Sniace cesa su actividad y solicita liquidación al no poder hacer frente a pagos comprometidos
La empresa cántabra atribuye la decisión a la terminación del contrato por parte de Cogen
La empresa química Sniace ha tomado la decisión de cesar en sus actividades, tras la medida adoptada por Cogen de interrumpir el suministro de gas, debido a la iniciativa del Gobierno de reducir hasta en un 35% la retribución para las plantas de cogeneración. La empresa ha anunciado su voluntad de interponer una querella contra Cogen, empresa que gestionaba la planta de cogeneración de la firma. La sociedad solicitará este viernes al juzgado su liquidación y la de Celltech y Viscocel, sus dos sociedades participadas, alegando la "imposibilidad" de hacer frente a los compromisos derivados del convenio de acreedores aprobado tras su salida de la situación de concurso en 2015.
Según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del mercado de Valores (CNMV), esta notificación implicará la suspensión del ejercicio de las facultades de administración y disposición de su patrimonio, el nombramiento de nuevo de administradores concursales, el vencimiento anticipado de los créditos aplazados y el inicios de las operaciones de liquidación.
La compañía culpa de esta situación a la "drástica" caída del precio de la celulosa dissolving, de la fibra de viscosa y de la venta de electricidad, así como a la decisión acometida por Cogen, que cree que no se ajusta a derecho.
La empresa recuerda que el Ministerio para la Transición Ecológica está a punto de publicar una orden ministerial que va a constituir un fuerte revés para las plantas de cogeneración de energía, las que producen dos o más tipos de energía de forma simultánea. Esta propuesta se va a aplicar para el periodo comprendido entre 2020 y 2025, con efectos retroactivos de enero de este año. Esta decisión constituye un hándicap para gran parte de la industria española.
Como consecuencia de ello, Sniace recibió, con fecha de 11 de febrero, la comunicación de la decisión adoptada por el consejo de administración de Cogen Energía de dar por terminado anticipadamente, con fecha de efectos el 29 de febrero de 2020, el contrato de arrendamiento y gestión de la explotación de la planta de cogeneración de Sniace suscrito entre ambas empresas.
Cogen anunció también a Sniace que, haciendo uso de las facultades previstas en el citado contrato, ha comunicado a Gas Natural Comercializadora la resolución del contrato de suministro de gas natural a la planta de cogeneración de la sociedad situada en Torrelavega (Cantabria) y a General Electric International la resolución de los contratos de arrendamiento y prestación de servicios de mantenimiento de los dos equipos turbogeneradores ubicados en dicha planta de cogeneración, todo ello con efectos 29 de febrero.
Según Cogen, esta aplicación provocará este ejercicio unas pérdidas en esta planta de Sniace de más de nueve millones de euros, en línea con las estimaciones hechas por de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen), que ha mostrado su "preocupación" ante "el brusco e inesperado" ajuste propuesto en la retribución del sector, estimado por la patronal en unos 450 millones de euros y que llevará a las empresas, con sus presupuestos cerrados, a un escenario de "'números rojos'" y "alarma" para los inversores.
"Dichas situaciones han desincentivado el interés por parte de cualquier inversor y ha truncado la evolución de la actuaciones que se estaban llevando a cabo para el saneamiento financiero de Sniace", explica la compañía a la CNMV.
No obstante, señala que en los últimos meses el consejo de administración ha adoptado diversas decisiones, como el aumento de capital, la búsqueda de inversores y la renegociación de la deuda concursal con diversos acreedores, que tenían por objeto el saneamiento patrimonial y financiero de la compañía, así como la implementación de sus planes de inversión.
Sin embargo, este cúmulo de acontecimientos ha hecho "de todo punto imposible" la viabilidad financiera de la empresa y a atender en tiempo y forma sus obligaciones de pago derivadas del convenio con los acreedores, abocando al consejo a solicitar definitivamente su liquidación.
El cierre de Sniace trunca una serie de objetivos que tenía la empresa, entre los que destacan el desarrollo urbanístico de los terrenos no productivos, un nuevo proyecto de i+D Forestal y la ampliación del vivero. Asimismo, en mayo debería haber entrado en funcionamiento la nueva línea de fibra de microcorte, fibra disoluble y sustitutiva del plástico. Asimismo, la decisión de Cogen supone un daño para el empleo creado por la compañía, y a los 429 trabajadores que componen su plantilla. Es también un perjuicio para la economía y el desarrollo de Cantabria y, en especial, de la comarca de Torrelavega.
Empresa emblemática
Sniace es una empresa emblemática no sólo dentro el panorama de la industria cántabra, sino de todo el tejido empresarial español. Ochenta años avalan su trayectoria. En los últimos cuatro ejercicios, la compañía había sobrevivido a un concurso de acreedores. En los últimos meses, la empresa ha tenido que manejar una coyuntura adversa en todos los frentes. Por un lado, tiene que afrontar el apremio de la deuda privilegiada derivada del concurso de acreedores, mientras la caída en los precios de las materias primas ha supuesto un fuerte revés para la actividad de la compañía.
Esta coyuntura llevó a Sniace a presentar un expediente de regulación temporal de empleo (Erte). La decisión de reducir la retribución a la energía proveniente de la cogeneración ha constituido la gota que ha desbordado los esfuerzos de la empresa para sobrevivir.
En los últimos meses ha logrado una serie de hitos como la recuperación del liderazgo en la denominada fibra FR en Estados Unidos, así como mejoras medioambientales y en la calidad de la fibra, un incremento de ventas, estabilizar los proveedores, rebajar la deuda con éstos, renegociar la deuda concursal y encontrar inversores industriales.
El cierre se produce en un momento en que se habían desarrollado todas las inversiones del Plan Estratégico, la empresa estaba programando una parada industrial de dos meses, con el fin de realizar el mantenimiento anual para implementar las inversiones destinadas a preparar los productos biodegradables. El equipo director también se encontraba en periodo de búsqueda de una alternativa a la cogeneración por biomasa de ligninas.
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