En qué se nota que el empleo pierde fuelle
La afiliación ha pasado de ganar 90.000 afiliados mensuales entre enero y mayo, según cifras desestacionalizadas, a poco más de 5.000 en octubre. El paro enlazó tres meses de alzas y la contratación se frenó en seco
Cuando se hacen públicos los datos estadísticos mensuales sobre los registros de afiliación a la Seguridad Social y paro es habitual que haya interpretaciones opuestas sobre si son positivos o negativos. Es, también, habitual, que ambas interpretaciones estén respaldadas por las cifras. Para empezar, en cualquier análisis de las estadísticas laborales conviene aclarar si se utilizan los datos brutos o si se emplean los que están corregidos de efectos estacionales y de calendario. Estos últimos muestran de forma más fehaciente la marcha del empleo que las cifras brutas que, sin embargo, ilustra...
Cuando se hacen públicos los datos estadísticos mensuales sobre los registros de afiliación a la Seguridad Social y paro es habitual que haya interpretaciones opuestas sobre si son positivos o negativos. Es, también, habitual, que ambas interpretaciones estén respaldadas por las cifras. Para empezar, en cualquier análisis de las estadísticas laborales conviene aclarar si se utilizan los datos brutos o si se emplean los que están corregidos de efectos estacionales y de calendario. Estos últimos muestran de forma más fehaciente la marcha del empleo que las cifras brutas que, sin embargo, ilustran mejor qué ocurre, por ejemplo, con los sectores más estacionales.
En octubre, los expertos coinciden en que el mercado laboral ha vuelto a dar algunos síntomas de enfriamiento, como viene ocurriendo desde el verano. El primero de estos síntomas es quizás el menos alarmante de todos. El dato bruto de afiliación del mes pasado refleja una creación de 92.862 empleos, la cifra más baja desde 2015. Si bien, entre 2016 y 2022 (sin contar 2020 y 2021 que, afectados por la pandemia, distorsionan el resto de promedios) la media de incremento de afiliados cada uno de estos años en octubre fue de unos 107.000, con lo cual la desaceleración no es tan acusada. De hecho, el ritmo de aumento interanual del empleo solo bajó una décima del 2,7% al 2,6%.
El segundo de los indicadores de ralentización es más determinante. Se trata del dato desestacionalizado que sitúa la ganancia de cotizantes en octubre en solo 5.077. “Este modesto avance contrasta con las cifras registradas en los primeros cinco meses del año, con incrementos mensuales de en torno a los 90.000 afiliados de media (siempre con datos desestacionalizados)”, destacan los economistas de Funcas, la fundación de las cajas de ahorros.
Así, el mes pasado se creó empleo, según estas cifras corregidas, en todos los sectores salvo en la agricultura, “si bien a ritmos claramente inferiores a los observados en la primera mitad del año”, insisten desde este servicio de estudios. Pero fue la educación la que concentró en octubre el grueso del crecimiento. Los analistas de Randstad Research han calculado que entre junio y agosto de este año la educación destruyó unos 230.000 puestos de trabajo, mientras que en septiembre y octubre la vuelta al cole ha incrementado los ocupados en este sector en 284.000 afiliados. El saldo neto sería de 54.000 afiliados más actualmente en las actividades formativas. Si bien, aproximadamente la mitad de estos nuevos ocupados obedecerían a un trasvase estadístico del profesorado del sector público que estaba encuadrado en el sector de la Administración Pública y ha pasado al de Educación.
Síntoma de debilidad
En cualquier caso, Marcel Jansen, investigador de Fedea, llama la atención sobre la debilidad del mercado que supone también la fuerte rotación que se produce en verano en las actividades educativas, por el abuso de la contratación temporal: “esto indica que no es del todo verdad que con la reforma laboral el mercado español haya superado su problema de temporalidad; el Gobierno debería esforzarse más en atajar esta situación, porque se traduce en una baja calidad de la educación”.
Otras señales de enfriamiento de la actividad laboral son el incremento del desempleo por tercer mes consecutivo. Pero, sobre todo, el freno en el ritmo de recorte del paro registrado en términos interanuales: si en septiembre había un 7,5% menos de paro que un año antes, en octubre este porcentaje había bajado al 5,3%; y esto es la mitad de lo que se reducía el desempleo en octubre de 2022, cuando caía más de un 10% interanual. Asimismo, la contratación se ha frenado en seco, con apenas 4.300 contratos más que en septiembre. Desde el Gobierno interpretan este estancamiento como algo positivo, por el fuerte aumento de la contratación indefinida, que ha propiciado un mayor descenso aún de los temporales y ha reducido la rotación.
No obstante, la Encuesta de Población Activa (EPA) indica que la rotación se mantiene entre los niveles más elevados de la UE. Pero el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Perez Rey, aseguraba este viernes que la rotación aún persistente obedece en buena parte a “las mejores oportunidades que ofrece el mercado y hace que los trabajadores cambien de empleo; no es una rotación patológica”. Por su parte, Jansen, atribuye en parte este fenómeno de la rotación al hecho de que hay tres millones más de contratos fijos en año y medio, cuya antigüedad ahora es muy baja, y en este tipo de contratos hay una mayor tasa de salida del empleo, bien por despidos o por voluntad del trabajador.
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