusión de Deutsche Bank y Commerzbank
Los expertos que asesoran al Gobierno federal alemán creen que crear un banco tan grande que no pueda caer pone en riesgo el dinero de los contribuyentes
Los cinco economistas del Consejo Alemán de Expertos económicos, conocidos como los cinco sabios, que asesoran al Gobierno federal, han mostrado su rechazo a los planes de fusión de Deutsche Bank y Commerzbank. Ambas entidades reconocieron el domingo, a través de un comunicado, que habían iniciado negociaciones para una fusión. El BCE tampoco ve con buenos ojos la unión de los dos gigantes. “No me gusta particularmente la idea de los campeones naciones, de los campeones europeos”, dijo Andrea Enria, nuevo jefe de supervisión del eurobanco.
Los cinco sabios, además, rebajaron la previsión de crecimiento en Alemania para este año al 0,8%, siete décimas menos de lo que ellos mismos pronosticaban en noviembre; y seis menos de lo que subió el PIB en 2018.
Sobre la fusión del Deutsche y el Commerz, el prestigioso grupo de economistas integrado por Christoph Schmidt, Lars Feld, Isabel Schnabel, Achim Truger y Volker Wieland teme por el dinero del contribuyente en el supuesto de que el “banco global” resultante de la fusión de las dos entidades más grandes del país entre en crisis. “No estamos convencidos de que esta sea una buena solución”, dijo Schnabel, la única mujer del grupo de expertos durante una rueda de prensa en Berlin.
“Tras una fusión de este tipo, está perfectamente claro que un banco así nunca se hundirá. Yo desaconsejaría claramente la creación de un campeón nacional aún mayor”, indicó la economista al mencionar la posibilidad de que el Estado federal tenga que involucrarse en la fusión. “En ese sentido, creo que es una muy mala idea en todos los sentidos”.
La economista recordó cómo los contribuyentes tuvieron que pagar por los rescates bancarios durante la crisis financiera. “Tienes que preguntarte si no has aprendido nada de la crisis financiera”, insistió Schnabel.
En su opinión, “no es la solución” para los problemas de ambos bancos porque el supuesto ahorro de costes que se pretende alcanzar mediante despidos y cierre de filiales es “difícil de hacer realidad” y es “políticamente controvertido”, añadió. Schnabel se refería a la posibilidad de que la fusión pueda provocar la perdida de entre 30.000 y 50.000 puestos de trabajo, según estimaciones de sindicatos e inversores.
Según Schnabel, si el objetivo de Berlín con esta apuesta es “reforzar” el sector bancario nacional, lo mejor sería que el Gobierno alemán se retirase del negocio y dejase más margen a las entidades para mejorar su rentabilidad.
En la rueda de prensa, ninguno de los cinco sabios hizo una evaluación positiva del proyecto. Lars Feld dijo que no veía opiniones disidentes sobre el tema. “Los dos institutos tendrían que determinar por sí mismos si una fusión tendría sentido desde el punto de vista económico, pero si esto se organizara con ayuda estatal, tendríamos que ser muy escépticos”, dijo el economista
La confirmación de que los dos bancos han iniciado negociaciones para estudiar la fusión no ha sido comentada por el Gobierno, pero la canciller Merkel defendió que el Ejecutivo no se entrometa en las conversaciones. “Se trata de decisiones del sector privado y abogo por que el Gobierno no interfiera en ellas con una votación”, dijo Merkel el martes en una conferencia sobre política internacional celebrada en Berlín. “Las consolidaciones en el mercado bancario no son nada nuevo en Europa”, añadió.
El BCE, contra los 'campeones nacionales'
El nuevo jefe de supervisión del BCE, Andrea Enria, ha criticado en el Financial Times la idea de crear campeones nacionales o europeos para competir con los rivales del mundo. Esta idea, lanzada en la primera entrevista que ha concedido tras ser elegido para encabezar el Consejo de Supervisión del organismo.
“No me gusta particularmente la idea de los campeones nacionales o europeos. Cuando eres un supervisor, no deberías promover ningún resultado concreto estructural”, aseguró al diario británico. Si el BCE hace suya esta postura, podría suponer un conflicto con el Gobierno de Angela Merkel, que defiende la fusión como una forma de proteger a su sector financiero. Pese a sus críticas a la idea de los campeones nacionales, Enria declinó pronunciarse sobre el caso concreto del Deutsche y del Commerzbank.
La oposición del BCE a la figura de los campeones europeos recuerda a la de la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, que el mes pasado vetó la fusión de Siemens con Alstom, desatando la furia de los Gobiernos de Alemania y Francia.
“En lo que nos fijamos nosotros es en la capacidad de un banco de cumplir sus objetivos. Un banco que tiene un negocio potente, una buena situación de capital, es capaz de generar beneficios y de respetar a medio plazo sus requerimientos de capital”, añadió Enria.
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