La economía en cuidados intensivos
La recuperación depende de evitar que la falta de liquidez mute en crisis de solvencia
La economía española se encuentra en una situación sin parangón en tiempos de paz, tanto por el impacto directo de la Covid-19 y de las medidas draconianas de limitación a la actividad, como por la dificultad de calibrar una respuesta en un contexto sanitario impredecible. Las decisiones que se tomen en un tiempo corto, pero de alta intensidad...
La economía española se encuentra en una situación sin parangón en tiempos de paz, tanto por el impacto directo de la Covid-19 y de las medidas draconianas de limitación a la actividad, como por la dificultad de calibrar una respuesta en un contexto sanitario impredecible. Las decisiones que se tomen en un tiempo corto, pero de alta intensidad, serán determinantes para el futuro económico de nuestro país. Porque los aciertos nos colocarán en buena posición para un eventual rebote de la economía que se producirá a medida que refluye la pandemia, mientras que los errores pasarán factura durante un periodo prolongado.
La batalla se desarrolla en tres frentes. El primero, el de la contención de los daños en el aparato productivo, de modo que este sobreviva a la crisis sanitaria. Los indicadores de empleo y de actividad apuntan a una contracción severa de la actividad, como era de esperar —el principal índice de coyuntura del sector servicios se ha hundido hasta niveles inferiores a los peores registros de la crisis financiera—.
La economía se enfrenta a una
contracción de la actividad
sin precedentes
PMI de servicios y de manufacturas
(nivel entre 0 y 100, c.v.e.)
Servicios
Manufacturas
58
54
50
46
42
38
34
30
26
22
45,7
23,0
2007
09
11
13
15
17
19
E
F
M
2020
Los ERTE atenúan el impacto sobre
la capacidad productiva
Ocupados en situación de suspensión temporal
de empleo, en millones
Crisis del 2009 (total acumulado ese año)
Marzo de 2020, solicitados*
Marzo de 2020, otorgados*
4,0
3,5
3,0
2,5
2,0
1,5
1,0
0,5
0,0
3,6
3,3
2,4
1,5
0,9
1,2
1,1
0,5
0,6
Alemania
Francia
España
(*) Estimación provisional con información hasta
finales de marzo.
Fuentes: Markit Economics y Funcas, en base a datos
nacionales de ERTE, Chômage partiel y Kurzabeit
EL PAÍS
La economía se enfrenta a una
contracción de la actividad
sin precedentes
PMI de servicios y de manufacturas
(nivel entre 0 y 100, c.v.e.)
Servicios
Manufacturas
58
54
50
46
42
38
34
30
26
22
45,7
23,0
2007
09
11
13
15
17
19
E
F
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2020
Los ERTE atenúan el impacto sobre
la capacidad productiva
Ocupados en situación de suspensión temporal
de empleo, en millones
Crisis del 2009 (total acumulado ese año)
Marzo de 2020, solicitados*
Marzo de 2020, otorgados*
4,0
3,5
3,0
2,5
2,0
1,5
1,0
0,5
0,0
3,6
3,3
2,4
1,5
0,9
1,2
1,1
0,5
0,6
Alemania
Francia
España
(*) Estimación provisional con información hasta finales
de marzo.
Fuentes: Markit Economics y Funcas, en base a datos
nacionales de ERTE, Chômage partiel y Kurzabeit
EL PAÍS
La economía se enfrenta a una
contracción de la actividad
sin precedentes
Los ERTE atenúan el impacto sobre
la capacidad productiva
Ocupados en situación de suspensión temporal
de empleo, en millones
PMI de servicios y de manufacturas
(nivel entre 0 y 100, c.v.e.)
Crisis del 2009 (total acumulado ese año)
Marzo de 2020, solicitados*
Marzo de 2020, otorgados*
Servicios
Manufacturas
58
54
50
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4,0
3,5
3,0
2,5
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3,6
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45,7
2,4
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0,9
1,2
1,1
0,5
0,6
23,0
Alemania
Francia
España
2007
09
11
13
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E
F
M
(*) Estimación provisional con información
hasta finales de marzo.
2020
Fuentes: Markit Economics y Funcas, en base a datos nacionales de ERTE, Chômage partiel y Kurzabeit
EL PAÍS
El plan gubernamental incorpora medidas clave de apoyo a la liquidez de las empresas y de los autónomos, al mantenimiento del empleo y a los colectivos vulnerables. Sin embargo, los primeros resultados muestran que las medidas tendrán que ser completadas para cumplir con su objetivo. Muchos pequeños negocios, en un contexto de gran incertidumbre y con la memoria todavía fresca de la crisis financiera, optan por no endeudarse, y por tanto se enfrentan a un riesgo de impago o incluso de cierre definitivo. Conviene por tanto inspirarse de países como Dinamarca que innovan compensando directamente las caídas de actividad generadas por la Covid-19 en pequeñas empresas —una especie de seguro de paro para pymes—.
En cuanto al empleo, si bien los datos muestran una caída histórica de la afiliación desde el inicio del estado de alarma, la tendencia hubiera sido catastrófica sin los ERTE. El despliegue de este dispositivo, que ha mostrado su eficacia en otros países como Alemania (Kurzabeit), Francia (Chômage partiel) e Italia (Cassa integrazione) en el momento de la crisis financiera, es crucial para mantener la relación de empleo, contener el incremento del paro y facilitar la recuperación cuando esta se produzca. El principal escollo es que los numerosos trabajadores con contrato temporal —un hecho revelador de la ineficiencia de nuestro mercado laboral, que precedía a esta crisis— no suelen entrar en el ERTE. Algo que explica que este colectivo sea el más castigado por la destrucción de empleo, explicando el 75% de la caída de la afiliación. Es por tanto urgente agilizar los trámites para amparar a la contratación temporal, tal y como acaba de decidir Alemania en su paquete de medidas de urgencia.
Otro frente es el financiero, por el agravamiento del agujero presupuestario. Este es un mal necesario para evitar el hundimiento de la capacidad productiva. De momento, los mercados siguen comprando deuda española a precios asequibles. El Tesoro ha logrado colocar bonos a tipos de interés reducidos, en torno al 0,7% para vencimientos a 10 años. Además, la demanda duplica las necesidades de financiación en casi todos los tramos. Todo ello gracias a la acción providencial del BCE, la única institución europea capaz de responder rápidamente a una emergencia inédita.
Finalmente, la perspectiva de una recuperación rápida (en forma de V) se aleja, especialmente en países como España, muy dependientes del turismo. Además, se presiente un cambio estructural en las pautas de producción, con cadenas de suministros más cortas, y de consumo. Esto, que puede ser una oportunidad para la economía española, requerirá de reformas y de inversión para acelerar la recuperación. Pero los márgenes serán aun más estrechos por los niveles iniciales de déficit heredados de los últimos años, y el incremento de la deuda contraída en la actual fase de contención de la pandemia. Esperemos, por tanto, que los planes esbozados desde Bruselas —recurso acelerado al Mede y al BEI, seguro de desempleo europeo— no se queden una vez más en vanas promesas.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
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