La productividad por empleado se aleja de la media europea: cae un 1,9% desde 2018
Según un informe del centro de estudios de la CEOE, la reducción de la jornada laboral media es una de las principales causas del mal desempeño del indicador
España sigue perdiendo convergencia con sus homólogos europeos. Los niveles de productividad en los últimos años han tenido un desempeño peor, tanto por hora —el crecimiento ha sido del 4,2% en la última década, frente al 8,1% europeo— como por ocupado —un retroceso del 1,9% desde 2018—, según un estudio del Instituto de Estudios Económicos (IEE) publicado este lunes. El PIB per cápita, una métrica para medir esta magnitud, solo creció un 4,5% acumulado entre 2018 y 2023, mientras que la media europea escaló un 5,8%, de acuerdo con el informe elaborado por el centro de estudios de la patronal CEOE y titulado La productividad como el gran reto pendiente de la economía española.
Irlanda, Rumanía, Polonia y Croacia, que presentan una mejor evolución del PIB per cápita, han avanzado más en términos de productividad, mientras que España se estanca por detrás de la media europea. Así lo ha explicado el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, durante la presentación del informe: “A pesar de partir de un menor nivel de renta, no ha conseguido lograr un diferencial significativo de crecimiento de su renta per cápita con relación a la UE”. El PIB per cápita se determina sobre la base de la productividad, la jornada media y la tasa de empleo, entre otros factores.
Esta pérdida de alineación con la Unión Europea se debe en buena parte, según el think tank, a la duración de la jornada media, que se ha reducido desde 2018 más drásticamente que en el resto de la UE —un 3,4% en España, por encima del 2% de Europa—. “Supone que, en términos de productividad por ocupado, el retroceso relativo de España haya sido superior. En este sentido, la productividad por ocupado, entre 2013 y 2023, ha crecido un 5,9% en la UE, mientras que en España tan solo lo ha hecho en un 0,7%”, destaca el informe. Además, ha habido una mayor pérdida de peso de la población entre 15 y 64 años frente al total de residentes. Estos elementos han impactado en la productividad a pesar de las mejoras en la tasa de empleo desde 2013 —que aumentó un 16,8% en España frente al incremento del 13,6% de la UE—.
Aunque el organismo señala como causa principal del deterioro de la productividad la reducción de la jornada media laboral, a su vez concluye que hay una correlación negativa entre mayor duración de jornada y la productividad. “El problema es que, en un contexto de insuficiente progreso de la productividad por hora, la reducción de la jornada conlleva, a su vez, un deterioro de la productividad por trabajador y, en consecuencia, de la competitividad económica y de la capacidad de creación de empleo y crecimiento de una economía a medio y largo plazo”, señala el informe.
Estas conclusiones llegan en plena mesa de diálogo entre la patronal CEOE y el Ministerio de Trabajo sobre la reducción de la jornada a 37,5 horas. Antonio Garamendi, el presidente de la patronal, declaró en una entrevista con EL PAÍS: “Ya hemos dejado claro que no somos partidarios de una reducción legal por decreto de la jornada de trabajo”.
La desaceleración de la productividad se puede medir, asimismo, en el retroceso de la renta per cápita relativa, que ha caído en más de tres puntos respecto a la europea en los últimos diez años, del 92,5% en 2018 al 89,2% en 2023. Este último retroceso ha borrado incluso las mejoras experimentadas entre 2013 y 2018, cuando el PIB español registró un crecimiento acumulado del 14,3%, superando a la Unión Europea (11,2%), y dejando la renta per cápita relativa frente a la UE en el 92,5%.
Las brechas entre la Unión Europea y España son más notables cuando se analizan las diferencias entre el PIB por hora, el capital físico, el capital tecnológico, así como el entorno empresarial. Ante estos datos, el IEE ha planteado un plan de choque de mejora de la productividad, que incluye un marco regulatorio más favorable a la inversión y que propone reducir la presión fiscal sobre la inversión empresarial.
La disparidad regional también influye en la falta de convergencia. Entre 2013 y 2022, los mayores crecimientos porcentuales de la productividad medida como PIB por hora se han dado en Melilla y Ceuta, con aumentos del 23,9% y del 13,1%, respectivamente. Le sigue Galicia (10,3%). En estos tres territorios, el avance del indicador ha superado la media española, del 3,7% en el mismo periodo, así como la de la UE (8,7%).
El IEE también destaca el desempeño positivo de la renta per cápita real en cuatro comunidades, donde el crecimiento de esta magnitud ha logrado superar tanto la media de España como la de la comunidad europea en esta última década: Galicia (17,9%), Madrid (17%), Comunidad Valenciana (16,6%) y Murcia (16,6%). En el otro extremo, los territorios con menor crecimiento son Ceuta (10,4%), Baleares (5,9%) y Canarias (3,4%).
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