El gigante italiano Enel venderá el negocio de gas de Endesa para reducir su deuda
El grupo obtendrá 21.000 millones con la venta, también, de todos sus activos en Argentina, Perú y Rumania. Impulsará el negocio de renovables en sus seis países clave, entre ellos España, donde invertirá 8.600 millones
El coloso energético italiano Enel, primer accionista de Endesa con el 70% de su capital, ha anunciado este martes un plan para vender activos por hasta 21.000 millones de euros para reducir su abultada deuda, de casi 70.000 millones. La hoja de ruta pondrá el cartel de se vende a todo su negocio de gas en España (que opera bajo el paraguas de Endesa) e implica la salida total dela empresa de Argentina, Perú y Rumania antes de que termine el año que viene. En un intento por hacer su actividad “más ágil”, Enel se centrará en sus seis mercados clave: Italia, España, EE UU, Brasil, Colombia y Chile.
Además de las ventas de activos, el plan de reducción de la deuda y consolidación de los negocios también pasa por unas inversiones de entre 37.000 millones entre 2023 y 2025. El 40% de ese dinero irá a parar a redes y el resto, a comercialización y renovables, uno de los grandes pilares de la empresa en el futuro. En los dos próximos años, además, la firma italiana prevé un aumento “importante” de la inversión en soluciones de almacenamiento de energía. Por divisiones, Endesa se llevará 8.640 millones que irán destinados, en gran medida, a hacer crecer su cartera de energías verdes en la Península.
La venta del negocio de gas en España encaja con el giro estratégico anunciado el año pasado, cuando Enel anunció su intención de dejar atrás toda su actividad de venta de este combustible antes de 2040. Ahora, el paso se acelera en su segunda geografía por volumen de negocio para centrar todos sus esfuerzos en la electrificación. A finales de septiembre, el último dato disponible, Endesa contaba con 1,8 millones de clientes de gas en España, el 80% de ellos en el mercado libre, el más rentable para las comercializadoras.
El movimiento de Enel tiene un objetivo claro: reducir su endeudamiento en aproximadamente 11.000 millones y reducir el número de geografías a las que tiene exposición, focalizando sus esfuerzos en aquellas que “pueden agregar más valor en un entorno desafiante como el actual”.
“Se trata de poder hacer frente a futuras turbulencias y crear valor”, ha afirmado Francesco Starace, consejero delegado de la energética participada por el Estado italiano, en la conferencia con analistas. “Hay muchas cosas que no sabemos del futuro, que son solo hipótesis: ¿habrá guerra en 2023?; ¿volverá el gas ruso a Europa? No hay ninguna claridad”, se ha preguntado. “No tenemos respuesta, por eso hemos sido especialmente conservadores en nuestras cifras. Vamos a cumplir con este plan y quizá incluso tengamos resultados mejores de los previstos”.
Horas después, en su comparecencia ante los medios, Starace ha desligado la venta de la cartera española de gas del marco regulatorio: “No tiene nada que ver, tampoco lo que vaya a hacer España con la tarifa del gas. Es un concepto más amplio: la electrificación va a reemplazar el gas en el consumo, y esa tendencia se va a acelerar”. Eso, según ha asegurado el primer ejecutivo de Enel, hace que la empresa “deba salir” de ese segmento “antes de lo previsto”.
La dirección de Enel prevé que, entre las citadas desinversiones y los flujos de caja generados con su negocio habitual, la deuda neta cerrará 2023 en entre 51.000 o 52.000 millones, un 25% menos que ahora.
“Nuestra estrategia financiera pasa por reducir la deuda y refinanciar. Si partimos de un nivel más bajo, el coste también será más bajo y estable”, ha completado el director financiero de Enel, Alberto de Paoli. Los negocios latinoamericanos son, ha abundado, los más caros para la italiana desde el punto de vista de la financiación: allí, el tipo medio es mayor que en Europa o América del Norte, y su venta también supone una reducción de la carga total.
Más de 7.000 millones de beneficios
El nuevo plan estratégico de la italiana pasa porque su beneficio neto pase de la horquilla de entre 5.000 y 5.300 millones de este año a entre 6.100 y 6.300 millones el próximo y a entre 7.000 y 7.200 millones en 2025. De nuevo, la rama española debería aportar aproximadamente la cuarta parte del total. El beneficio subirá, tanto en 2023 como en 2024 y 2025, hasta los 0,43 euros por acción, frente a los 0,40 actuales.
Preguntado por el impuesto extraordinario sobre las energéticas ideado por el Gobierno español y para el que ya ha amarrado los apoyos necesarios en el Congreso de los Diputados, Starace ha emplazado a esperar a que “se conozcan los detalles”. Será entonces, ha dicho, cuando Endesa “tome la decisión correcta desde el punto de vista regulatorio y jurídico”, abriendo así la puerta a una batalla en los tribunales que ya han anunciado que darán tanto Iberdrola como Cepsa. “Todas las medidas que España u otros países en Europa adopten, se deben analizar desde el punto de vista jurídico y del inversor. Son dos posiciones muy válidas”, ha añadido el consejero delegado de Enel.
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