El sector turístico entra en el verano con 1,2 millones de empleos menos que hace un año
La industria no consigue recuperarse de la crisis y pierde un 56% de sus trabajadores a pesar de la reapertura de fronteras
El sector turístico reclama más ayudas a las ya presentadas por el Gobierno. Especialmente la prolongación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta final de año, algo que se antoja vital para que el mayor número de empresas posible pueda soportar el golpe. Esta petición se basa en la delicada situación que atraviesa el sector, que en materia de empleo le pusieron datos concretos los ministerios de Trabajo y Seguridad Social est...
El sector turístico reclama más ayudas a las ya presentadas por el Gobierno. Especialmente la prolongación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta final de año, algo que se antoja vital para que el mayor número de empresas posible pueda soportar el golpe. Esta petición se basa en la delicada situación que atraviesa el sector, que en materia de empleo le pusieron datos concretos los ministerios de Trabajo y Seguridad Social este jueves. A final de junio, el turismo español contaba con 1,2 millones de empleados menos que en la misma fecha del año pasado. Este dato sale de la suma de los afectados por los ERTE y la menor afiliación registrada. El resultado es un 56,1% menos de los trabajadores que tenía justo al inicio de la temporada estival pasada.
Los 1,2 millones de trabajadores perdidos se reparten de la siguiente forma entre las diversas ramas de la industria turística: 840.000 afectados todavía por los ERTE y 350.000 de la afiliación perdida respecto a junio del ejercicio anterior. “Los datos de afiliados medios del mes de junio siguen reflejando que el sector turístico es el más afectado”, incide José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur. En concreto, la afiliación cae un 16,4%, con 346.477 personas menos. La bajada en otros sectores respecto a junio del año pasado es más suave: un 11,6% en la industria textil, un 4% en el comercio o un 3,7% en la construcción, según el análisis realizado por el equipo de estudios del lobby turístico.
Esta pérdida de empleo contrasta asimismo con la evolución del resto de la economía en general. Si el turismo fue tras la Gran Recesión la locomotora que tiraba del carro, desde el embate del coronavirus se ha convertido en una rémora. Como ejemplo, la caída interanual del empleo del 56,1% respecto a la caída del 10,3% del conjunto de la economía. Un abismo entre ambas. “El hundimiento del turismo fue mucho mayor al inicio de la pandemia y, además, la recuperación está siendo más lenta. Incluso hay hoteles y negocios turísticos que no van a abrir este verano. Y los que sí, lo harán de forma escalonada en función de las reservas”, argumenta Juan Ignacio Pulido, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Jaén.
El turismo sale mal parado de la comparación principalmente porque en el resto de la economía parece haberse estabilizado la caída. Sin embargo, en los negocios relacionados con el ocio, la restauración, el alojamiento y los viajes, entre otros, se profundizan las pérdidas pese a entrar en los meses de mayor actividad en un año normal. De hecho, este mes de junio ha ganado 20.000 afiliados, mientras que en el mismo mes de 2019 aumentó en 38.000, casi el doble. “Hay muchos destinos turísticos donde los hoteles no han abierto porque no van a tener demanda, especialmente en las capitales de provincia y destinos urbanos, que tardarán más en recuperarse”, añade Pulido.
Los ERTE, clave
Por el lado de los ERTE, el turismo también destaca como uno de los sectores que más se ha aprovechado de esta figura. Así lo repiten desde el Gobierno para justificar que ha sido una ayuda clave para esta industria, aunque no fuese dentro de un plan específico. Todos están de acuerdo en su importancia, de ahí que sea el eje principal de la negociación entre Ejecutivo y agentes sociales para alargarlos más allá del 30 de septiembre. “La ampliación de los ERTE hasta final de año es capital. Si no, muchas empresas tendrán que empezar a despedir porque los números no salen”, asegura Zoreda.
La parte positiva en este apartado es que entre mayo y junio el sector ha recuperado 236.000 trabajadores que estaban con su trabajo suspendido. Pero también hay una cara menos amable: todavía cuenta con 840.000 empleados afectados por un expediente de regulación temporal de empleo. Esto es un 46% de los 1.830.664 todavía en vigor. Desde Exceltur destacan el caso que afecta a los servicios de alojamiento, donde todavía tiene de media un 53% de sus afiliados en situación de ERTE. “Si desaparecen en septiembre, será un problema. Sin los ERTE, esto habría sido una hecatombe, pero no es lógico pensar que se van a recuperar todos ya sea a final de verano o a final de año”, explica Pulido.
La gran dificultad ahora está en calcular la cifra de cuántos se conseguirán mantener cuando llegue la recuperación. Nadie se quiere tirar a la piscina, según reconocen los expertos consultados. “Es muy difícil porque no se sabe cómo va a evolucionar la pandemia ni qué mercados emisores de turistas se abrirán. Se apunta a la pérdida de un tercio, pero hay mucha incertidumbre”, reconoce. Lo que parece evidente es que de los más de 800.000 que siguen en vigor no se podrán recuperar en su totalidad. Sobre todo, porque hay muchos negocios que no volverán a subir la persiana. “Están siendo un refugio significativo, aunque muchos de los afectados acabarán engrosando los números del paro”, zanja Pulido.
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