La Fiscalía asegura que Shakira “desea tributar lo menos posible” y la acusa de defraudar otros seis millones en 2018
La cantante colombiana se enfrenta a un nuevo proceso penal a dos meses del juicio por un fraude de 14,5 millones
Shakira defraudó presuntamente otros seis millones de euros a Hacienda en 2018, cuando ya residía en España, mediante un “entramado de empresas” que le llevó a “simular” la cesión de sus derechos a empresas instrumentales. La Fiscalía ha dado a conocer este martes los detalles de la segunda querella contra la cantante colombiana, que ya trascendió el pasado mes de julio. El supuesto fraude asciende esta vez a 5,3 millones por IRPF y otros 700.000 euros por el Impuesto sobre el Patrimonio. En apenas dos meses, Shakira se sentará en el banquillo de los acusados para hacer frente a la primera causa judicial, en la que está acusada de defraudar un total de 14,5 millones de euros. La Fiscalía pide que la Interpol notifique a la artista, que reside en Estados Unidos, la querella y la citación para que declare como investigada por dos delitos fiscales.
La querella recuerda que, en 2018, Shakira vivía en una casa de Esplugues de Llobregat (Barcelona) junto al exdefensa del Barça Gerard Piqué y los dos hijos de ambos, por lo que debía pagar la totalidad de sus impuestos en España. En la declaración de ese ejercicio, sin embargo, omitió parte de sus ingresos y, en especial, los pagos millonarios obtenidos gracias a la gira musical El Dorado, que entre junio y noviembre de ese año le llevó a dar 53 conciertos en 22 países, sobre todo en Europa, Estados Unidos y América Latina. “Movida por el deseo de tributar lo menos posible”, Shakira Isabel Mebarak Ripoll “se sirvió de un entramado societario” y se dedujo gastos “que no procedían”, según el ministerio público.
Shakira derivó esos ingresos hacia empresas con domicilio en países donde apenas se pagan impuestos y “de alta opacidad”. La Fiscalía señala, además, que esas compañías son puramente instrumentales, es decir, que no tienen ninguna actividad real, puesto que “carecían de medios humanos y materiales” y su único objetivo es contribuir a eludir el pago de impuestos.
La empresa más relevante de ese entramado internacional es AC, con sede en Luxemburgo, que percibía (en virtud de un contrato de largo alcance firmado con Live Nation en 2008) ingresos por la cesión de los derechos musicales de Shakira. Desde que la cantante paga sus impuestos en España por voluntad propia (2015), había incluido todos los ingresos de esa empresa en su declaración ante la Agencia Tributaria. Pero en 2018 declaró solo el 75% con el argumento de que la empresa disponía de “importantes activos” y llevaba a cabo funciones vitales.
Nada de eso es cierto, según la Fiscalía. AC no era más que una “sociedad interpuesta” que “no llegó a ejercer ninguna actividad”. Pero la acusación va más allá: el activo más importante de esa firma luxemburguesa eran los derechos musicales de Shakira, que esta había cedido tan solo “formalmente” y mediante una serie de “contratos simulados”, sin ninguna voluntad real de cederlos. “Shakira mantuvo en todo momento”, concluye la querella, “la plena disponibilidad y dominio sobre sus propios derechos musicales”.
37 millones por ‘El Dorado’
La exitosa gira El Dorado reportó a Shakira 37 millones de euros (más otros 4,2 por patrocinio) que cobró a través de distintas sociedades y en distintas formas. Una parte del dinero (9,6) fue abonado por Live Nation en 2011 en concepto de anticipo; sin embargo, el pago debía quedar contemplado en la declaración de 2018, es decir, en el momento del devengo, tal como habían solicitado expresamente los asesores de la cantante ante Hacienda. Esta circunstancia era “perfectamente conocida” por Shakira, subraya la querella.
La cantante de Barranquilla obtuvo ese año otros ingresos (por publicidad, patrocinio o derechos musicales) que le llevaron a ingresar un total de 48 millones de euros. Una maquinaria como la que pone en marcha la artista en una gira por todo el mundo también conlleva gastos considerables y estos fueron de 28,4 millones. Pero Hacienda, de nuevo, discrepa y considera que la cifra correcta es menor, unos 21,3 millones. La razón es que Shakira, según las conclusiones de los inspectores, presentó gastos por duplicado (tres millones), gastos por derechos musicales propios que no podía deducirse (otros tres millones) y también gastos personales e injustificados (medio millón de euros; entre otros, por billetes de avión a nombre de sus dos hijos, Milan y Sasha). Los rendimientos totales obtenidos en 2018, según Hacienda, fueron de 26,7 millones, y esa es la cantidad que tuvo que haber constado para calcular la liquidación de IRPF.
En cuanto al Impuesto sobre el Patrimonio, Hacienda concluye que las empresas de la cantante disponen de activos financieros que suman 147,2 millones de euros y de bienes inmuebles (una casa en Barcelona, otra en Bahamas, dos en Miami, una en Nueva York y otra más en Barranquilla) por 12,1 millones. La declaración tampoco fue exacta en este punto. La Agencia Tributaria de Catalunya (ATC), que es la que gestiona ese impuesto, dejó de ingresar 773.600 euros.
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