Detenido en Tailandia un acusado por ‘el timo del Deli’, el restaurante que valía 100 millones en Bolsa

La fiscalía acusa de numerosos delitos a tres personas por inflar la cotización de un pequeño local de bocadillos con mínimos ingresos

El restaurante cafetería Hometown Deli, en Paulsboro (Nueva Jersey), en una imagen tomada de Google Maps.

“El pastrami debe estar delicioso”. Esa fue la broma con la que un inversor denunció que detrás de una empresa que llegó a valer en Bolsa más de 100 millones de dólares lo único que había era un pequeño restaurante de comida rápida de Nueva Jersey. Uno de los acusados de fraude por el timo del Deli se fugó y ahora ha sido detenido en Phuket (Tailandia), ...

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“El pastrami debe estar delicioso”. Esa fue la broma con la que un inversor denunció que detrás de una empresa que llegó a valer en Bolsa más de 100 millones de dólares lo único que había era un pequeño restaurante de comida rápida de Nueva Jersey. Uno de los acusados de fraude por el timo del Deli se fugó y ahora ha sido detenido en Phuket (Tailandia), según ha publicado el Bangkok Post y han confirmado las autoridades estadounidenses.

El detenido es Peter Coker Jr, de 54 años, que tiene pasaporte del Estado insular caribeño de San Cristóbal y Nieves. Fue detenido el miércoles de la semana pasada en una habitación de hotel cerca de la playa de Surin, en Phuket, según el citado medio. Sobre él pesaba desde finales del año pasado una orden de detención cursada a través de la Interpol.

En septiembre pasado ya fueron detenidos James Patten, de 63 años y residente en Winston-Salem (Carolina del Norte) y Peter Coker Sr, de 80 años, residente en Chapel Hill (Carolina del Norte) y padre del ahora detenido, que residía en Hong Kong (China). Los tres están acusados de 12 cargos de conspiración para cometer fraude con valores, fraude con valores y conspiración para manipular las cotizaciones. Patten también está acusado de otros cuatro cargos de manipulación de valores, cuatro cargos de fraude electrónico y un cargo de blanqueo de dinero. Son delitos potencialmente penados con largas penas de cárcel, algunos de ellos de un máximo de 20 años.

El pequeño y desconocido restaurante Hometown Deli, de Paulsboro (Nueva Jersey) llegó a valer en Bolsa 113 millones. Servía hamburguesas desde 5,95 dólares. Sandwiches desde 4,25, platos combinados, ensaladas y desayunos a precios módicos.

Según el informe anual registrado en la Comisión de Valores y Bolsa de Estados unidos (la SEC, por sus siglas en inglés), la empresa facturó 14.000 dólares en 2020 y 25.000 dólares en 2021 y tuvo pérdidas de unos 630.000 dólares en 2020 y de unos 480.000 dólares en 2021. La empresa decía buscar una fusión con otra entidad y la cotización pasó de un dólar en octubre de 2019 a 14 dólares en abril de 2021.

Eran los propios dueños de la empresa los que inflaron artificialmente la cotización con compras y ventas simultáneas de acciones e hicieron lo mismo con otra compañía, E-Waste Corp, que lograron que se valorase en 120 millones de dólares.

Según el Departamento de Justicia, los tres acusados tomaron medidas para hacerse con el control de la dirección y las acciones de ambas entidades con la intención última de realizar fusiones inversas, una operación mediante la cual una empresa cotizada se fusiona con una empresa que no cotiza. Si lograban mantener el engaño, podrían vender acciones de cada entidad con un beneficio significativo.

Un mercado alternativo

Lo curioso es que los fundadores del restaurante ni siquiera sabían que cotizaba en Bolsa. Hacia 2014, dos residentes de Nueva Jersey comenzaron el proceso de apertura del local en Paulsboro y uno de ellos se lo comentó a Patten, un viejo amigo, quien sugirió la creación de Hometown International, una corporación paraguas, bajo la cual operaría el local. Sin que los propietarios del restaurante lo supieran, casi inmediatamente después de la creación de Hometown International, Patten y sus socios comenzaron a posicionar a Hometown International como un vehículo para una fusión inversa que les reportaría importantes beneficios.

Alrededor de octubre de 2019, Hometown International comenzó a vender acciones en el mercado OTC Pink Market, un sistema de negociación alternativo, y se hicieron con las acciones de la empresa y también de E-Waste. Emprendieron operaciones para ocultar la titularidad de las acciones, transfirieron acciones a familiares amigos y asociados que les dejaron el control de sus cuentas. A continuación, los acusados utilizaron esas cuentas para cometer una serie de operaciones coordinadas que inflaron artificialmente el precio de las acciones de Hometown International y E-Waste dando la falsa impresión de que existía un interés genuino del mercado por las acciones. Lograron inflar la cotización de Hometown International en aproximadamente un 939% y la de E-Waste, en torno a un 19.900%.

Para dar el salto a un mercado más abierto, los demandados registraron un folleto en el que engañaron a la SEC y distribuyeron parte de las acciones a personas relacionadas para dar la impresión de que había al menos un 10% de capital flotante y un mínimo de 50 accionistas. El paso a ese mercado en octubre de 2020 dio a la empresa más visibilidad, una apariencia de legitimidad y más flexibilidad a la hora de negociar las acciones.

“Antes de que los acusados pudieran cosechar los beneficios previstos en sus esquemas (...) se publicaron numerosos artículos de prensa que hablaban de los precios inflados de las acciones de los emisores”, señaló en septiembre pasado la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC).

“Los pequeños inversores que se ven arrastrados a estas situaciones probablemente se vean perjudicados en algún momento, pero los supervisores, que se supone que protegen a los inversores, parecen no estar presentes ni estar atentos. Desde una perspectiva tradicional, el mercado está fracturado y posiblemente en proceso de romperse por completo”, decía en una carta a inversores de abril de 2021 David Einhorn, fundador del fondo Greenlight Capital, el que destapó el caso, autor del chiste del pastrami. En realidad, en el restaurante Your Hometown Deli ni siquiera había pastrami.

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